Golpe de gracia a la UD Las Palmas
FRANCISCO J. CHAVANEL
Auto judicial sobre la UD Las Palmas (PDF, 21 Kb)
..........................................................................................
Debe saberse que: a) la actual directiva de la UD Las Palmas preparaba desde hace tres meses, aproximadamente, la presentación de una quiebra voluntaria parecida a la conocida en la noche del miércoles; b) Natasha Vergara, como todo el mundo sabe, ha sido hasta hace bien poco asesora del club amarillo; su padre, Juan Vergara, es socio de Iñaqui Urquijo, que es el acreedor que demandó el cobro de 180 millones de pesetas que, según él, la entidad le debía por los traspasos de Alvaro y Baiano, y otras comisiones; c) el último dato levanta la sospecha acerca de si alguien, utilizando información privilegiada, puso en marcha una estrategia que coincidía plenamente con la de la junta directiva que preside Manuel García Navarro; y d) sea como sea el grupo de García Navarro vivía en estado de asfixia económica, sin posibilidad alguna de captar nuevos recursos, aislado por las instituciones, condenado a su suerte, y con una deuda próxima a los 10.000 millones de pesetas.
Ante la situación creada los optimistas dicen: no pasa nada porque el club esté controlado por la autoridad judicial, y por una comisión gestora nombrada por él, en la que se encuentren un abogado, un acreedor, y un economista. Y no pasa nada porque durante el tiempo que dure la intervención se bloquean los embargos, se paralizan los intereses devengados, la UD Las Palmas existirá suspendida en una especie de limbo al margen de las presiones continuas que sufre por parte de acreedores que le reclaman diariamente la cantidad de dos millones de pesetas diarias.
Sin embargo, los realistas opinan: ¿y qué más da que la UD viva en medio de un paréntesis si la competición continúa, los jugadores tienen que seguir jugando y cobrando, la entidad ha de hacer frente a los gastos propios de su sexo, y el dinero seguirá no entrando? ¿Qué más da si a la deuda contraída le sumaremos una nueva deuda?: ¿qué es lo que a fin de cuentas arreglamos?
Y los pesimistas cuentan: si miramos el caso desde el punto de vista de las responsabilidades, ¿qué hará el juez: ajustar las cuentas, tal como interpreta la ley, a los dos últimos presidentes Ricardo Ríos, y Luis González, que son, paradójicamente, como en la última época García Navarro, los únicos dirigentes que han intentado aplicar un plan de saneamiento financiero riguroso, salvar a un enfermo terminal que venía herido de muerte casi desde su nacimiento?... ¿Y si el juez encuentra dolo en la gestión de la UD Las Palmas? ¿Y si el juez tira del almanaque hacia atrás y percibe lo que percibe la mayoría de los aficionados acerca de que la tragedia se configura por la gestión de los equipos anteriores?... Y según esto: ¿qué pretendía en verdad Manuel García Navarro? ¿Aliviarse de una pesada carga que lo llevaba a la ruina personal o iniciar una catarsis, una suerte de venganza, para todos aquellos que le engañaron, que le prometieron su apoyo y que llegado el momento de la verdad si te he visto no me acuerdo?
Lo cierto es que la UD Las Palmas está en las últimas; lo normal es que la desmoralización colectiva haga su trabajo y que los jugadores y la afición se venzan hasta desplomarse. Resulte popular o no es innegable que de la desgracia de la UD Las Palmas se nutrirá el nuevo proyecto (político, por supuesto).
Corolario antes de la conclusión: lo sucedido con la UD Las Palmas es ejemplo paradigmático de lo que hace José Carlos Mauricio con los sectores estratégicos. La UD fue uno de ellos, como lo fueron la venta de las grandes superficies, la compra de Unelco, de Binter, y la entrada del cable, el control de la Caja. Aunque estemos cerca del entierro, nadie debiera olvidar que Mauricio eligió a dedo a los cuatro empresarios de Gerencia Deportiva y, posteriormente, tres años después, a García Navarro. A todos los puso en el palco del Estadio Insular y, de ser unos ilustres desconocidos con los bolsillos llenos, pasaron a codearse con las fuerzas vivas, a infiltrarse entre los empresarios con pedigrí. Algunos, como Germán Suárez, aún siguen habitando entre los ilustres apellidos del Círculo.
