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La Voz de Gran Canaria

Recordar la historia

Castillo de La Luz: la historia en espiral

Castillo de La Luz: la historia en espiral

Nueva Canarias defenderá una moción en el pleno del Ayuntamiento para que la fortaleza de Las Isletas se convierta en un museo de la historia de la ciudad.

Iván Suárez

“La valerosa gente canaria mostró el gallardo brío de su pecho haciendo ultraje y burla de una armada que en todo el mar océano dio cuidado y, queriendo estrenarse con Canaria, se arrepintieron de ello”. Bartolomé Cairasco de Figueroa, canónigo de la catedral de Santa Ana y padre de las letras canarias (1538-1610), relataba así en la obra Templo militante un episodio que pudo cambiar el curso de la historia de Las Palmas de Gran Canaria. El 6 de octubre de 1595, el almirante británico Francis Drake desembarcó con su armada en la bahía capitalina con la intención de invadir la ciudad, pero  los isleños resistieron, detuvieron el ataque y le obligaron a retirarse.

En aquel acontecimiento desempeñó un papel crucial el Castillo de La Luz, la primera fortaleza que se construyó en la ciudad (1480), apenas unos años después de la fundación de la misma. Ahora, esta estructura que sirvió de defensa a la isla de Gran Canaria contra los ataques de los piratas en el siglo XVI se convertirá a partir de 2014, tras años de abandono intercalados con algunos de uso cultural,  en la sede de la Fundación Martín Chirino, que albergará trabajos del llamado escultor del hierro.

Como la espiral que caracteriza la obra de Chirino, el debate sobre su uso resurge de forma cíclica y el destino de este emblema de la ciudad parece irse alejando de su origen, de su propia historia. Para evitarlo, la formación política Nueva Canarias defenderá en el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que se celebrará este miércoles una moción para que el Castillo de La Luz o la fortaleza de Las Isletas se convierta en un museo de la historia de la ciudad o, más en concreto, de su historia naval.

Pedro Quevedo, portavoz del partido nacionalista, ha recordado este martes que en octubre de 2011 su grupo ya formuló una moción que fue aprobada por el pleno para recuperar el patrimonio histórico de Las Palmas de Gran Canaria y crear un circuito cultural. "Es lamentable que tengamos que volver a llevar a pleno este asunto. Es necesario que la gente de aquí conozca su historia, pero también que los visitantes sepan que esta tierra es algo más que sol y playa. Han pasado dos años y está estructura sigue cerrada con una valla lamentable que sigue alejando a la gente de este patrimonio esencial de la ciudad”, ha manifestado.

Para NC, la idea de ubicar en el Castillo de La Luz la sede de la Fundación Martín Chirino no sólo daña el patrimonio histórico de Las Palmas de Gran Canaria, sino también  la figura del propio escultor, al exponerlo “sin que él lo haya buscado” y situarlo en el centro del debate sobre el uso del castillo. Quevedo considera que Chirino, uno de los fundadores del grupo El Paso, un artista con numerosos reconocimientos internacionales a su espalda y “elemento esencial de vanguardia del Estado español después de la Guerra Civil", merece “como muchos otros artistas canarios”, un homenaje y un lugar estable para exponer su obra.

Sin embargo, el concejal no ve apropiado que se utilice un espacio reservado a la recuperación del patrimonio histórico para  albergar una instalación artística. ‘”No tienen nada que ver salvo que se sumen, que no es el caso”, sostiene Quevedo, quien también ha advertido que la obra del escultor grancanario no es la más adecuada para una estructura como la del Castillo de La Luz. 

“Las personas que en el mundo artístico han tenido relevancia especial en esta tierra deben tener el lugar que les corresponde, hay que recuperar una serie de edificios públicos importantes donde perfectamente cabría la obra de Chirino y la de otros”, ha señalado el nacionalista, que se ha referido expresamente a las antiguas dependencias militares de Manuel Lois.

NC planteará en la moción que el baluarte de Mata, el Castillo de San Francisco y la torre de San Cristóbal constituyan un circuito cultural cualificado junto al Castillo de La Luz o la fortaleza de Las Isletas, una estructura que, en su opinión, “tiene una gesta de armas que cualquier país del mundo con un mínimo respeto por sí mismo ya estaría contando”.

CanariasAhora, 26-11-2013

El día que nació la leyenda : cuando el CB Gran Canaria ganó al Real Madrid

El día que nació la leyenda : cuando el CB Gran Canaria ganó al Real Madrid

Toda historia que se precie tiene un inicio centelleante y una fecha para el recuerdo. Aquella tarde de noviembre de hace 22 años, un Gran Canaria embrionario, a un año de la conversión en sociedad dependiente del Cabildo, firmó su primer triunfo ante el Real Madrid y, con ello, obtuvo la primera gran gesta de su leyenda. Con una canasta de Pedro Ramos en el último segundo de la prórroga, el amarillo perdió el respeto en su cruzada por derrotar a los grandes.

Fernando Bethencourt


El Real Madrid de George Karl, heptacampeón de Europa, se presentó en el Centro Insular el 14 de noviembre de 1991 con hambre de triunfo tras caer derrotados unos días antes frente al Estudiantes. La visita del poderoso club blanco suponía el primer enfrentamiento oficial entre ambos equipos ya que la distinción en grupos que se practicaba entonces en la temporada regular había impedido cualquier precedente en las tres temporadas previas del Granca en la ACB. "No es que el Madrid nos intimidara pero las diferencias en aquella época eran mayores y no teníamos el caché que ahora tiene el equipo en la competición", señala Juanra Marrero. Los blancos con George Karl en el banquillo, con Ricky Brown, Biriukov, Mark Simpson y Antonio Martín como referentes practicaban un juego alegre y vistoso, al ataque y a la suma de puntos. Mientras, los amarillos, recién ascendidos, ansiaban dejar la condición de equipo ascensor con la figura preeminente de Greg Stewart.

"El Madrid era un equipo parecido al actual en cuanto al estilo de juego rápido que practicaban. Tenían a George Karl en el banquillo y jugaban a ver quién metía más puntos. Por eso, pese a que llevábamos un año malo, nuestro mérito fue mantenernos siempre en el partido", revive ahora el alero grancanario, antes de añadir: "Nunca pudieron romper el encuentro".

La novedad en el vestuario de Manolo Hussein estaba en la figura de Norris Coleman que unas semanas antes había aterrizado en la isla para sustituir a Ken Johnson, con un perfil menos anotador. Precisamente fue Coleman el autor de la canasta que a falta de segundos para el final del encuentro ponía a los amarillos con dos puntos de ventaja. Sin embargo, tras un tiempo muerto de Karl, el Madrid empató fácil, con un mate sin oposición de Ricky Brown. El error había sido de Pedro Ramos, la estrella posterior, que pensando en una ventaja de tres puntos dejó pasar a su par con la intención de evitar la falta y concedió el empate.

Todos quedaría para los últimos segundos de la prórroga cuando. Antúnez había anotado uno de los dos tiros libres de los que dispuso y con ello adelantaba a los blancos por un punto; 96-97. "Teníamos la última posesión y se produjo la típica jugada de dos para dos con bloqueo en el que los dos defensores se quedaron conmigo", recuerda Juanra Marrero. "Me taparon bastante y mi tiro se quedó corto pero como Pedro se había quedado cerca del aro pudo anotador solo. Fue el último esfuerzo en un partido muy intenso", añade Marrero que jugó sin descanso los 45 minutos del envite. El Centro Insular, en uno de sus primeros llenos con el baloncesto, estalló de júbilo. "Se habló de este partido durante mucho tiempo", finaliza.

"Partido como éste son los que hacen que hacen que un club crezca en todos los sentidos", valora ahora Berdi Pérez, entonces uno de los responsables en la dirección de la entidad claretiana. "Cuando uno mira al pasado y a la historia del equipo, se da cuenta de que la va llenando de detalles como el de este partido que son los puntos de referencia que a nosotros nos han servido para crecer en positivo. Son momentos especiales. De esos en los que siempre hay y habrá aficionados que diga eso de yo estuve ese día en ese partido", añadió el actual directo deportivo.

La temporada terminó de manera amarga para la afición amarillo. El Gran Canaria, de un joven Manolo Hussein, no pudo derrotar al Collado Villalba en la serie por la permanencia y regreso a la Primera División. Mientras, el Real Madrid llegó hasta las semifinales de la ACB donde perdió ante el TAU sus opciones al título de campeón liguero. Ahora, ambos equipos se preparan para un nuevo duelo con el equipo blanco, de nuevo, entre los mejores conjuntos de Europa. Sin embargo, el Granca sabe que en el Centro Insular y al calor de su afición, no hay gesta imposible.

La Provincia, 14-11-2013

La revolución del coche de hora

La revolución del coche de hora

Global decora diez guaguas con monumentos de la Isla para festejar los cuarenta años de las matrices Utinsa y Salcai.

M. Pino Pérez

El transporte de viajeros por carretera en Gran Canaria ha vivido dos grandes revoluciones: la creación el 6 de octubre de 1973 de Utinsa y de Salcai, y la fusión de estas dos empresas en Global, en 2010, según destacó ayer el director general de esta compañía, Víctor Quintana. Precisamente para celebrar los cuarenta años de esas sociedades, que significaron la primera organización del transporte de la Isla, y el reparto de las rutas del Sur y el Norte, se van a decorar diez guaguas de Global con los monumentos más emblemáticos de la Isla. En el acto de presentación del primer vehículo, al que se le ha estampado ya en vinilo el Faro de Maspalomas, la Catedral de Santa Ana, el Molino de Mogán, el Auditorio Alfredo Kraus, el Roque Nublo, y que realiza el trayecto de Telde a Playa del Inglés, tanto el director de Global, como la consejera de Transportes del Cabildo grancanario, María del Carmen Rosario Godoy recordaron como eran los viajes con aquellos ’coches de hora’, pintados de color amarillo.

Dos datos bastan para entender del desarrollo no sólo de este sector sino de la economía de la Isla. Las primeras diez guaguas que se mueven por Gran Canaria, en los años 30, se adquirieron en las chatarras de Inglaterra, y costaron unas 15.000 pesetas. De aquellos Daimler, que tardaban hasta cinco horas en hacer el camino de la capital grancanaria a La Aldea se ha pasado a los modelos de Volvo o Scania, que suponen un desembolso de 220.000 euros, que además, realizan el mismo recorrido en dos horas y media.

Algunos de los trabajadores, como José Sánchez Rodríguez, u Orlando Navarro Trejo, que asistieron al mismo acto, aprovecharon para recordar también todo tipo de anécdotas, que compañeros ya jubilados, les han narrado sobre lo que acontecía en las rutas de los ’coches de hora’, que después dan lugar a Salcai, o los ’coches pirata’, que asume Utinsa, por las carreteras de tierra de entonces. Desde los baldes que se llevaban siempre preparados para limpiar los vómitos de los que mareaban, hasta el hecho de que no sólo trasladaban pasajero sino también comida, medicinas, o cualquier documento, ya que no existían otro medio de comunicación. Este hecho ha imbuido entre los trabajadores un sentimiento de servicio con los usuarios, según destacó el presidente de Global, Manuel Suárez. En este sentido, comentó que en el reciente incendio de Tejeda, algunos de estos empleados participaron en el traslado de muchos de los vecinos que debieron abandonar sus casas ante el peligro de las llamas.

