La ignorancia es atrevida
JOSÉ A. ALEMÁN
Si quiere El Día que se le quite el Gran a Gran Canaria, está en su derecho, faltaría más. Si considera que de ese cambio depende que la reforma del Estatuto sirva para algo, vale. No creo que sirva ni por ésas, pero bueno. Si quiere convencer a sus lectores de que la pretensión ha provocado gran (con perdón) conmoción entre los canariones, puede cualquiera comprobar que no es asunto ni de conversación, oye.
Sólo me ocupé del tema en su momento para informar a los lectores de que la denominación de Gran Canaria ya aparece en las crónicas betancurianas e incluso antes. Como el editorialista santacrucero se permitió negar la existencia de Abreu y Galindo, que se refirió al origen del nombre de Gran Canaria, aclaré que Abreu existió porque ahí está su obra; otra cosa es que Abreu y Galindo fuera el seudónimo tras el que se ocultó su autor, para muchos Gonzalo Argote de Molina.
Ayer, domingo, se soltó El Día otra de a kilo. Según él, Viera y Clavijo empleaba la denominación de Canaria, no la de Gran Canaria. Lo que me obliga a volver sobre tan estúpido tema con ánimo de informar a los lectores; como cuando lo de Abreu.
Da vergüenza, la verdad, aclarar que Viera utilizó ambas denominaciones, como era usual en la época. Podría aburrirles con centenares de citas en uno y en otro sentido. Pero me limitaré al epígrafe 17 del Libro I de su Historia de Canarias , que tituló así: 17. De la Gran Canaria toman las islas el nombre genérico de Canarias .
Escribe Viera en ese mismo epígrafe: No se puede dudar que la fama de la isla de Canaria, su ruidosa conquista y la recomendación de sus circunstancias, que le adquirieron el carácter de Grande y la dignidad de capital, fue también causa de que su nombre absorbiese el de las otras y se difundiese haciéndose el genérico de todas.
De las ediciones de la Historia de Viera de que dispongo me remitiré, para que no se atribuya la cita a manipulación de la perfidia canariona, a la edición de Goya que en 1966 hiciera Alejandro Cioranescu. La cita aparece en las páginas 53 y 54 del volumen I, si alguien quiere ir a tiro hecho.
Para los noveleros añadiré que en la página 1.099 del volumen II, dentro del Índice general, aparecen registradas los centenares de citas de Viera a Gran Canaria a lo largo de su obra. Si es que existió Viera, claro.
Por lo demás, nada que objetar a la campaña contra el Gran. Cada loco con su tema. A lo mejor, quién sabe, de quedarse la isla en Canaria, a secas, podríamos los canariones recuperar nuestro gentilicio de canarios, vaciado por extensión al resto de las islas. Al menos, evitaríamos los intentos de imponer los de palmense, anterior al actual de palmeros para los habitantes de La Palma; o ese horrible laspalmense. Favor que nos harían.
La ignorancia es atrevida, oye.
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