El Estatut autorizado por el Gobierno del PSOE amenaza la solidaridad interregional y los ingresos canarios

Es más sencillo de lo que parece. Imagine que el Estado tiene que repartir cada año una gran tarta entre 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla). El invitado rico del festín, Cataluña, reclama un trozo más grande, porque para eso ha puesto más dinero para la fiesta. El resto de las autonomías, como no podía ser de otra manera, exige que su porción también engorde. El resultado: papa Estado tendrá que gastar más para ofrecer un pastel más grande, con lo que su bolsillo quedará medio vacío para compensar a los hermanos con menos recursos.
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O dicho de otra manera: el actual sistema de financiación español establece, en primer lugar, cuáles son las necesidades de gasto en cada comunidad (sanidad, educación, etcétera). Estas necesidades se cubren principalmente con los ingresos que se recaudan a través de los impuestos, y del llamado Fondo de Suficiencia, un bolsa de solidaridad que el Estado reparte entre las comunidades que no alcanzan a cubrir los gastos de los servicios que prestan con los tributos que recaudan.

Estos Fondos de Suficiencia son vitales para Canarias. Suponen el 45% de los presupuestos canarios para el 2006, es decir, nada más y nada menos que 2.700 millones de los 5.900 millones con los que cuenta la Comunidad canaria para afrontar sus gastos.

Ahora, el pacto alcanzado el pasado 21 de enero entre el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, y el líder de CiU, Artur Mas, plantea una difícil encrucijada. Y es que el jefe de Estado ha dado el visto bueno a un nuevo modelo de financiación para Cataluña que supone el aumento de la cesión de impuestos para esta comunidad, es decir, un trozo de tarta más grande. Sin embargo, con este modelo, el Estado dispondrá de menos recursos para repartir entre las comunidades que lo necesiten.

Así, Cataluña recibirá el 50% de lo que recaude a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, frente al 33% que gestiona actualmente. El acuerdo también prevé un incremento de la cesión del IVA, que pasa del 35% al 50%, y de los impuestos especiales del 40 al 58%. De extenderse este modelo al resto del territorio, tal y como está previsto, la cesión adicional de impuestos supondrá un ingreso extra de sólo 350 millones de euros para Canarias, gracias a este aumento del IRPF y de algunos impuestos especiales (el IVA no se aplica en las Islas, y otros ya están en manos del Archipiélago).

No obstante, el PP calcula que la merma de los Fondos de Suficiencia, que pasarían según sus cálculos de disponer de 24.000 millones de euros a 5.000 millones, supondría un auténtico varapalo para Canarias, al igual que para las comunidades más débiles.

El responsable de Asuntos Económicos del PP en Canarias, Javier Sánchez Simón, calcula que a pesar de los extras por la cesión de tributos, en el balance final, «Canarias perdería más de 600 millones de euros al año, es decir, el 18% de sus ingresos» si no se reponen los fondos de suficiencia. Los populares advierten de que en cualquier caso, las soluciones que adopte el Gobierno para corregir el agujero que generará el nuevo reparto endeudará las arcas del Estado.

El PSOE desmiente tal extremo y acusa al PP de transmitir a la población una sensación de «alarmismo» que no corresponde a la realidad. El responsable del área de Economía del PSOE en Canarias, Blas Trujillo, recuerda que cuando el Gobierno de Felipe González decidió ceder el 15% de la recaudación del IRPF a las comunidades, el PP le acusó de «destruir España». «Sin embargo, años después, el Gobierno popular presidido por Aznar dio el visto bueno al aumento de los tributos hasta el 33%.

Además, Trujillo califica como una «desfachatez» las críticas de los populares al cambio del sistema de financiación: «los programas electorales del propio PP en Madrid, Cataluña o Valencia ya prometían incrementar el porcentaje de ingresos a través de la renta hasta el 50%». «En ningún caso, con los dos cambios anteriores, ninguna comunidad autónoma ha salido perdiendo recursos, y eso tampoco pasará esta vez». Trujillo está convencido de que el Estado logrará restituir los fondos suficientes para garantizar el equilibrio y la solidaridad, aunque, de momento, el Ejecutivo no da pistas de cómo hacerlo.

Los expertos manejan la subida de impuestos (el Gobierno central ya ha animado a las comunidades a hacerlo), o el desvío de presupuestos de ministerios «como Defensa» como posibles soluciones.