Por su parte, la consejera María del Carmen del Rosario Godoy, destacó que hoy Global es una empresa a la vanguardia de las tecnologías, con 301 vehículos, que cumplen con la normativa europea en materia medioambiental, y disponen de elementos tecnológicos y de confort. Si bien la crisis económica ha hecho disminuir el número de viajeros, aseguró que ya se empiezan a recuperar usuarios.

Asimismo, el director general de la compañía, Víctor Quintana añadió que las líneas que realizan, que ahora son 113, se han ido siempre adaptando a los nuevos núcleos de población, y aseguró que la empresa no va a poner obstáculos a la posible implantación del tren.

La Provincia, 31-10-2013

Gran Canaria en cojinetes

Gran Canaria en cojinetes

Antes de la invención del motor de combustión interna la Gran Canaria interior era un mundo aparte.

Juanjo Jiménez


Tomás Almeida fue uno de los primeros propietarios de un automóvil en Canarias. Era de Arucas, y a sus 104 años de edad contaba cómo le había llegado aquél primigenio artefacto. "Llegó en una caja y se bajó del barco con un pescante. Cuando tocó suelo le quitamos los clavos a la madera, y allí apareció la maravilla. Le montamos las ruedas y el vendedor me explicó los tres pedales. Con este se camina, con el del centro usted frena, y cuando vaya a ir más rápido me pisa el de la izquierda para darle a esta palanca..." El volante, era "el timón".

Con ese ´máster´ y una práctica en el propio puerto Almeida tiró para Arucas. Y llegó. Poco después volvía a la capital, convertido en un flamante coche de hora.

Pero antes de la llegada del automóvil y su motor de explosión durante cuatro siglos en las islas se andurriaba, se montaba, o se navegaba,. No había más. En Mogán, cuando un finado trasponía en extrañas circunstancias era obligatorio llevar al muerto a su juzgado territorial..., en Santa María de Guía.

Era toda una jornada, o más, tirando del muerto en su caja a hombros por quiebros, terregales y degolladas. Era casi más desgracia transportarlo que echarlo de menos. La orografía isleña ya dio la lata en el minuto uno de la Conquista, con unos castellanos más habituados al llano que a los riscales. Existen crónicas que relatan la impotencia del europeo frente a unos indígenas saltapericos capaces de burlar el espacio-tiempo con su garbo para brincar por un territorio que es todo un accidente geográfico en sí mismo. Un barranco detrás de otro, bajo un sol a veces inclemente, en una isla en forma de pastel que sube desde el nivel del mar hasta casi los 2.000 metros de altitud en apenas nada no es lugar para enclencles. El salto del pastor es un producto de ese rebumbio de piedra que durante varios cientos de años mantuvo prácticamente despoblado el interior. Y, cuando no, sellado al resto de Gran Canaria. Cuando el doctor Víctor Grau Bassas llega en febrero de 1888 a Tejeda se encontró con una reducidísima población con el atraso propio de siglos atrás, y cuyos productos costaban "más el acarreo que el valor de ellos".

Amueblar un casa en Acusa, Artenara, era subir los taburetes, mesas, camas y enseres a hombros o en mulas. Y existen relatos de roperos y ajuares despeñados. En las medianías los senderos, los caminos reales hoy tan de moda, eran una suerte de concurridas trianas´, con arrieros subiendo y bajando. Todos a pie.

La dificultad era tanta que se expandía la endogamia, con apenas cuatro o cinco apellidos por pueblo. Primos con primas y viceversa. Solo los que tenían monturas conocían el ´más allá´. Miles nunca conocieron la costa, y el resto no subió a la cumbre. Un animal - Vespa prehistórica-, era un lujo en toda regla. En 1804, según el cálculo de los naturalistas Webb y Berthelot, existía una escasísima ´flota´ de 1.200 caballos; 30 camellos; 100 mulos y 3. 200 burros.

En un delicioso trabajo titulado De las caballerías al propano el cronista de Telde, Antonio González Padrón, habla de la ´corsa´, un trineo tirado por bueyes que sorteaba las toscas. Y de la silla de mano, para las "personas de respeto".

Para ver la primera rueda que giraba a una cierta velocidad para un transporte de pasajeros medianamente eficaz hay que remontarse a la diligencia, la de las películas.

En 1864 se funda la empresa ´La Primera´, que en cuatro horas de "expedición" cubría los 14 kilómetros entre Telde y la capital. ´Expediciones´, le llamaban, e ir en ventanilla era margullar en polvo.

Y también se navegaba. Para ir a San Bartolomé o Mogán. O de La Aldea a Santa Cruz de Tenerife, que Las Palmas de Gran Canaria quedaba muy lejos..., al fin y al cabo las primeras luces eléctricas que vieron los aldeanos las descubrieron una noche allá enfrente.

La invención del coche de gasolina, patentado en 1885 por Karl Benz, lo trastoca todo, pero no repercute en Canarias hasta que llega el primero en 1902, según José Miguel Alzola en su libro La rueda en Gran Canaria. Y para el primer accidente hay que remontarse al sábado 12 de agosto de 1911 en Guanchía, Teror, con un espectacular triciclo o voiturette, fabricado por Léon Bollée Automobileses.

Aquella fatal riscadera, con la muerte de dos miembros de la alta sociedad isleña supuso una auténtica conmoción: ir sobre cojinetes también mata. Y sobre todo por unas carreteras que no eran tales, sino unos ensanchados e intransitables caminos de herradura.

En 1912 con la Ley Constitutiva de los Cabildos Insulares se trata de desarrollar la primera red de carreteras, pero dos guerras mundiales y una civil impiden dar forma al proyecto hasta la segunda mitad del siglo XX. Así es como vienen décadas de automóviles que se van adaptando al transporte de de personas . Y no al revés. Como el de Tomás, que salía de Arucas cuando finalmente se llenaba, -el coche de hora-, y al que se suman vehículos cada vez más adaptados, pero muy poco a poco. Así es como se van constituyendo líneas regulares, como las de Melián y Cía o Aicasa, entre otras, que compiten con ´piratas´, particulares que dan viajes clandestinos de fortuna , o que se apalabran para grupos -como si fuera un charter-, para ir a la playa, a un tenderete o alguna otra ´remota´ excursión por el centro de la isla. El transporte va rompiendo así la endogamia de los pueblos aumentando apellidos en los municipios, y los isleños por extraño que parezca para un reducido espacio de apenas 1.560 kilómetros cuadrados, comienzan a conocer mundo sin salir de Gran Canaria.

La Provincia, 3-11-2013

Ciudad troglodita

Ciudad troglodita

Las Cuevas de Mata constituyen una invitación a descubrir el soporte geológico de la capital grancanaria.

Mariano De Santa Ana


Antaño, literalmente, extramuros y hoy, engullidas por el crecimiento urbano, forman parte de las entrañas mismas de Las Palmas. Sin embargo, pocos, es de temer, reparan en ellas, y menos aún las visitan. Con todo, las Cuevas de Mata constituyen un elemento distintivo de la ciudad, un proscenio desde el que se puede observar el gran teatro de la urbe y una extensión que invita a descubrir su soporte geológico.

Alineadas junto al Castillo de Mata y los restos de la antigua muralla de Las Palmas, al conjunto que conforman esta siete cavernas se accede desde las escalinatas de la urbanización Divina Pastora o por el costado de la fortaleza. La dificultad que presenta el sendero que las une, derrumbado en algunos tramos muy empinados, la basura, el aislamiento en medio de la ciudad y los fantasmas que, desde tiempos inmemoriales, aventan en general las cuevas, hacen de ellas espacios inquietantes.

Lo siniestro, no obstante es indisociable de lo enigmático y con frecuencia también, como en este caso, puede ser vehículo de una extraña belleza. Así, el dibujo sinuoso que forma la vereda, a media altura de la montaña de San Francisco, a la que se abren estas cuevas de origen natural aunque alteradas por la acción humana. Así, una de ellas, cuyo umbral asemeja el hueco de una cerradura que da acceso al centro de la Tierra. Así, otras semienterradas por desprendimientos. Así también, algunas más con arranques de muro y restos de cerramiento en el exterior o con espacios geométricos cuidadosamente excavados en el interior.

La exploración de las Cuevas de Mata se puede combinar con la inmersión histórica, pues, amén del tiempo geológico, en estos recintos oscuros hay historia incluso anterior al devenir histórico de la ciudad. Así lo explica Julio Cuenca, director de las excavaciones realizadas recientemente en el Castillo de Mata y cuyo proyecto de centro de interpretación de la fortaleza contempla la inclusión de estas cuevas como parte del mismo. Según el arqueólogo, con toda probabilidad varias de estas oquedades albergan silos aborígenes.

Cuenca basa su afirmación en un episodio que tuvo lugar en 1599, por tanto ya en pleno dominio castellano de la isla, y que marca un antes y un después en su historia: el ataque del corsario holandés de Pieter Van der Does. Entonces el Castillo de Mata no había sido edificado aún y, como documentan las crónicas, los defensores, al comprender que la ciudad estaba perdida, decidieron esconder algunas pequeñas piezas de artillería en lo que llamaban "los silos", es decir las cuevas ubicadas junto al cubelo o torreón defensivo sobre el que se construyó la fortaleza. A decir de Cuenca, "las cuevas con silos sólo pueden ser aborígenes, de modo que, sin duda, estas cuevas fueron transformadas por los aborígenes".

Amén de almacén de granos y escondrijo militar, las Cuevas de Mata fueron usadas como vivienda por gentes humildes. En su Noticias de la Historia General de las Islas de Canaria (1772-1773) Viera y Clavijo dice: "En los referidos riscos, que dominan toda la ciudad, hay gran número de cuevas y casucas de tierra, habitadas por gente pobre". El historiador Pedro Quintana Andrés, autor de una de las contribuciones del libro El patrimonio troglodítico de Gran Canaria (2008), no duda en incluir entre estas áreas trogloditas mencionadas a las Cuevas de Mata, entonces conocidas como Cuevas del Provecho. Quintana explica que sus habitantes eran "jornaleros, braceros, pescadores, mareantes o pobres de solemnidad, además de localizarse en ellas rufianes, huidos de la justicia por delitos menores, prostitutas o emigrados forzosos de Fuerteventura y Lanzarote, necesitados de refugio provisional".

El romanticismo, y con él la atracción por los trogloditas, fuesen estos los antiguos guanches o las gentes de extracción mísera que no podían permitirse otra residencia, incrementaron en el siglo XIX el interés por las Cuevas de Mata y conjuntos troglodíticos aledaños. Como refiere la filóloga María Isabel González Cruz en un ensayo incluido en El viaje literario y la cueva (2007), en un libro del que figura como editor el famoso escritor norteamericano Nathaniel Hawthorne, Journal of an African cruiser, puede leerse: "Las altas colinas que rodean la ciudad de Las Palmas son de piedra blanda y su elasticidad ha provocado que estos acantilados se hayan transformado para una finalidad muy singular. La gente más pobre, incapaz de encontrar albergue, excava la tierra en las colinas y así forma cuevas para su morada permanente, en donde viven como golondrinas en un banco de arena". Este libro, no obstante, fue escrito por un autor bastante menos conocido que Hawthorne, Horacio Bridge, que habría sido animado a escribirlo por aquél, cuyo nombre figura en solitario en la portada, probablemente por razones comerciales.

