Tenefé: las únicas salinas en activo de Canarias
MONTSE DE LEÓN ACUÑA
Las Salinas de Tenefé, ubicadas en Pozo Izquierdo, en el municipio de Santa Lucía, son las únicas de Canarias que continúan en activo al cien por cien. A partir de la segunda quincena de septiembre se abrirán al público como centro de interpretación de la sal, después de que el Consejo de Gobierno haya catalogado las salinas como Bien de Interés Cultural.
Como monumento histórico artístico del municipio, los visitantes podrán conocer cómo se extrae la sal, cómo se trata, podrán visitar una recién rehabilitada Casa del Salinero y acceder en una segunda planta a un museo con las herramientas que todavía utilizan los que trabajan en esta industria ancestral.
Las salinas, que ocupan una superficie de 20.000 metros cuadrados pertenecen al Ayuntamiento de Santa Lucía pero Chano Viera, tercera generación de una familia de salineros, las ha trabajado desde siempre. Es el salinero más joven de las Islas, a sus 29 años continua la tradición familiar y sigue a pies juntillas los consejos que en su día le dieron su abuelo y su padre, como "amar su trabajo y trabajar siempre de forma artesanal". Este joven despierto y amante de la ingeniería lo sabe todo sobre este conservante natural, y bajo la marca Sal de Canarias abastece de este producto a supermercados, panificadoras y hoteles. Sin duda, las Salinas de Tenefé han sido las más productivas de toda Canarias durante años con una producción media de 180-200 kilos de sal al año.
Para Chano Viera, la sal supone algo más que un trabajo, es su vida. "Estoy muy contento de que nombren a las salinas Bien de Interés Cultural ya que eso ha supuesto una reparación de las instalaciones y que la gente pueda conocer nuestro trabajo".
Asegura que trabajar en esta faena es muy duro, pero también reconoce que no es sólo la tradición lo que le empuja a continuar, sino por vocación. Un trabajo duro y poco reconocido, pero que le ha dado muchas satisfacciones. La empresa Sal de Canarias fue creada en el año 1994 por el Cabildo de Gran Canaria, Domingo Viera, padre de Chano, continuó la que había sido también profesión de su padre y el pequeño Chano con apenas 14 años ya sabía cómo debía tratar todos los tajos, término que utilizan los salineros para los montones de sal. "Yo lo vivía desde chico y me gustó siempre, pero reconozco que hoy en día le dices a un joven que venga a trabajar todos los días, domingos incluidos, por 900 euros y no lo hace". Chano Viera muestra cómo es su trabajo cada día. "Desde las ocho de la mañana estoy en las salinas y comienzo a examinar el estado de los tajos, hay una parte que es el picado de la sal, después se colocan en círculo y después la recogida. Digamos que durante seis meses del año hay mucho trabajo y hay que estar pendiente. Pero, aunque mucha gente no se dé cuenta, puedo decir que en Canarias producimos la mejor sal del mundo: sólo hay que compararla con la de otros lugares".
Información de: La Provincia, 13-8-2006
2 comentarios
Juan -
caca -
xao!!