La politización de la UD alcanzó su cenit con la construcción del Estadio de Gran Canaria, iniciativa megalómana de Ican, de Gonzalo Angulo, y del culto a la personalidad de los antiguos camaradas, en contra de la mayoría de la ciudadanía, de los directivos amarillos, y del sentido común. Ese estadio (cuyo coste con las zonas anejas alcanzará los 25.000 millones de pesetas) es, en el fondo, la única oportunidad que existe para que vuelva a haber un equipo grancanario en primera división. O lo rentabilizan, o lo dedican al pasto de cabras.
Con los hipermercados Mauricio puso en circulación cuatro grandes superficies locales que, después, al cabo de un par de años, fueron vendidas a multinacionales por precios astronómicos. El pelotazo lo repitió con la venta de Emalsa. El agua de Las Palmas de Gran Canaria, indiscutible sector estratégico, la puso en mano de franceses y de los peninsulares de Endesa, dejando en minoría a la Corporación local. No logró su propósito de que las Cajas compraran Unelco, pues 200.000 millones de pesetas suponía llevarlas al borde de la quiebra pero no paró hasta que la Caja fue suya. Y con el cable fracasó, porque las nuevas tecnologías se lo llevaron por delante. Lo que vende en la presente temporada (gas, istmo, puertos deportivos, tren, casinos, parques eólicos) es lo mismo de lo mismo: más negocios para los amigos, paraíso de comisiones, y al cabo de un tiempo entrada de multinacionales, y borrachera de más pelotazos.
Poseedor de la medalla de oro y brillantes de la UD, a Mauricio debe encargársele el epitafio.
Auto judicial sobre la UD Las Palmas (PDF, 21 Kb)
..........................................................................................
Debe saberse que: a) la actual directiva de la UD Las Palmas preparaba desde hace tres meses, aproximadamente, la presentación de una quiebra voluntaria parecida a la conocida en la noche del miércoles; b) Natasha Vergara, como todo el mundo sabe, ha sido hasta hace bien poco asesora del club amarillo; su padre, Juan Vergara, es socio de Iñaqui Urquijo, que es el acreedor que demandó el cobro de 180 millones de pesetas que, según él, la entidad le debía por los traspasos de Alvaro y Baiano, y otras comisiones; c) el último dato levanta la sospecha acerca de si alguien, utilizando información privilegiada, puso en marcha una estrategia que coincidía plenamente con la de la junta directiva que preside Manuel García Navarro; y d) sea como sea el grupo de García Navarro vivía en estado de asfixia económica, sin posibilidad alguna de captar nuevos recursos, aislado por las instituciones, condenado a su suerte, y con una deuda próxima a los 10.000 millones de pesetas.
Ante la situación creada los optimistas dicen: no pasa nada porque el club esté controlado por la autoridad judicial, y por una comisión gestora nombrada por él, en la que se encuentren un abogado, un acreedor, y un economista. Y no pasa nada porque durante el tiempo que dure la intervención se bloquean los embargos, se paralizan los intereses devengados, la UD Las Palmas existirá suspendida en una especie de limbo al margen de las presiones continuas que sufre por parte de acreedores que le reclaman diariamente la cantidad de dos millones de pesetas diarias.
Sin embargo, los realistas opinan: ¿y qué más da que la UD viva en medio de un paréntesis si la competición continúa, los jugadores tienen que seguir jugando y cobrando, la entidad ha de hacer frente a los gastos propios de su sexo, y el dinero seguirá no entrando? ¿Qué más da si a la deuda contraída le sumaremos una nueva deuda?: ¿qué es lo que a fin de cuentas arreglamos?