El diario del Archiduque

Otro visitante de más prosapia, éste además un héroe romántico por excelencia, el Archiduque Maximiliano de Habsburgo, pudo visitar las Cuevas de Mata -si no fueron éstas fueron otras próximas hoy sepultadas por la ciudad- con ocasión de una escala en Las Palmas durante un viaje a Brasil en 1859. El filólogo Marcos Sarmiento, que ha traducido los diarios del noble austriaco, de próxima publicación, cita en El viaje literario y la cueva, un pasaje de los mismos que da cuenta de esta visita, la de la más alta magistratura realizada en la zona hasta la fecha: "y contienen aposentos que, albeados y revestidos con esteras de junco, parecen muy confortables; las camas, con un relleno alto, dan testimonio de la relativa limpieza de los trogloditas, que no podían contenerse por nuestra visita y, con risas, expresaban su admiración porque se viniese a visitar a gentuza tan pobre".

Esta ciudad troglodita, que, si no antes, arrancó en tiempos de Viera y Clavijo, llamó también la atención de la viajera inglesa Olivia Stone, que habla de ella en su libro Tenerife y sus seis satélites, y el del algún fotógrafo desconocido de principios del siglo XX cuyas imágenes coloreadas se conservan en el archivo de la Fedac. Hasta finales de los años sesenta del siglo XX familias enteras vivían aún en las Cuevas de Mata -un informante que vivió su niñez allí recuerda que su abuela se casó en una de ellas-, en condiciones, desde luego, de infravivienda. Estos habitantes serían luego reubicados en el barrio de El Polvorín y en Tamaraceite. Y, ahora, usadas sólo por moradores ocasionales, las Cuevas de Mata parecen aguardar a que el resto de la ciudad las reconozca como parte de sí misma.

Desde los silos de los aborígenes hasta el improvisado arsenal que utilizaron los defensores de la capital grancanaria ante el ataque del pirata holandés. Las Cuevas de Mata guardan parte de la memoria histórica de la ciudad, glosada por personalidades de distintas épocas. En el devenir de los siglos, estos espacios también fueron cobijo de inmigrantes, pescadores o incluso rufianes huidos de la Justicia. Hoy siguen mostrando la misma cara al casco urbano.

La Provincia, 3-11-2013

De los puertos de La Luz y de Las Palmas y otras historias (1912)

De los puertos de La Luz y de Las Palmas y otras historias (1912)

 

Extraído del libro: De los puertos de la Luz y de Las Palmas y otras historias. Julián Cirilo Moreno Ramos. Las Palmas de Gran Canaria, Gabinete Literario, 1947.

Libro completo en http://mdc.ulpgc.es/cdm/ref/collection/MDC/id/1889
(Memoria digital de Canarias, mdC. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria)

"Vivían y morían muchos en nuestra Ciudad sin haber sabido de ese Puerto nada, en aquellos tiempos, que no fuera por referencia. La mismísima fiesta de la Virgen era más frecuentada por la gente de los campos que por los hijos de la Metrópoli. Allí no concurría de ella sino algún romero, por excepción, pues nuestra abogada en devociones era y es la Virgen de la Soledad de la Portería.

Claro que la gente joven, parrandista y calavera, no se quedaba atrás en la fiesta, no por el hecho de la devoción, sino por otros opuestos fines, despertados por los cuentos sicalípticos tradicionales que de tiempo atrás se repetían. Y claro también que los tales cuentos debieron ser fantasías de lúbricos cerebros ancestrales, pues así lo probaba la cosecha de bofetadas que los coetáneos, en pago de sus atrevimientos, de las hembras recibían, amén de algunas palizas propinadas por los varones cancerberos de sus encantos. Que todo ‘era presentarse y vencer creían nuestros jóvenes más atrevidos, y que aprovechando, a falta de otro expediente, el misterio de la noche de la víspera, después de los fuegos, cuando las mozas aguardaban durmiendo en la playa, al aire libre, la llegada de la fiesta, era como coser y cantar la cometida del desaguisado, conmezclándose en el rebaño cual traidor lobo hambriento. Pero aquellas hermosotas durmientes cerraban sus ojos para velar con el otro: y tal lo comprobó en su adamada persona un mi camarada, que apenas comenzara, en busca de lo ignoto, a revolver tapujos, sintió en su cuello dos manos femeniles, dos tenazas más bien, que a poco le ahogaran de no pasar al rostro a emplear sus garras para dejarle hecho todo un Ecce horno.

La ciudad, entonces, limitada al norte por la extensión de arena que fuera de la portada comenzaba, y formada por altas dunas, envolvía en el misterio al Puerto de antes; y había quien prefería ir a Mogán a pie, antes que atravesar aquellos arenales, sobre todo en días de viento, que era lo frecuente. Vetusta muralla de piedra, que tuvo su buena historia en los tiempos gloriosos de Wander-Doez, corría como defensa desde las alturas del Castillo del Rey hasta el derribado torreón de Santa Ana, abriendose en ella la famosa Portada, al final de la tortuosa calle de Triana, compuesta allí de pobres ‘y raquíticos casuchos que fueron expropiados el 68.

Después de la Portada, el trozo que iniciaba la carretera al Puerto de la Luz, ya comenzada, y a cuyo borde poniente se echaban los cimientos de la primera casa, llamada «De la Rifa», que se terminó a los finales del 58, en plena división aún de la Provincia. Nada después: arena y siempre arena, hasta llegar al Mesón ya en pleno Puerto; junto al Mesón o muy cercano (que bien no recuerdo), se alzaba el cuartelillo de la guardia de carabineros comandada por el senor Marrero, amigo de mi padre, conocido, más bien, por la característica de «El Sargento del Puerto» o el vecino de Seña Rosarito.

Y en tanto que aquél se encargaba en su cuartelillo de mantener el espiritu militar de sus huestes, dormidas generalmente bajo su inspección de vista gorda, ella confeccionaba, en el Mesón, sus platos de comistrajes para el pasajero que llegaba,
o despachaba sus bebidas para éste y los pescadores del contorno."

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"Era entonces nuestra ciudad la capital de una provincia más importante que la de Tenerife, pues a más de tener bajo su mando a la isla propia, a la de Lanzarote y Fuerteventura, tenía, además, a los Islotes de Alegranea, Graciosa, Lobos y Las Palmas a comienzos del siglo XIX.

Montaña Clara, si no se quería comprender los dos Roques del Este y del Oeste. Es decir, nueve territorios por junto, contra los cuales sólo cuatro podía oponer la capital de la de allá. No sé como los de Añaza no vieron esa desigualdad tan grande de reparto, y como si la vieron no protestaron. Hablé de fondas, y algo tengo que decir en esta materia, que novedad tendrá para el lector de hoy. La más cara era en aquellos entonces "La Inglesa", que así titulaban la de Dona Georgiana Manly, célebre por haber en ella residido el famoso Comodoro Perry, que mandaba la «Macedonia», cuya estancia en nuestras aguas dió tela para hablar largos años, ya recordando los amores del Comodoro con una paisana nuestra, de la cual sacó cría, según decires; ya el baile inglés que bailaban en el teatro sus marinos; y las trompadas que éstos se propinaban a cada momento en mitad del arroyo; y ya, por
último, el horripilante Jip! iJip! iHurra! que tomaron de sus brindis los casacones jóvenes para repetirlos hasta la saciedad en los suyos. El estipendio en esta fonda era de un peso (15 reales de vellón) y nunca los Metropoles y Santa Catalinas de hoy dieron de comer tan copiosamente, tan variado y tan bueno. Venía luego la de Seña Frasquita, «La Buena», para los Senores Magistrados, con la de Monzón, a tres pesetas por barba de oidor, así denominados en aquellos tiempos."

 

Cuatro cañonazos contra Francis Drake

Cuatro cañonazos contra Francis Drake

La capital celebra la victoria sobre el pirata inglés que intentó invadir la ciudad en 1595 y se encontró con la artillería del Castillo de La Luz

M. Reyes 

Los jardines del Castillo de La Luz se convirtieron ayer en un improvisado escenario militar para celebrar la victoria sobre Francis Drake, el corsario inglés que en 1595 trató de invadir la ciudad. Fue un acto emotivo de apenas media hora en el que autoridades militares y civiles, entre ellas el alcalde de la capital, Juan José Cardona, intercalaron sus discursos al paso de marchas marciales, cánticos por los caídos y mucha pólvora.

Y es que el estruendo de los cuatro cañonazos y las salvas honoríficas de 36 fusiles pillaron desprevenido a más de uno. "Ñoss, menuda explosión", comentaron a coro Raquel Calleja y Rosa María Medina, dos de las vecinas que se acercaron a la fortaleza de la Isleta para participar en la conmemoración de la batalla naval.

El peso del acto lo llevó el cronista oficial de la ciudad, Juan José Laforet, que destacó el papel jugado por el Castillo para defender la Isla de importantes ataques de piratas y ejércitos extranjeros en el siglo XVI, incluso ensalzó que durante estos 418 años de historia "nunca se ha olvidado" esa importante victoria "bajo el manto protector de la Virgen de La Luz".

En el homenaje de ayer participaron unos 60 militares vinculados Regimiento de Artillería Antiaérea 94, el cual se encargó de defender el Castillo durante el ataque de 1595. Su jefe coronel, Miguel Mendiguchia Mena (Écija, 1960), que el año pasado fue nombrado alcaide honorífico de la fortaleza, se encargó de entregar el pendón al regidor municipal, quien izó luego ese estandarte del regimiento en el mástil de la fortaleza.

La bandera original del Castillo de la Luz, que recoge su historia, hondeará hasta el 19 de octubre, fecha en la que finalizan las fiestas con la romería. Después del homenaje hubo procesión por las calles Pérez Muñoz, Tauro, Gordillo, Tecén, Faya, Saucillo, Guayre, Utiaca y Guayarmina, entre otras.

La Provincia, 13.10.2013

 

El Cabildo grancanario inicia la excavación de dos nuevas estructuras en Cueva Pintada de Gáldar

El Cabildo grancanario inicia la excavación de dos nuevas estructuras en Cueva Pintada de Gáldar

El coordinador general de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos, Larry Álvarez, visita el emblemático yacimiento, coincidiendo con el inicio de los trabajos. Hacía once años que no se llevaba a cabo ninguna excavación en el interior del complejo gestionado por la Corporación Insular.

El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, gestionado por el Cabildo de Gran Canaria en el municipio de Gáldar, inicia estos días una nueva e importante campaña de excavación (la primera en once años) en dos de las estructuras interiores del emblemático yacimiento. 

La excavación de las estructuras 12 y 53 del yacimiento prehispánico tiene como objetivos prioritarios profundizar en el conocimiento arqueológico de las dos construcciones, garantizar su conservación mediante las tareas de consolidación y restauración necesarias y revertir, con posterioridad, toda la información que se obtenga a los visitantes del centro y al conjunto de la sociedad. Mientras duren los trabajos, el público podrá seguir y contemplar su evolución en el marco de las visitas guiadas habituales.

Con esta nueva iniciativa, el Plan de Investigación del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada retoma una de sus principales líneas de actuación: las excavaciones arqueológicas, interrumpidas tras el período de construcción y apertura del centro museístico. Desde 1987, se han desarrollado en Cueva Pintada 14 campañas de excavación, la última, en el año 2002.

