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La Voz de Gran Canaria

El precio es Gran Canaria

El precio es Gran Canaria ROBERTO MORENO DIAZ

El Pacto entre ATI y el PP de Canarias no se va a romper. Como éste es un tema recurrente en la política canaria desde el pasado 14 de marzo y ya comienza a ser usado como cortina de humo para cubrir los continuos desaguisados del Gobierno, por inacción y omisión, en las más variadas vertientes políticas, es conveniente decirlo alto y claro. Van a seguir juntos. Les conviene seguir juntos ahora más que nunca. Al Partido Popular porque no puede permitirse el lujo de perder la mínima cuota de poder isleño ya que a nivel nacional el Gobierno Zapatero ya ha desplegado las velas y Rajoy da un espectáculo de político despistado, perdido y somnoliento, cuando no anclado en un pasado de cartón piedra. Si soltara amarras del Gobierno de Canarias el PP se vería confinado en la práctica a la isla de Gran Canaria en donde no tendría más remedio que enrocarse su líder, José Manuel Soria. El no nació para hacer oposición y a estas alturas del partido, menos. Pero eso es ya sabido.

A ATI, que ideológicamente adelanta por la derecha al PP las más de las veces, tampoco le conviene, también es sabido. Su base electoral se encuentra en una isla en la que el PP es fuerza simbólica y utiliza para su discurso los elementos más viscerales del resentimiento isleño sin mesura ni sonrojo. El mundo acaba en Anaga y comienza en Los Cristianos. Y cuando el socio molesto y ya estatalmente inútil se sale del plato, suenan tambores de guerra en los medios afines como para meter un poco de miedo, se hace alguna declaración, prontamente matizada, de “que vienen los rojos”, se utiliza a mi partido como espantajo y todo regresa a su cauce. La representación ha debido tener éxito de público porque se ha repetido tal cual varias veces desde marzo de 2004. El problema es que el espectáculo se cronifica, se convierte en algo con lo que molestamente hay que vivir, y se usa, como dije al principio, para cubrir las ya incontables vergüenzas políticas de éste, con diferencia el peor Gobierno de la historia de Canarias.

Lo más grave de todo no es eso. Lo peor de todo, creo yo, es que ya resulta evidente que el Pacto tiene un precio. El precio tiene nombre de isla, el precio es Gran Canaria. El peaje que los socios del Pacto de Desgobierno nos hacen pagar a todos es la paulatina, lenta, minuciosa, degradante deconstrucción de la isla de Gran Canaria. De acuerdo que siempre ha existido un ruido de fondo sobre el desequilibrio y el pleito que ya, de puro repetitivo, no se escucha, el umbral nos ha subido, nos hemos acostumbrado al sonido y ya es parte de nuestra vida. Pero en los dos últimos años, no me negarán que los decibelios han subido notablemente. Y para mí que están en marcha varias políticas claras que persiguen ese objetivo. Una, la clásica, la de quitar aquí y poner allí, incluye la discusión del traslado del Tribunal Superior de Justicia de Canarias a Tenerife, el espectáculo indigno de un Gobierno regional que segrega las islas en una Feria Mundial de Turismo, el traslado, vaciado o práctica desaparición de unas empresas públicas otrora residenciadas en Gran Canaria (como SOCAEM, SATURNO, ITC) o los comportamientos erráticos y extraños de otras como GRAFCAN con respecto a esta isla.

La segunda es la política de eliminación de señas identificativas con dos ejemplos de manual: el toma y daca de la Unión Deportiva, en trance de desaparecer, y la privatización de SIALSA, también en trance de desaparecer, junto con el resto de la ganadería. La eliminación injustificada de referentes en una Isla hace crecer los referentes de otras, mucho mejor gestionados y consolidados. Y sorprende que precisamente sea una institución pensada para velar por los intereses insulares, como un Cabildo, la que esté empeñada en dicha eliminación sistemática. Por último para terminar la enumeración, la política de cambio de objetivo de las infraestructuras, como por ejemplo reconvertir un pujante puerto comercial en un alambicado puerto deportivo de diseño, una locura denominada Gran Marina por algunos. Y por algunas.

Si hay una isla concreta cuyos intereses están objetivamente siendo vapuleados desde que Adán Martín y José Manuel Soria están en sus respectivas poltronas es Gran Canaria. Por acción y omisión. Y por extensión y debido al peso que tiene en el conjunto canario, Canarias retrocede. El precio, un canon descabellado, aparentemente hay quien está dispuesto a pagarlo por mantener un Pacto. Allá ellos y sus responsabilidades sociales a medio plazo e históricas a largo.

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*Secretario de Comunicación, Ciencia y Tecnología, PSC-PSOE y Consejero del Cabildo de Gran Canaria

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