Y los pesimistas cuentan: si miramos el caso desde el punto de vista de las responsabilidades, ¿qué hará el juez: ajustar las cuentas, tal como interpreta la ley, a los dos últimos presidentes Ricardo Ríos, y Luis González, que son, paradójicamente, como en la última época García Navarro, los únicos dirigentes que han intentado aplicar un plan de saneamiento financiero riguroso, salvar a un enfermo terminal que venía herido de muerte casi desde su nacimiento?... ¿Y si el juez encuentra dolo en la gestión de la UD Las Palmas? ¿Y si el juez tira del almanaque hacia atrás y percibe lo que percibe la mayoría de los aficionados acerca de que la tragedia se configura por la gestión de los equipos anteriores?... Y según esto: ¿qué pretendía en verdad Manuel García Navarro? ¿Aliviarse de una pesada carga que lo llevaba a la ruina personal o iniciar una catarsis, una suerte de venganza, para todos aquellos que le engañaron, que le prometieron su apoyo y que llegado el momento de la verdad si te he visto no me acuerdo?
Lo cierto es que la UD Las Palmas está en las últimas; lo normal es que la desmoralización colectiva haga su trabajo y que los jugadores y la afición se venzan hasta desplomarse. Resulte popular o no es innegable que de la desgracia de la UD Las Palmas se nutrirá el nuevo proyecto (político, por supuesto).
Corolario antes de la conclusión: lo sucedido con la UD Las Palmas es ejemplo paradigmático de lo que hace José Carlos Mauricio con los sectores estratégicos. La UD fue uno de ellos, como lo fueron la venta de las grandes superficies, la compra de Unelco, de Binter, y la entrada del cable, el control de la Caja. Aunque estemos cerca del entierro, nadie debiera olvidar que Mauricio eligió a dedo a los cuatro empresarios de Gerencia Deportiva y, posteriormente, tres años después, a García Navarro. A todos los puso en el palco del Estadio Insular y, de ser unos ilustres desconocidos con los bolsillos llenos, pasaron a codearse con las fuerzas vivas, a infiltrarse entre los empresarios con pedigrí. Algunos, como Germán Suárez, aún siguen habitando entre los ilustres apellidos del Círculo.
La politización de la UD alcanzó su cenit con la construcción del Estadio de Gran Canaria, iniciativa megalómana de Ican, de Gonzalo Angulo, y del culto a la personalidad de los antiguos camaradas, en contra de la mayoría de la ciudadanía, de los directivos amarillos, y del sentido común. Ese estadio (cuyo coste con las zonas anejas alcanzará los 25.000 millones de pesetas) es, en el fondo, la única oportunidad que existe para que vuelva a haber un equipo grancanario en primera división. O lo rentabilizan, o lo dedican al pasto de cabras.
Con los hipermercados Mauricio puso en circulación cuatro grandes superficies locales que, después, al cabo de un par de años, fueron vendidas a multinacionales por precios astronómicos. El pelotazo lo repitió con la venta de Emalsa. El agua de Las Palmas de Gran Canaria, indiscutible sector estratégico, la puso en mano de franceses y de los peninsulares de Endesa, dejando en minoría a la Corporación local. No logró su propósito de que las Cajas compraran Unelco, pues 200.000 millones de pesetas suponía llevarlas al borde de la quiebra pero no paró hasta que la Caja fue suya. Y con el cable fracasó, porque las nuevas tecnologías se lo llevaron por delante. Lo que vende en la presente temporada (gas, istmo, puertos deportivos, tren, casinos, parques eólicos) es lo mismo de lo mismo: más negocios para los amigos, paraíso de comisiones, y al cabo de un tiempo entrada de multinacionales, y borrachera de más pelotazos.
Poseedor de la medalla de oro y brillantes de la UD, a Mauricio debe encargársele el epitafio.
0 comentarios