Con un importe de 40.000 euros, los trabajos serán acometidos por la empresa Arqueocanaria y supervisados por responsables del centro y por Jorge Onrubia Pintado, profesor de la Universidad de Castilla La Mancha.

Según el coordinador general de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo grancanario, Larry Álvarez, “además del cumplimiento del papel que como centro de investigación debe desempeñar este museo, la reanudación de los trabajos arqueológicos repercutirá en el discurso expositivo de la Cueva Pintada”. “Precisamente, uno de los objetivos de la intervención será la de incorporarla -mientras dure- al discurso museográfico del recinto”.

Así, los trabajos de la estructura 53, muy cerca del itinerario que habitualmente siguen los visitantes, se incorporarán a las visitas guiadas y la información obtenida se trasladará a los guías en un intento por ampliar los contenidos didácticos que ofrecen. 

Hasta ahora, esta parte del yacimiento estaba completamente cubierta por el derrumbe de la edificación, por lo que resultaba poco entendible para el conjunto de los visitantes. La intervención prevista comprende el “desescombro” de media vivienda, al objeto de mostrar su interior y seguir desentrañando los procesos que explicarían la formación del yacimiento. En ese sentido,  permitirá a los técnicos valorar directamente los depósitos arqueológicos que contiene, así como su potencial científico. 

La intervención en la casa 12, algo más alejada de la pasarela, permitirá obtener nuevos datos sobre un contexto en el que se había intervenido parcialmente con anterioridad y que, ahora, arrojará luz sobre el contacto entre los antiguos canarios y los europeos, y, por ende, sobre la colonización de Gran Canaria. 

Cerca de esta segunda estructura apareció en su día un fragmento de tela de entre finales del siglo XV y principios del XVI, recuperado de entre un conjunto de materiales prehispánicos y otros de origen europeo, incluidas una moneda de cobre de Enrique IV (1425-1474) y cerámicas importadas de Sevilla.

Como explica el director del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, Iñaki Sáenz, “sin duda alguna, uno de los proyectos más necesarios y urgentes de esta campaña ha ser objeto el diseño de una herramienta capaz de gestionar toda la información disponible sobre todas y cada una de las casas prehispánicas hasta ahora documentadas en la zona arqueológica de la Cueva Pintada. Se trata básicamente de concebir y desarrollar un Sistema de Información Arqueológica entendido como un gestor documental que permita en el futuro la manipulación, conservación y consulta de la inmensa cantidad de datos de los que dispone el museo después de 26 años de investigaciones arqueológicas”. 

LVDT, 18-10-2013

Risco Caído, el proyector de los antiguos grancanarios

Risco Caído, el proyector de los antiguos grancanarios

El arqueólogo Julio Cuenca desvela los misterios de unas cuevas que pudieron utilizarse a modo de calendario y donde una imagen evoluciona escenificando la fecundación.

Carmen Mesa

Las Cuevas de Risco Caído y los fenómenos astrales que suceden en su interior, constituyen uno de los hallazgos arqueológicos más importantes realizados en los últimos años en Canarias. El arqueólogo Julio Cuenca, descubridor del enclave, desvela a CANARIAS AHORA los misterios que se han descubierto en un lugar cultual, que los antiguos pobladores canarios utilizaban a modo de calendario.

Cuenca trabaja en la hipótesis de que las cuevas ubicadas en el municipio grancanario de Artenara, constituya “un relato que nos habla del ciclo agrícola del cereal y de rituales relacionados con la renovación cíclica del tiempo”. Uno de los aspectos más sorprendentes, según señala, es su uso a modo de proyector. “Es como si los arqueólogos del futuro se encontraran con un mecanismo que permitiera ver una película grabada por una cultura desparecida que no dejo textos escritos”, afirma.

Al respecto, explica que entre los meses de Mayo y Junio, una serie de orificios dejan entrar la luz, que proyecta en la pared “la forma de lo que parece un enorme falo, que toca primero y cubre a continuación los grabados que representan el pubis femenino, que quedan enmarcados en el interior de esa imagen luminosa”. En la entrevista otorgada este medio, Cuenca detalla cómo evoluciona el proceso, que muestra la forma de una mujer de lado en un avanzado estado de gestación.

¿Cómo se ha recibido que el Cabildo de Gran Canaria haya anunciado su intención de llevar la cueva de Risco Caído a la Unesco, para que sea declarada Patrimonio de la Humanidad?

Estamos muy satisfechos con la respuesta inmediata y sin cortapisas que ha dado el Cabildo de Gran Canaria para proteger este extraordinario monumento arqueológico. Paralelamente a esta iniciativa para proponer a la Unesco que lo eleve a la máxima categoría de protección, como lo es Monumento Patrimonio de La Humanidad, la Institución insular está realizando importantes esfuerzos en materia de investigación, conservación, restauración, protección y puesta en valor de este complejo cultual de los antiguos canarios.

Nunca antes se había visto un nivel de compromiso con la protección del legado cultural de los antiguos canarios, como el que se está viendo ahora, en todos los ámbitos de la intervención en nuestro patrimonio cultural, y en ese contexto es donde debemos enmarcar esta novedosa iniciativa de elevar nuestro patrimonio a la categoría de patrimonio de la humanidad, ¿por qué no? Ya iba siendo hora, porque nuestra arqueología es única e irrepetible, es una arqueología de islas, que nos hablan de culturas no contaminadas que llevan a cabo una evolución propia sin influencias externas, adaptándose a  un medio insular muchas veces hostil para la supervivencia. Un territorio que no esquilmaron, que lo explotaron de forma sostenible, porque sabían que de la forma en que utilizaran los recursos naturales que este territorio les ofrecía,  dependería su supervivencia.

¿Cree que la cueva cumple los requisitos para ser considerada como tal por la Unesco?

Desde luego, el monumento recién descubierto es único y no hay nada  igual, ni dentro ni fuera de las Islas, al menos no existe registro arqueológico de ello, así que hoy por hoy es algo excepcional. Por buscar un símil,  tal vez lo que más se le pueda asemejar, por lo que sucede desde el punto de vista astronómico en el interior del monumento cuando penetra la luz solar, en este caso durante el Solsticio de Invierno, sea el túmulo de Newgrange, localizado en la Curva del río Boyne, en Irlanda, datado 3.000 años antes de la Era. Pero insisto en que no alcanza la dimensión de lo que representa el monumento religioso aborigen de Risco Caído, porque lo que hemos descubierto es que estas cuevas excavadas conformaron un templo-calendario de los antiguos canarios, donde además se representa aún en la actualidad.

Esto es lo verdaderamente extraordinario, un relato mítico relacionado con la fertilidad de la tierra, en base a imágenes proyectadas por la luz del sol dentro de la cámara, debido a que el contorno del túnel de entrada fue dotado de una serie de ranuras y muescas, labradas en la roca,  que hace que según la declinación del Sol en ese día, la imagen de luz que se proyecta en la pared vaya cambiando de forma. Se trata por tanto de un proyector de imágenes, que la cueva en si conforma.

¿Cómo se descubrió el enclave y qué es lo que se ha descubierto hasta el momento?

El hallazgo arqueológico lo realicé en 1996, en el marco de las prospecciones arqueológicas que llevaba a cabo para la realización de la Carta Arqueológica del municipio de Artenara. A finales de los años 80 ya había visitado el poblado de cuevas excavadas de Risco Caído, que ya entonces estaban abandonadas. Pero no pude verlas bien, porque una fuerte granizada que cayó en el lugar de forma repentina hizo que me marchara del sitio dado que temía que no pudiera cruzar el barranco si la tormenta arreciaba. En 1996 pude ver las cuevas con más detalle y descubrí los grabados de triángulos púbicos en las paredes interiores de dos de las cuevas artificiales, situadas en el extremo norte del poblado. Una de ellas estaba provista de una gran cúpula excavada que me sorprendió entonces, dado que este tipo de construcciones no existía en la cultura de los canarios. La cueva impresionaba por sus dimensiones y el perfecto tallado de la cúpula, además de por la presencia de los grabados rupestres en su interior. La cueva estaba llena de paja, al igual que la contigua, la ‘C7’, que también conservaba manifestaciones rupestres en las paredes interiores. Las dos cuevas estaban dotadas de puertas de tea, y hasta el momento de su abandono, sobre los años 60 del siglo XX habían sido utilizadas como pajeros.

Desde que iniciamos los estudios hemos avanzado mucho en la comprensión y verdadero significado de este monumento arqueológico. En primer lugar, y esto resulto realmente sorprendente, es que oculto por el pajero se encontraba en realidad uno de los templos más paradigmáticos de toda la “arquitectura de lo sagrado” de los antiguos canarios. Desde el punto de vista constructivo el monumento religioso es muy original, son cuevas excavadas, con las entradas principales orientadas al naciente. Una  de ellas, la que esta revelando más información,  denominada ‘C6’, presenta una cúpula tallada en la roca a cinco metros de altura del suelo, la cual se apoya sobre las paredes de la cueva  que también fueron talladas para formar una figura de tendencia cilíndrica.

Este templo troglodita tiene dos puertas de acceso: una abierta al Este, que en el momento de su descubrimiento carecía de puerta y el hueco se encontraba cerrado por un muro de piedra seca;  y otra al Sur, que parece más reciente, aunque en origen pudo ser más angosta.  Además en la cúpula, que tiene la forma de un casquete esférico perfecto, se abre un conducto de unos dos metros de largo por 1,10 de altura, por donde entra la luz del Sol cuando este asoma tras las montañas, que conforman el horizonte local del monumento.

¿Cuál es el significado del juego de luces que entra por el ventanal superior?

Los rayos de luz solar penetran en el interior de la cueva, durante seis meses del año, entre los equinoccios de primavera y otoño. Es decir, entre Marzo y Septiembre. Se proyectan en la pared Oeste de la cámara, donde los canarios realizaron numerosos grabados rupestres, que representan sobre todo triángulos púbicos femeninos y cúpulas de diferentes tamaños. Además, en las paredes y sobre todo en los suelos, tras las excavaciones arqueológicas, se encontraron bajo una capa compactada de tierra y paja, numerosas cazoletas excavadas. Estas formas, también denominadas cúpulas, se relacionan, como sucede con los ideogramas del triángulo femenino, con la fecundidad. La reiteración de ideogramas relacionados con la fertilidad que aparecen en el interior de estas cuevas, le confieren un carácter de lugar de culto de los antiguos canarios.

El templo troglodita funcionaba además como un calendario astronómico muy preciso, dado que en base a este ingenioso mecanismo, como lo es la entrada de la luz solar por el conducto hacia el interior de la cueva iluminando los grabados rupestres, se podía saber con precisión el inicio de los equinoccios de primavera y otoño y del Solsticio de Verano.

Pero donde se han producido hallazgos de extraordinario interés es en lo referente al funcionamiento como marcador astronómico de la Cueva ‘C6’ del templo de Risco Caido, dado que hemos podido comprobar durante esta primera fase de investigación que esta cueva artificial dotada de una cúpula excavada a cinco metros del suelo, era en realidad un calendario astronómico que marcaba, mediante la entrada de luz solar y lunar, a través de un conducto practicado en la cúpula, los solsticios y los equinoccios.

¿Cuándo se puede apreciar mejor este fenómeno?

