Recuperar nuestro Guiniguada: ´El parque del Guiniguada no es un proyecto para 50 años, sino para toda la vida´
Joan Busquets, el arquitecto que transformará el frente del Guiniguada y reunificará Vegueta con Triana, está convencido de que la obra devolverá "para siempre" a la ciudad el casco histórico perdido en los años sesenta.
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- El Ayuntamiento coloca su proyecto para reacondicionar el barranco Guiniguada entre los tres más emblemáticos de la ciudad, junto a la operación del istmo y el traslado de Infecar a El Rincón. ¿Cree usted que es posible iniciar su obra a corto plazo?
Creo que si tenemos el presupuesto, es una obra que puede empezar pronto, pero hay que hacer las cosas correctamente y cuando tengamos el proyecto general se podrá saber qué se hace por partes y qué no, y qué cosas pueden ir más deprisa y cuáles no. Es mejor no ir demasiado aprisa, pero tampoco demasiado lento porque si no, las cosas no se acaban nunca.
- ¿El sistema de financiación elegido, público, no condicionará la ejecución?
Estamos en un lugar de la ciudad en el que no cabe la financiación privada. Probablemente después de terminado este proyecto se puedan hacer pequeñas concesiones, como quioscos, pero sabemos que con quioscos no se van a pagar las obras, ni tampoco con un parking, aquí no hay chicha. Lo que hay que saber es que la ciudad hizo un día un scalextric que ya está amortizado porque ha dado servicio durante más de treinta años. Ahora se va a hacer este proyecto, que es muy importante porque es el frente de la ciudad y la relación de ésta con el mar, y eso también será rentable. Lo que se haga en régimen de concesiones será en todo caso para el mantenimiento posterior.
- ¿Puede condicionar esta actuación al resto del frente marítimo, como se critica que ocurre en el caso del istmo?
Todas las ciudades con costa necesitan un frente marítimo. Lo más importante en el Guiniguada es que el tráfico deje de
ser el protagonista porque en Vegueta y Triana deben serlo los peatones. Es un poco como el frente marítimo de Barcelona, en el que se han tomado decisiones duras, pero cuando el uso es sobre todo público, da mucha tranquilidad. Este proyecto es predominantemente verde y no condicionará imágenes más fuertes en el resto del frente de la ciudad. Dentro de cincuenta años el Guiniguada podrá ser un parque más bonito que el que se haga ahora, pero siempre será un parque.
- Los tiempos políticos en los ayuntamientos duran cuatro años y el de Las Palmas de Gran Canaria querrá haber empezado este proyecto antes de 2007, cuando termine el mandato. ¿Es posible ejecutarlo por fases?
Sí, pero primero habrá que hacer el falso túnel por donde pasará el tráfico y desmontar la caracola del scalextric [el sentido sur-norte de la calzada]. Luego se desmontará el resto y ya se podrá hacer el parque en la cota baja, junto al teatro Pérez Galdós y el Mercado. Después se abrirá el barranco desde el mar hacia arriba, hasta la alameda de la Catedral.
- ¿Qué significará para las personas la culminación de este proyecto?
- Las personas se encontrarán con que el sentimiento de casco histórico lo volverán a tener, que la relación entre el espacio público y el privado es más amable. Hay que conseguir establecer esta conexión y recuperar esa sensación. Y para el visitante será encontrar el corazón de la ciudad y que Vegueta y Triana son una sola cosa y no dos, como ahora, y volverá a ver el barranco.
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- El Ayuntamiento coloca su proyecto para reacondicionar el barranco Guiniguada entre los tres más emblemáticos de la ciudad, junto a la operación del istmo y el traslado de Infecar a El Rincón. ¿Cree usted que es posible iniciar su obra a corto plazo?
Creo que si tenemos el presupuesto, es una obra que puede empezar pronto, pero hay que hacer las cosas correctamente y cuando tengamos el proyecto general se podrá saber qué se hace por partes y qué no, y qué cosas pueden ir más deprisa y cuáles no. Es mejor no ir demasiado aprisa, pero tampoco demasiado lento porque si no, las cosas no se acaban nunca.
- ¿El sistema de financiación elegido, público, no condicionará la ejecución?
Estamos en un lugar de la ciudad en el que no cabe la financiación privada. Probablemente después de terminado este proyecto se puedan hacer pequeñas concesiones, como quioscos, pero sabemos que con quioscos no se van a pagar las obras, ni tampoco con un parking, aquí no hay chicha. Lo que hay que saber es que la ciudad hizo un día un scalextric que ya está amortizado porque ha dado servicio durante más de treinta años. Ahora se va a hacer este proyecto, que es muy importante porque es el frente de la ciudad y la relación de ésta con el mar, y eso también será rentable. Lo que se haga en régimen de concesiones será en todo caso para el mantenimiento posterior.
- ¿Puede condicionar esta actuación al resto del frente marítimo, como se critica que ocurre en el caso del istmo?
Todas las ciudades con costa necesitan un frente marítimo. Lo más importante en el Guiniguada es que el tráfico deje de
ser el protagonista porque en Vegueta y Triana deben serlo los peatones. Es un poco como el frente marítimo de Barcelona, en el que se han tomado decisiones duras, pero cuando el uso es sobre todo público, da mucha tranquilidad. Este proyecto es predominantemente verde y no condicionará imágenes más fuertes en el resto del frente de la ciudad. Dentro de cincuenta años el Guiniguada podrá ser un parque más bonito que el que se haga ahora, pero siempre será un parque.
- Los tiempos políticos en los ayuntamientos duran cuatro años y el de Las Palmas de Gran Canaria querrá haber empezado este proyecto antes de 2007, cuando termine el mandato. ¿Es posible ejecutarlo por fases?
Sí, pero primero habrá que hacer el falso túnel por donde pasará el tráfico y desmontar la caracola del scalextric [el sentido sur-norte de la calzada]. Luego se desmontará el resto y ya se podrá hacer el parque en la cota baja, junto al teatro Pérez Galdós y el Mercado. Después se abrirá el barranco desde el mar hacia arriba, hasta la alameda de la Catedral.
- ¿Qué significará para las personas la culminación de este proyecto?
- Las personas se encontrarán con que el sentimiento de casco histórico lo volverán a tener, que la relación entre el espacio público y el privado es más amable. Hay que conseguir establecer esta conexión y recuperar esa sensación. Y para el visitante será encontrar el corazón de la ciudad y que Vegueta y Triana son una sola cosa y no dos, como ahora, y volverá a ver el barranco.
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