Durante al menos los seis meses del año comprendidos entre Marzo y Septiembre, en el interior de esta cueva se produce una secuencia de imágenes logradas entre la figura proyectada por la luz solar al atravesar el conducto artificial, que fue labrado para que formara imágenes distintas según la declinación del sol y los grabados realizados en la pared Oeste de la Cueva.

¿Se conoce cuál es su significado?

Estamos trabajando en la hipótesis de que esa secuencia de imágenes, que se proyecta en determinadas épocas y horas del año, en el interior de la cueva sobre el mural de los grabados, constituya en realidad un relato que nos habla del ciclo agrícola del cereal y de rituales relacionados con la renovación cíclica del tiempo, que rigen la renovación de las reservas alimenticias. Es decir, los rituales que aseguran la continuidad de la vida de la comunidad entera.

Una historia mítica, que escenifica la fecundación de la tierra, por medio de una imagen luminosa que entre los meses de Mayo y Junio adopta la forma de lo que parece un enorme falo, que toca primero y cubre a continuación los grabados que representan el pubis femenino, que quedan enmarcados en el interior de esa imagen luminosa. Entre los meses de Marzo hasta Abril y Agosto, en fechas próximas a los equinoccios,  la imagen proyectada por la luz solar, en el interior de la cueva, cambia radicalmente y de la forma fálica que se repetía entre los meses de Mayo y Junio, se pasa entonces a una imagen antropomorfa, que se nos parece una mujer de lado mostrando su avanzado estado de gestación. Se trata de una imagen luminosa, exenta en medio de la oscuridad, es una visión que sobrecoge. Durante una hora, esa imagen va transformándose en lo que parece una semilla que penetra en el grabado de triángulo púbico de mayor tamaño de todo el panel, para acabar introduciéndose como un foco de luz en un gran orificio a modo de cúpula que conecta con el pubis a través de un canal, por donde baja la luz solar en forma de semilla. Luego ese foco de luz sale de la cúpula y se extingue como un punto apenas perceptible en la pared, bajo el gran triángulo. Es algo realmente sorprendente. Las imágenes continúan proyectándose cada vez durante menos tiempo hasta que poco después del Equinoccio de Otoño, la luz deja de penetrar por el conducto de la cúpula.

Pero esta cueva-calendario aporta nuevas sorpresas a medida que se avanza en las investigación, así hemos podido comprobar recientemente, como la luna llena del Solsticio de Invierno cuyo azimut del orto coincide con el del sol en el Solsticio de Verano, también ilumina el interior de la cámara penetrando por el conducto y formando las mimas imágenes que durante el solsticio de verano. Sorprendente es este hallazgo.

Entonces, todavía faltan muchas cosas por averiguar en Risco Caído, ¿cuáles son los próximos pasos a seguir?

El Cabildo de Gran Canaria se ha propuesto poner en valor el sitio arqueológico, para lo cual, una vez adquirido el yacimiento, está llevando a cabo una serie de actuaciones dirigidas a frenar el proceso destructivo que afecta al complejo troglodita de Risco Caído y que en una primera fase se está centrando en el área donde se ubican las cuevas que conforman el templo-calendario, para posteriormente extenderlo al resto del yacimiento.

Paralelamente a los trabajos de restauración y conservación del monumento, se están realizando  trabajos arqueológicos que afectan tanto al complejo cultual de Risco Caído, como al entorno, en base a prospecciones arqueológicas por todo el ámbito de Barranco Hondo y tierras limítrofes.

¿En qué consisten las próximas actuaciones?

El proyecto continúa con una nueva fase de trabajos de restauración y conservación. El levantamiento fotogramétrico de los paños de pared con grabados donde se escenifican los eventos solares, y lunares. Excavaciones y prospecciones arqueológicas en todo el entorno encaminadas a descifrar el verdadero significado de este extraordinario yacimiento, un portento de imaginación y tecnología, cuyo mecanismo de funcionamiento ha llegado intacto hasta nuestros días. Eso es lo verdaderamente importante, porque es como si los arqueólogos del futuro se encontraran con un mecanismo que permitiera ver una película grabada por una cultura desparecida que no dejo textos escritos.

¿Cuántas personas trabajarán en esta excavación?

Este proyecto se lleva a cabo de forma interdisciplinar y los equipos humanos fluctúan según que aspecto del proyecto se esté desarrollando

Durante el verano las cuevas han recibido visitas y ahora se cierran las puertas, ¿afectan de algún modo las visitas a los grabados?

Desde luego la conservación del monumento es lo prioritario, no solo estamos trabajando en los problemas de conservación de las cuevas, afectadas por graves derrumbes, analizando las causas y aportando medidas de conservación para cada caso, sino que también estamos estudiando los efectos de las visitas al monumento. Por ejemplo, tenemos que resolver el acceso del público al interior de las cuevas, porque no se puede pisar el suelo, que tienen tanta importancia como las paredes y todo el interior.

El suelo fue labrado en un estrato de toba muy endeble, y en él se excavaron numerosas cazoletas. Además, hemos detectado que en parte fue tratado con almagre rojo en unos casos y en otros recibió un enlucido a base de tierra cernida y otros componentes que ahora estamos analizando. Por todo ello, tenemos que plantearnos que las visitas sean en grupos muy reducidos y que el espectáculo de la luz pueda verse desde fuera.

¿Qué iniciativas se llevan a cabo para acercar el hallazgo a la sociedad?

El Cabildo y el Ayuntamiento de Artenara financian la creación de un centro de interpretación del monumento que está ubicado en el casco del municipio y que esperamos pueda abrirse en el próximo año. Además, se trabaja también en la instalación de cámaras en el interior de la cueva ‘C6’, para que en tiempo real y desde cualquier parte del mundo se pueda ver lo que sucede en el interior de las cuevas entre los meses de marzo y septiembre, conectando a través de una página Web en la que ya se está trabajando.

CanariasAhora, 13-10-2013

El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada (Gáldar) desarrolla en octubre una propuesta dirigida a personas mayores

El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada (Gáldar) desarrolla en octubre una propuesta dirigida a personas mayores

El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada desarrolla en octubre una propuesta dirigida a personas mayores. 

La actividad ‘Cueva Pintada, las plantas medicinales y el saber de los mayores’, incluye, desde mañana, un taller sobre el uso de las plantas en época prehispánica. ‘Cueva Pintada, las plantas medicinales y el saber de los mayores’ es una propuesta del Museo y Parque Arqueológico, gestionado en Gáldar por el Cabildo de Gran Canaria, que se inicia mañana, 1 de octubre, Día Internacional de las Personas Mayores, y se prolongará durante todo el mes.

La actividad, que se inscribe en los programas públicos de Cueva Pintada, aúna la visita por el Museo y Parque Arqueológico con un taller para personas mayores, a las que se dará a conocer el uso de las plantas, especialmente de las utilizadas con fines medicinales, en la etapa prehispánica. La iniciativa persigue, asimismo, que los participantes intercambien sus conocimientos y vivencias respecto a esa temática.

“Se trata de animar a nuestros mayores a que disfruten, de forma activa, de los equipamientos culturales con los que cuenta el Cabildo”, según su coordinador general de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos, Larry Álvarez.

La excelente acogida de esta actividad por parte de varios centros de mayores del municipio de Gáldar (CEPAS y clubes de la tercera edad) ha propiciado su prolongación a lo largo de todo el mes, con la posibilidad de que otros centros y asociaciones de mayores se inscriban llamando al Servicio Didáctico de la Cueva Pintada (928 895 489 – Ext. 18).

LVTF, 30-9-2013

Giampiero, el arzobispo de Telde

Giampiero, el arzobispo de Telde

La promoción de monseñor Gloder, titular teldense, al ser nombrado jefe de la escuela diplomática del Vaticano, mantiene viva la historia de la primera sede episcopal canaria.

Antonio José Fernández

El escudo de la localidad ya lo recuerda, y no sólo con el báculo episcopal, sino también con una leyenda latina en la que se deja bien claro que fue Telde la primera ciudad y sede episcopal de las Islas Afortunadas. El ’culpable’ de todo ello no fue otro sino el Papa Clemente VI, quien en noviembre de 1351 dictó una bula, denominada Coelestis rex regum, en la que nombró a los primeros obispos de Canarias y los situó estratégicamente en Telde, uno de los dos guanartematos en los que estaba dividida la Isla. Ciertamente, y de producirse, el paso de estos fue efímero por el municipio. De hecho, se cree que ninguno de los cuatro sobre los que tiene constancia -antes de que se procediese al traslado del obispado hasta El Rubicón, en Lanzarote - surcó jamás los mares hasta alcanzar las costas grancanarias. Esa al menos es la teoría que defienden los historiadores.

El Ayuntamiento celebró en noviembre de 2001 el 650 aniversario de la fundación, y entre sus múltiples planes se incluyó la creación de una escultura que recordase a la figura de estos cuatro precursores. Lo cierto es que nunca se llegó hacer. Por eso, para tener un vago conocimiento de su existencia, vida, obra y milagros hay que recurrir a trabajos firmados por especialistas en la materia como el historiador Antonio Rumeu de Armas, el mismo que diseñó el blasón de Telde y que en 1960 editó un libro sobre la historia de este Obispado de Telde, que sigue presente en la historia de la Iglesia, con obispos titulares, pero sin territorio real, y que ahora retorna a la actualidad al promover el papa Francisco a Giampiero Gloder a a arzobispo, y hacer jefe de la escuela diplomática del Vaticano.

El origen de esta historia se encuentra en los continuos viajes que durante el siglo XIV realizaron mallorquines y catalanes hasta las Islas. Aunque la conquista militar no se produciría hasta los últimos años del siglo XV, ya desde una centuria antes se producirían expediciones de frailes y misioneros que patentizaron su interés por evangelizar a los antiguos pobladores canarios.

Dicha misión evangelizadora experimentó un gran impulso con la promulgación de la referida bula, hecho que tuvo lugar en Aviñón el 7 de noviembre de 1351. Por medio de esta, Clemente VI erigía en Diócesis a las Canarias y nombraba primer obispo de las mismas al carmelita fray Bernardo Font, quien, según defiende Rumeu, estaba en la ciudad francesa en el momento de dicho acto y allí recibiría la consagración episcopal.

Doctor en Sagradas Escrituras y con fama de excelsa virtud, de él se sabe que había nacido en Palma de Mallorca en agosto de 1304 y que había ejercido como prior del convento de los carmelitas en la isla balear 28 años después de su nacimiento. Clemente VI confío en él como su mejor pastor y entendió que con su misión los aborígenes podrían alcanzar la luz de la fe verdadera al tener una persona "de buena vida y costumbres, instruida en la Ley del Señor". El Pontífice le encomendó fundar una catedral en las islas, condecorando con rango de ciudad al lugar elegido e imponiendo su nombre como titulación episcopal. Esta bula supuso, de facto, que se abandonase la conquista armada que algunos habían intentado sin éxito por una "auténtica misión de paz", concluye el investigador.

Apenas tres años después de su nombramiento, y sin que tenga constancia certera de que llegase a pisar Telde, Fray Bernardo fue nombrado obispo de Santa Giusta tras el fallecimiento del titular de aquella diócesis. Así, la plaza isleña quedaría vacante hasta 1361, año en el que Inocencio VI se decante por nombrar a Fray Bartolomé como segundo obispo. Un dominico que murió pocos meses después de su consagración.

Fray Bonanat Tarí sería el siguiente en la misión. Designado por Urbano V en 1369, miembro de la orden de los frailes menores al que el Sumo Pontífice nombró, sin titubeos, "obispo de Telde". Bajo su episcopado se organizaría en Cataluña la última de las expediciones misionales a Canarias. Las principales teorías fijan su óbito en 1390. Y lo hacen partiendo de que en 1392 Clemente VII dictó una nueva bula en la que otro dominico, el mallorquín Jaime Olzina, fue nombrado como cuarto obispo de la ciudad que llegó incluso a rescatar cautivos cristianos en el reino africano de Tremecén en 1378. A él es al que se le otorga mayor porcentaje de posibilidad de toma de posesión del obispado teldense con su presencia. Este último periodo se extendió hasta 1404, con el duro final que supuso la muerte de un grupo de frailes mallorquines a manos de los indígenas. Esta y otras circunstancias motivaron el traslado de Olzina a Zaragoza y la creación de un nuevo obispado en El Rubicón, Lanzarote, entre 1404 y 1485. Telde ya se había ganado un hueco en la historia de la Iglesia, que permanece al más alto nivel.

La Provincia, 29.09.2013

 

La lucha por la creación de la Universidad plena en Gran Canaria

Una historia que debe ser siempre recordada es la de la lucha por crear una Universidad plena en Gran Canaria. Tenerife, como siempre a lo largo de la historia, se opuso a cuaquier mejora que supusiera bienestar y progreso para Gran Canaria. Pese a ello, unidos todos los grancanarios, lo conseguimos.

Ofrecemos aqui un documental de 45 minutos que narra dicha historia. Una historia que no debemos olvidar y que debe servirnos de ejemplo sabiendo que cuando nos mantenemos juntos podemos hacer frente a la adversidad y a los ataques de nuestros enemigos.


El Cabildo de Gran Canaria compra dos cuevas con grabados rupestres

El Cabildo de Gran Canaria compra dos cuevas con grabados rupestres

Los consejeros del Cabildo de Gran Canaria, Auxiliadora Pérez y Larry Álvarez, visitaron este viernes dos cuevas artificiales excavadas por los aborígenes en Risco Caído (Artenara), de gran interés arqueológico y que la Corporación Insular acaba de adquirir por 40.000 euros.

El conjunto alberga grabados rupestres entre los que destacan una serie de triángulos invertidos, tradicionalmente asociados a representaciones de vulvas femeninas, así como cazoletas y canalillos relacionados con un almogarén.

Su singularidad radica además en la gran bóveda que corona una de las cuevas -todo un logro para la época en que fue excavada- así como en su interés desde el punto de vista astronómico.

En una de ellas, los antiguos grancanarios horadaron una especie de ventana para provocar un fenómeno que alcanza su plenitud en el solsticio de verano, cuando la luz incide en el interior bañando, sobre todo, el panel cubierto por los triángulos.

"Todos los investigadores consultados coinciden en que estábamos ante una oportunidad única para garantizar la salvaguarda, conservación, estudio y, en el futuro, disfrute de estas cuevas”, explicó Álvarez.

Aunque por sí sólo esto ya justificaría la compra, hay que recordar que todas las manifestaciones rupestres son Bienes de Interés Cultural y, como tales,  el Cabildo tiene el deber de protegerlas “algo que será mucho más fácil si son de su propiedad”, añadió Pérez.   

La compra de ambos espacios ha satisfecho tanto a los técnicos del propio Cabildo, que llevaban tiempo intentando que los hasta ahora propietarios aceptaran la oferta de la Corporación para venderla, como a expertos de la talla de Mauro Hernández, profesor del Departamento de Prehistoria, Arqueología, Historia Antigua, Filología Griega y Filología Latina de la Universidad de Alicante, para quien “el interés del conjunto justifica la compra de dichas cuevas”.

Las cuevas compradas por el Cabildo son las  número 6 y 7. Ésta última es la mayor del conjunto. Con 70 grabados, tiene planta cuadrangular, suelo, techo y paredes rectas debido al minucioso labrado de la piedra. El suelo está lleno de  cazoletas o surcos circulares que hacen prácticamente imposible el tránsito por su interior. Por ello, durante mucho tiempo estuvo cubierto por una gruesa capa de estiércol y, de hecho, para su uso como alpendre, en épocas más recientes, fue necesario rellenar esos huecos con piedras.

Por su parte, la número 6 presenta el labrado más complejo del conjunto y está decorada con unos 30 grabados. De planta originalmente circular, tanto paredes como techos son curvos, formando una cúpula de más de 4 metros de alto y en cuya cima se abre un orificio por el que, a modo de claraboya, penetra la luz.

[Información de Canarias7, 13-1-2012]

La Guancha de Gáldar y las instituciones

La Guancha de Gáldar y las instituciones

NICOLÁS GUERRA AGUIAR

Aunque no llega a alcanzar la cuarta parte del presupuesto asignado en el Cabildo grancanario para "representación, protocolo y propaganda", su consejería de Cultura y Patrimonio Histórico va a invertir -a lo largo de este año electoral- ciento cuarenta y tres mil euros en arreglo, vallado, accesos, señalización y limpieza del conjunto arqueológico de La Guancha-El Agujero de Gáldar que, desde 1949, ostenta el honor de haber sido el primer Monumento Histórico-Artístico declarado en Gran Canaria, año -si no me falla la memoria- en que figuraba don Sebastián Jiménez Sánchez como director provincial de Arqueología y a quien le debemos los segundos estudios.

Este amplísimo espacio costero también fue poblado por los aborígenes (aparte de las construcciones en el casco del pueblo), puesto que se conservan estructuras de viviendas distribuidas en distintos grupos y posibles vías ordenadas de acceso a las mismas. Junto a ellas, armazones considerados como túmulos funerarios -de ahí la denominación de Necrópolis- que demuestran la ordenación jerárquica de nuestros antepasados, pues desde el punto central (reservado al guanarteme) se localizan enterramientos que se van alejando de él según el rango social de quienes los ocupan y a la manera de anillos concéntricos.

Para los arqueólogos no existe la menor duda de que bajo la tierra permanecen ocultas otras construcciones que aparecerían a poco que se comiencen prospecciones y limpiezas. Sin embargo, su estado de abandono es lamentable. Hace pocos meses que estuve por aquellas lomas con don Antonio Gil -presidente del Casino- y la impresión no pudo ser más triste y apenada, pues el contraste con la primera visita que realicé es notabilísimo. Mirando atrás en el tiempo, tuve la gran oportunidad de caminar desde los once o doce años por aquellos espacios, sacros para mí, pues mi doble condición de canario y galdense me hace experimentar una multiplicada sensación cuando recorro -en el silencio de los atardeceres o en los despertares mañaneros- lugares de sentimientos y civilizaciones prehistóricas mientras Italia, por la misma época, florecía con la belleza de los edificios renacentistas.

Y por allí anduve con don José Miguel Alzola y don José (Pepito) Naranjo, impresionante personaje éste que no había pisado las aulas universitarias (tenía alguna relación laboral con el Museo Canario) pero cuyos comentarios eran respetados y muy tenidos en cuenta por la extraordinaria preparación práctica -obtenida a pie de investigación- que tenía sobre la Necrópolis y todo lo relacionado con la cultura canaria anterior a la conquista. No sé qué podrá hacerse con los ciento cuarenta y tres mil euros; no sé qué se entiende por "arreglo"; pero es indiscutible que la recuperación, mantenimiento y posterior investigación de los casi cien mil metros cuadrados no se consiguen -ni por asomo- con tan exigua cantidad: en una primera acción no sólo se tratará de renovar el vallado, limpiar, restaurar algunas estructuras sino que, y sobre todo, es urgente un servicio de vigilancia para que no comiencen a extenderse perímetros urbanizables y ocupen los históricos espacios legados por quienes allí vivieron y allí -tal vez- permanecen, aunque sin palabras.

Meritoria, sin duda, es la labor realizada por la consejería cabildicia que dirige el señor Rosales Pedrero en trabajos relacionados con la conservación del Patrimonio. Claros ejemplos -y es para mí una gran satisfacción reconocerlos como galdense y canario- son el arreglo del órgano de la iglesia de Santiago o la finalización e inauguración de la Cueva Pintada de Gáldar, conseguidas éstas al paso de varios decenios de trabajos -a veces improcedentes- iniciados en la época del señor Saavedra Acevedo, allá por los años ochenta, y continuados en los mandatos de otros presidentes. Pero es bien cierto también que una labor de la trascendencia que representa la investigación arqueológica exige más presupuesto (a lo mejor se podría retrotraer de algún capítulo económico excesivamente cargado, ejem).

Desconozco, por otra parte, las intenciones -si las hubiera o hubiese- de la viceconsejera de Cultura del Gobierno de Canarias, afincados y solidificados (ella y el organismo) en la isla tinerfeña. Supongo -he de suponer- que la señora Xerach Pérez, doña Dulce, sabe, conoce, es consciente, está al día de la existencia de La Guancha (añadamos "-El Agujero", por si la igualdad toponímica la hace pensar en el municipio norteño de Tenerife, entre Los Realejos e Icod de los Vinos). Ignoro si alguna vez (en su trayectoria político-cultural) ha sabido de su importancia, de que es parte muy valiosa y sustancial de aquello que se llama patrimonio, conjunto de bienes culturales que están en Gáldar porque Gadar, Agaldar, Aregaldan, Aregaldar, fue capital prehispánica. Pero sí sé -porque escrito está- que dentro de sus funciones como tal viceconsejera figuran, de una parte, el control de las competencias en materia de patrimonio histórico y cultural en coordinación con los Cabildos. Y, de otra, ejercer las facultades de la Comunidad en aquel tema e incoar expedientes de declaración de Bien de Interés Cultural.

En este segundo apartado lo más sencillo está hecho desde 1949, es decir, la consideración oficial de Monumento Histórico. Lo que queda es complejo: ejercer como viceconsejera porque, claro, el verbo significa hacer uso de una virtud (que, en este caso, ha de ser aplicada en Gran Canaria). Y eso, quién lo duda, exige coherencia, rigor, desapasionamiento y visión universal, cualidades no al alcance de todos los seres vivos.

Golosina del Guiniguada

Golosina del Guiniguada

Consejos que dio a los nuestros que asentasen su real en un lugar que les enseñó, que se desial Geniguada, que era lugar fuerte y eminente y a la bista del puerto y sus nauios, con agua bastante y el rrio de Geniguada que lleuaua agua perpetua a la mar que pasaua a el pie deste sitio, el qual se dise ahora del rreal de las Palmas (...)". Esta crónica, escrita en castellano viejo es una de las primeras referencias que hace el conquistador de Santa Brígida, según recogen Pedro González Quintero, Marco Moreno Benítez y Alejandro Ascanio Padrón en el libro Historia de la villa de Santa Brígida.

Tasaute, que al poco del hecho se convierte en el tercer núcleo de Gran Canaria, fue ya, en el siglo XVI, una verdadera ambrosía para los repartidores de tierras, tanto, que siguiendo la máxima de el ´que reparte se lleva la mejor parte´, los mismos que tenían que cortar en tiras siguiendo la línea de los barrancos esa tarta llamada Gran Canaria se quedaron con los mejores bocados de lo que entonces era conocido simplemente como El Lugar de la Vega, y que también ocupaba territorio del actual municipio de San Mateo.

El castellano, cuando llegó a la isla, encontró en el lugar una sociedad afianzada, en un territorio transformado a partir de lo que, previsiblemente, fuera un reducto de la laurisilva de la Isla y al que sólo le quedaban madroñales y lentiscales, entre otros, pero no la frondosidad de un bosque como el de Doramas.

Manuel Lobo, en la obra citada, dice que Satautejo, o Tasautejo, "sitio piropeado por sus buenos aires, que andando el tiempo se llenaría de arboledas, heredades y buenas huertas, entra de lleno en la historia de Gran Canaria desde los primeros momentos, al ser considerado como una zona fértil, donde existían poblados de canarios".

Y hasta allí subía el hombre continental a realizar sus correrías, tanto a robar aquel ganado que ya había dejado de ser prehispánico como a "matar indígenas". Inmediatamente por su cercanía al Real de Las Palmas y dada su feracidad y belleza, el actual Santa Brígida se convierte en lo que también más o menos es hoy, en una zona residencial "para solaz" del poderoso y también en punta del abastecimiento de productos de sus huertas, donde se levantaron haciendas, fábricas agrícolas, domésticas y religiosas, de tal manera que ya en 1514 la hoy villa producía nada menos que 20.000 arrobas de caña dulce, producidas en su ingenio, uno de los primeros de Gran Canaria, colocado en La Angostura.

¡Que vienen los piratas!

Quizá, como dice hoy su cronista de fortuna, Pedro Socorro, el estar embutido entre volcanes, le produce a Santa Brígida un estado de erupción permanente, que ya se manifestaba desde los primeros tiempos en las guerras por el agua que, por una azada, o cientos de ellas, terminaban en pleitos ante la Audiencia de Granada.

Pero es en 1599 cuando Sataute, con sus milicias de La Vega, se llena de gloria al mando de un señor llamado Antonio de Pamochamoso, teniente de gobernador, que monta una trampa al pirata Van der Doez en un bosque de lentiscos, desbaratándole al holandés una invasión que ya subía por las barranqueras tras arrasar con el Real.

Sólo un poco más tarde ya hay en aquellas huertas cereales, cañas, viñas, parrales, frutales y colmenas. Y, en 1610, la raspadera ya llegaba hasta el fondo de la Caldera. Daniel Bandama, en 1610, deja un recado por escrito: "He plantado la viña de La Caldera, lo que cuesta a día de hoy 2.000 ducados. La malvasía se da bien y mejor que compre otro viñedo". Con semejante rebumbio se puebla de "indígenas, castellanos, andaluces, vizcaínos, portugueses, flamencos, moriscos y esclavos negros".

Pero, en cualquier caso, y según apunta Socorro, "históricamente ha sido un pueblo callado, sojuzgado al dictado de los grandes propietarios de la tierra y el agua, y dotado de un gran complejo de inferioridad. Tanto que desde mediados del XX los dirigentes políticos han querido ver el futuro de la villa ligado a grandes obras, grandes edificios, un modo de parecernos a una gran ciudad, cuando su encanto siempre ha estado en su paisaje, su carácter, los vestigios de su singular pasado, en el alma tranquila y sosegada de aquel pueblo que creció al borde de un barranco a comienzos del XVI".

"Santa Brígida", según el mismo autor, "fue poblándose excesivamente, en un proceso que se acentuó sobre todo a partir de 1960, con unos promotores ávidos de terrenos a buen precio para el disfrute o la reventa, donde primaba más el urbanismo que la urbanidad. En principio fueron las familias acomodadas de la ciudad que buscaban aquí su segunda residencia en el campo, con sus mansiones de factura clásica y centroeuropea. Posteriormente, otras familias de clase media, en número considerable, trasladaron su residencia a la villa, estableciéndose fundamentalmente en Tafira y El Monte gracias al desdoblamiento de la carretera del Centro, y dando lugar a una nueva tipología arquitectónica en el pueblo: chalés ajardinados, reemplazando a las antiguas casas campesinas. Santa Brígida ha crecido muy aprisa y en tan poco tiempo, que hasta los viejos mojones que marcaban los límites han desaparecido, dando paso a una continuidad urbana desde la ciudad. Aun así, es una vieja y bella dama, con mucha vida, grandes retos, tiempos nuevos y algún que otro ruego".

Una villa en vilo

Antonio Díaz, su actual alcalde tras un convulso mandato que culminó con la dimisión del anterior alcalde, sostiene que, no obstante, "la villa ofrece una combinación entre lo urbano y la naturaleza perfecta", que sigue "conservando un gran número de espacios verdes, sin olvidar la dotación de servicios en las distintas zonas residenciales, lo que hace que sea el lugar ideal para vivir".

En este sentido, subraya que su equipo de gobierno se ha embarcado en "la reforma del casco histórico, que ha subvencionado el Cabildo con más de un millón de euros", lo que lo convertirá, dice, " en un referente de turismo de interior. Además, estamos mejorando las urbanizaciones de La Grama, Cuesta La Grama y Las Brisas, con un proyecto que supera el millón trescientos mil euros y dotando a los barrios de las infraestructuras básicas necesarias, como saneamiento, alumbrado, contenedores, sin olvidarnos de parques infantiles y dotaciones deportivas".

Todo ello en un clima político marcado por una cadena de trasuntos judiciales que, de viejo, mantienen en vilo al vecindario, principalmente por la gestión urbanística y, ahora también, por la supuesta condonación de impuestos al grupo de empresas que estaban levantando el sempiterno centro comercial del casco de una localidad también llena de contradicciones, ya que con una de las rentas per cápita más altas de la isla..., no tiene ni una casa de la cultura.

Información de: La Provincia, 26-11-2006

Recordando Mis tiempos, de Don Fernando de León y Castillo

Recordando <i>Mis tiempos</i>, de Don Fernando de León y Castillo

Como la historia se repite en Canarias, como demuestran los hechos actuales, conviene recordar -para animar a todos los grancanarios a la lectura de este libro imprescindible que ahora se reedita nuevamente- los siguientes pasajes de la autobiografía de Don Fernando en Mis tiempos (tomo 2, p. 308-309):

Conviene recordar que Gran Canaria, la isla más antigua, más rica y más importante, que había dado nombre a todo el Archipiélgo y fue su capital durante más de tres siglos, vivía en una verdadera postergación, sin que los Poderes públicos se cuidasen de fomentar su riqueza y de establecer las necesarias comunicaciones entre sus pueblos. La isla de Tenerife gozaba de todos los favores y protecciones oficiales, y sus representantes en Cortes se daban plausible maña para demandar y obtener mejoras. Tenerife veía ensanchar sus carreteras, sus puertos; contaba con su Instituto de segunda enseñanza, con todos los organismos necesarios para el desenvolvimeinto de su progreso y el mantenimienato de su preponderancia. Gran Canaria y las islas orientales, húerfanas de eficaz apoyo en la Corte, se veían en un total abandono, somentidas a un centralismo provincial notorialmente estéril para todo adelanto.

Contra mí se desataron en Tenerife todas las iras, sólo por cumplir con mis deberes, poniendo mi celo en obtener para mi tierra natal, que representaba, sin mermar ni oponerme a las concesiones hechas a la isla vecina, todos los beneficios que pude lograr. Contra mis amigos se desataron las turbas de Santa Cruz un día de Viernes Santo, que señala una triste fecha, escapados a las turbulencias y al motín de las calles, donde se dieron voces de muerte [contra los representantes de Gran Canaria], merced a la intervención armada, que evitó una jornada de tremendo duelo, pero que permanece como un día de infeliz memoria.

Roto tan violentamente todo lazo espiritual de unión, se ha ido acumulando el odio de una enemistad tan irreductible, que hasta la vida de relación, política y administrativamente se ha hecho imposible. La división de las dos grandes agrupaciones insulares, moralmente se ha realizado por la fuerza de los hechos. Prudente será, como medida justa para que ambas puedan desenvolverse, que se traduzca definitivamente en las leyes, y a ello se llegará.

Recreación histórica de la bajada a la Capital de Ntra. Sra. la Virgen del Pino, Patrona de Canarias

Recreación histórica de la bajada a la Capital de Ntra. Sra. la Virgen del Pino, Patrona de Canarias

La Concejalía de Patrimonio Histórico prepara ya las próximas Jornadas de Patrimonio Histórico de Teror, que se celebrarán del 25 al 28 de abril de 2007, y que tendrán como tema Las Bajadas de la Virgen del Pino a Las Palmas de Gran Canaria, con motivo de la celebración del cuarto centenario de la primera Bajada.

Como es costumbre, las jornadas se cerrarán con una recreación histórica en las calles del casco histórico de Teror, que en esta ocasión tratará de escenificar una Bajada de la Virgen Nuestra Señora del Pino, Patrona de Canarias. Por esta razón, la concejalía de Patrimonio busca extras y actores que quieran participar en esta representación, el 27 de abril, ya que se requiere de un gran número de participantes en la escenificación.

Las personas de todas las edades que se quieran sumar a esta iniciativa pueden dirigirse cuanto antes a la Concejalía de Patrimonio Histórico (teléfono 928 61 36 09) o al correo electrónico cultura@teror.es.

Información de: CanariasAhora.com, 17-11-2006

Apuesta por el molino de gofio

Apuesta por el molino de gofio

ANTONIO QUINTANA

La villa grancanaria de Ingenio ha contado en su historia con una veintena de molinos de gofio, la mayoría de los cuales está en estado ruinoso o inservibles. El pleno del próximo jueves tratará una moción que pretende seguir recuperando estos inmuebles y que una cooperativa gestione uno para moler gofio y lograr una marca comercial.

"Todo lo que sea recuperar el patrimonio histórico y cultural de Ingenio, respetando las características históricas de los inmuebles merece aprobación y aplauso". Así se expresaba ayer el cronista oficial de la villa, Rafael Sánchez Valerón. Y el molino de gofio es uno de los elementos característicos de Ingenio, pues servía a muchas familias para moler el millo, la cebada y el trigo para su posterior utilización en la cocina doméstica, así como para su uso comercial.

Hasta una veintena de molinos de gofio se han levantado en los últimos cinco siglos en las diferentes zonas de Ingenio y Carrizal. Pero, ninguno de ellos sigue en activo. Según apuntó el cronista la mayoría de los molinos dejaron de producir en la década de los setenta del pasado siglo. El último de los molinos históricos que molía millo para convertirlo en gofio fue el de sor Josefa Morales, en la plaza de Carrizal, hace poco más de cinco años.

Los diferentes molinos de Guayadeque, Ingenio y Carrizal han sido movidos por el agua -a través de acequias terminadas en canales o cubos-, por el viento y por el fuego o motor. También hace un año se ha montado otro molino de gofio movido por electricidad. La realidad de los molinos y su recuperación será debatida en el próximo pleno ordinario de Ingenio, previsto para este jueves. Una moción presentada por el portavoz del PSOE, Juan Díaz, dará oportunidad a los diferentes grupos para pronunciarse sobre la necesidad de montar un molino de gofio industrial con una marca registrada de gofio de Ingenio. Los socialistas proponen la creación de una cooperativa de agricultores. Le corresponderá al Ayuntamiento, a través de la Agencia de Desarrollo Local, elaborar un proyecto de viabilidad.

"Entendemos que se puede recuperar parte de nuestra historia industrial, patrimonio cultural y comercial, que tantas penas ahogó en una etapa de nuestra historia y que puede propiciar la creación de empleo", argumenta Juan Díaz. De suyo en la moción se propone que sea la Fundación para la Promoción y el Empleo la que realice un curso de formación con subvención municipal y de instituciones supramunicipales.

Siguiendo la costumbre de los antepasados que aprovechaban el viento para mover los molinos, ahora Ingenio, al igual que los municipios de la Mancomunidad del Sureste, Santa Lucía y Agüimes, están utilizando en la costa los aerogeneradores para posibilitar el bombeo de aguas usadas hasta el polígono de Arinaga para su depuración y reutilización.

30 años de ´Salvar La Guancha´

30 años de ´Salvar La Guancha´

M.J. MONZÓN

La Guancha galdense, y no de los ingleses, fue uno de los eslóganes que hace 30 años coreaban los 2.000 participantes en la primera manifestación en demanda de la protección de nuestro patrimonio histórico celebrada en Gran Canaria y que supuso en aquella época, en la que comenzaba la Transición española, todo un impulso a la concienciación ciudadana sobre la situación de los yacimientos arqueológicos isleños.

30 años después, Javier Quesada, quien junto a Antonio Rodríguez fueron los promotores de la manifestación, recuerda el gran impacto mediático y social que la convocatoria a la manifestación Salvar La Guancha tuvo en toda la Isla. Así recuerda cuando fueron llamados por el entonces gobernador civil Francisco Laína, para que explicasen qué "diablos" era lo que pretendían con esa manifestación, y ellos, con apenas 21 años de edad, respondieron muy seguros que "reclamar la atención que la necrópolis de La Guancha en particular y todo el patrimonio arqueológico en general merecían", logrando así los permisos necesarios para celebrar una manifestación que sacudió a toda la Isla.

Artistas como Pepe Dámaso, Toni Gallardo, Martín Chirino, Jane Millares, intelectuales como Celso Martín de Guzmán, quien se encargó de leer el manifiesto, y una juventud isleña deseosa de libertad, se sumaron a esta manifestación en la que ondeó al ritmo de Tam, tam, tam que viva Tamarán, la bandera canaria con siete estrellas reclamando la protección de un legado arqueológico de los aborígenes canarios.

La preparación de la manifestación contó con un centro logístico ubicado en la calle Tazarte, donde los días previos se reunían los jóvenes galdenses preparando las banderas, las pancartas y eligiendo los eslóganes que acompañarían la manifestación ciudadana.

Sin incidentes

Una de las principales preocupaciones de los organizadores fue la de intentar por todos los medios que la convocatoria no se saliera de la estricta reclamación sobre el patrimonio, ya que la noche anterior, el Mpaiac repartió unas octavillas reivindicativas, por lo que se pensó que las fuerzas de seguridad podrían actuar contra los manifestantes, lo que finalmente no ocurrió.

Según relata el historiador Sebastián López, esta manifestación tuvo mucho eco a pesar del miedo que todavía existía hacia el aparato franquista que empezaba a desaparecer, y también dio sus frutos, ya que a los pocos meses llegó la declaración de interés general para El Agujero, pero la burocracia en la que están sumidos los expedientes de protección de los yacimientos arqueológicos eternizó la misma en el tiempo.

Hace 30 años, según decía el manifiesto que se leyó para cerrar la manifestación, "el pueblo canario, por fin ha hablado", aunque 30 años después, La Guancha sigue reclamando atención, ya que a pesar de estar declarada como Bien de Interés Cultural desde la década de los 40, la necrópolis sigue sumida en el abandono institucional, pues las únicas actuaciones que se han acometido en los últimos años han sido el vallado del recinto y alguna que otra campaña de limpieza.

Así, la demanda sobre la necrópolis que se levanta en El Agujero, la más importante de esas características que existe en el Archipiélago, sigue el 15 de julio de 2006 totalmente vigente y muchos esperan que una vez el parque arqueológico de la Cueva Pintada sea inaugurado, las instituciones vuelvan su mirada hacia La Guancha, y por fin, atiendan la demanda que 2.000 grancanarios efectuaron en julio del 76 al grito de "La Guancha canaria, la Gáldar milenaria".

El señor de la Cueva Pintada

El señor de la Cueva Pintada

B. HERNÁNDEZ

Una casualidad posibilitó su descubrimiento y la fortuna permitió que superara el tiempo, la humedad, los productos químicos de la agricultura, las visitas incontroladas y los desacuerdos políticos. Pero sin duda fueron el empeño, el trabajo, la visión de futuro y pasión de Celso Martín de Guzmán lo que ha hecho posible que el próximo día 26 de julio se inagure el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar.

El resultado final es «un proyecto que supera la idea del autor», indica el profesor del Departamento de Arte, Ciudad y Territorio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Sebastián López, quien destaca que «Celso es el gran nombre de la Cueva» y subraya la complejidad del trabajo porque se trata de «conservación de la pintura, excavación arqueológica y proyecto museístico abierto al público».

El primer cerramiento de la Cueva no fue adecuado, lo que unido a su uso como recurso turístico provocó un deterioro en la estructura que llevó a su cierre en 1982, pocos años después de abrise para ser visitado. Esta circunstancia fue la fuerza motriz que promovió un nuevo proyecto y una nueva dimensión de este bien cultural con el hallazgo de nuevas estructuras arqueológicas.

Y todo este proceso no se entiende sin la figura de Celso, convenciendo a las administraciones de la alta potencialidad y valor del yacimiento. El historiador galdense fue el primer director general de Patrimonio del Gobierno de Canarias, con Jerónimo Saavedra como presidente. Éste recuerda su «gran amor y pasión por la profesión y por la Cueva Pintada, su visión global y su vocación absoluta». En este sentido, José Antonio García Déniz, el consejero que lo nombró, primero asesor y luego director general, recuerda que la Cueva era «su obsesión». Señala que en los dos presupuestos que elaboró al frente de la Consejería de Educación y Cultura, a principios de los 90, «destinamos 60.000 euros cada año a la Cueva y había problemas para gastarlo, porque el trabajo era muy lento por su complejidad». Asimismo, indica que en este área «estaba todo por hacer y Celso asumía las penurias económicas con resignación».

A lo largo de los años, destaca Sebastián López, el proyecto de la Cueva Pintada ha vivido momentos de impulso y de paralización «pero ha tenido la suerte de que no siempre ha tenido coincidencias negativas y siempre encontró el respaldo del Ayuntamiento de Gáldar».

A este respecto, el concejal de Cultura, Ricardo Reyes, destaca que el Gobierno municipal siempre ha estado implicado en la medida de sus posibilidades «porque es absurdo pensar que un Ayuntamiento puede asumir un proyecto de estas dimensiones». La labor prevista en los próximos meses es acometer obras de repavimentación en las calles adyacentes «para dejar el entorno lo más adecuado posible».

Han sido muchos años, mucho trabajo y muchos nombres. Ángel Melián y Miguel Saavedra trabajaron en el primer proyecto con Celso Martín. «Eran unos soñadores y los sueños se cumplen», dice Josefa Medina, profesora galdense de los tres. José Naranjo, del Museo Canario, los estudios de José Miguel Alzola, el arqueólogo Manuel Fernández Miranda, el apoyo desde Madrid de Alfredo Morales, el rector de La Laguna Hernández Perera...nombres que también están grabados en la Cueva.

El secreto de la pintora

Una mujer. Uno de los datos que aporta la Cueva es que el friso es obra de una mujer. A ellas se deben algunas tareas de la comunidad y la familia, como las pinturas o la cerámica.

Preparación. Los estudios revelan que antes de hacer el mural, su autora preparó la pared para luego fijar los colores, indica Iñaki Sáenz.

Esbozo. Una vez preparada la base, la pintora realizó unos bocetos para luego pintar con los materiales de los que disponía, es decir, arcillas. Usa también la piedra.

Combinación. Iñaki Sáenz destaca que la pintura se hizo «de una sola vez» y mezclando figuras geométricas y colores, lo que la hace única y le confiere un gran valor.

Mensaje. Si bien los detalles de la obra han sido descifrados, no ocurre así con el mensaje que encierra y de cuya existencia están convencidos los expertos.

Secreto. No existe referencia en las crónicas de la Conquista de la existencia de la Cueva, quizá porque la ocultaron para protegerla.

El yacimiento tiene más de 1.000 metros sin excavar

En 1970, Josefa Medina era una licenciada en Bellas Artes que acudía a clases de restauración en la Casa de Colón con Julio Moisés y Pilar Leal. Así que cuando a éstos les fue encargada la restauración de la pintura de la Cueva Pintada ella se apuntó «de curiosa». Allí estaba cuando se produjo el primer cerramiento del recinto y apareció un tractor para abrir un acceso. Ella gritó al operario que parara quince minutos, tiempo en que llamó al secretario del Ayuntamiento y se presentó para que cesara el trabajo. También cuenta que, cerca de donde limpiaban la pintura «las cuevas estaban llenas de tierra y había un cuarto que parecía un basurero, donde un trabajador, con un sacho, sacó un cachito de lo que parecía ser un ídolo de Tara».

A partir de esa época, explica el arqueólogo de la Cueva Pintada, Iñaki Sáenz, se empezó a investigar con los restos y a recopilar datos de los vecinos. Agrega que «Celso Martín de Guzmán «siempre trabajó con la idea de que si existió Agáldar, estaba en tonor a la pintura» y se empezó a buscar. En este proceso trabajaron muchas personas y cientos de estudiantes de distintas universidades españolas e incluso extranjeras en diferentes campañas.

En estos estudios se concluye que la Cueva Pintada es parte de un complejo de cinco recintos -por fuera redondos y por dentro en forma de cruz con techo plano- que se abren en torno a una especie de pequeña plazoleta. Los trabajos, señala Sáenz, ya no deparan grandes sorpresas «pero siempre puedes encontrar algo nuevo». Para ello aún tienen muchas posibilidades, porque en el yacimiento todavía quedan dos parcelas de unos 1.200 metros en total de reserva sin excavar. Puntualiza el experto que «ahora tenemos los datos del poblado, pero aún queda que analizar los restos: saber qué cerámica era para agua y cual para grano, qué animales comían o porqué había casas más grandes que otras».

Sáenz destaca además la complejidad de convertir un yacimiento arqueológico en un museo visitable porque «hay que tener el triple de cuidado». Indica que se ha trabajado todo el tiempo con un sismógrafo para detectar cualquier movimiento que pudiera afectar a la pintura. Colocar las pasarelas que permite a los visitantes pasear sobre el poblado ha supuesto un enorme esfuerzo «porque se trabaja sobre el objeto que se va a exponer».

El nexo con padrón

El pintor galdense Antonio Padrón exploró a través de su obra el mundo mágico indigenista y en este sentido sintió una especial atracción por las pinturas geométricas de la Cueva Pintada, tal como explica el director de la Casa Museo Antonio Padrón de Gáldar, César Ubierna. Señala que el artista estuvo muy interesado en el periodo prehispánico y recibió el encargo del Ayuntamiento, a mediados de los 60, de hacer un proyecto para la Cueva. Padrón estudió «el proceso de elaboración de la pintura y cómo permaneció», dice Ubierna. La especial relación del pintor y la Cueva Pintada sera analizada y mostrada en la exposición que se prepara para el último trimestre del año.