Las mujeres de La Aldea salvan al sector tomatero de los incumplimientos del Gobierno de Canarias
Estas mujeres llevaban acampadas una semana ante la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias, en su delegación en Gran Canaria, donde decidieron presentarse, cansadas de falsas promesas y acuciadas por la crisis, para reclamar las ayudas al tomate que se les debe y que las "tiene ahogadas" económicamente. La huelga de hambre protagonizada por siete mujeres de La Aldea ha logrado un preacuerdo que da oxígeno al sector del tomate en Canarias, al obtener por fin del Gobierno regional el compromiso de que las ayudas por cultivo entre 2015 y 2020 estén ligadas al empleo, en lugar de a la producción.
Cristina Díaz de Aguilar
Unas son trabajadoras y otras pequeñas empresarias, pero todas ellas comparten problemas económicos debido al retraso en el cobro de esas ayudas. El no poder pagar a los trabajadores que tienen a su cargo, en el caso de unas; los embargos, en el caso de otras; y el haberse visto obligadas a racionar la comida y no ver una salida a su situación, las llenó de valor para emprender esta lucha, según ha comentado a Efe Beatriz Sosa, que ayer fue evacuada a un centro hospitalario por una bajada de tensión y un cuadro agudo de hipoglucemia, como le ocurrió a otra de sus compañeras el pasado viernes.
Ahora están a la espera de firmar y marcharse a su casa, cosa que no harán hasta comprobar que el acuerdo que esperan suscribir con el consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, Juan Ramón Hernández (CC), contiene todos los detalles a los que se comprometió anoche en la reunión de tres horas que celebró con ellas.
Sosa ha comentado que, en su caso, ha emprendido la huelga de hambre por sus padres, que tienen una finca y de siempre han vivido del tomate, pero a partir de 2010 "las cosas" en su casa comenzaron a complicarse por los problemas económicos.
Su familia pertenece a la cooperativa Coagrisan, que cuenta con unos 120 socios, cultiva 140 hectáreas y emplea a la mayoría de las personas que trabajan en el tomate en el municipio, ha señalado Sosa.
Sus padres solicitaban anticipos a la cooperativa, pero como esta tampoco percibía las ayudas, no había dinero que adelantar y, por lo tanto, ellos no pudieron pagar a sus empleados, según Sosa, que ha sufrido en su propia casa la necesidad de racionar la comida.
Esta mujer, que cursó un ciclo superior de administración, reconoce que podría dedicarse a otras cosas, pero ahora se siente en la obligación de "estar aquí" y defender los intereses de sus padres.
Junto a estas siete mujeres ha permanecido acampado el agricultor Guillermo Quintana, quien también ha dedicado su vida a este cultivo y decidió desde el primer día estar junto a ellas y apoyarlas.
Para Quintana, estas mujeres son "unas heroínas", pues han salido en la defensa de un pueblo que se sustenta del tomate y "tenía los días contados".
"No se podía hacer frente a los bancos y al día a día de una casa de familia" y ellas han tenido la valentía de tirar para adelante y plantarse ante la sede de Presidencia del Gobierno hasta lograr su objetivo.
Quintana expresa, con mucho orgullo y emocionado, que estas mujeres han logrado que se pague el dinero que se les adeudaba y, sobre todo, "ilusión para el futuro", porque han conseguido que la ayuda que por hectárea esté ligada a la mano de obra contratada, con lo que se apoya los puestos de trabajo del sector.
En La Aldea, uno de los municipios de Canarias con mayor tasa de paro, el sector del tomate emplea a más de 1.000 trabajadores, pero en época de bonanza llegaron a trabajar 3.000 personas e indirectamente otro tanto, porque muchas empresas han desaparecido.
La mayoría de estos trabajadores están contratados por los pequeños agricultores que pertenecen a Coagrisan, cooperativa a la que se le adeuda 2 millones de euros del plan de modernización y otros 2,5 millones por ayuda a la hectárea.
El resto trabaja para el Silvestre Angulo, que mantiene la otra gran explotación de tomate del municipio, de unas 30 hectáreas, también "con la soga al cuello", según Quintana.
La Provincia, 19-11-2013
---------------------------------------------------------
El alcalde de La Aldea echa en falta la ayuda estatal al tomate
El alcalde de La Aldea, José Miguel Rodríguez, manifestó que el dinero logrado tras la huelga de hambre realizada por siete agricultoras aldeana, es satisfactorio pero insuficiente para garantizar el futuro del tomate. «Aquí ponen dinero Canarias y Europa pero el de Madrid no aparece» afirmó.
Gabriel Suárez
Abrumado por la pobreza que golpea a la puerta de su despacho diariamente, el alcalde de LaAldea, José Miguel Rodríguez, asegura que no está para fiestas o euforias. «Estoy satisfecho con el resultado de la huelga de hambre de las siete trabajadoras de la agricultura, y me alegro por lo que han conseguido, pero eso no es suficiente para garantizar el futuro del tomate en este municipio; el sector necesita que las ayudas sean completas, que aporten el Gobierno de Canarias, Europa y también el Estado, que hasta ahora no lo ha hecho», indicó.
Rodríguez se refiere a la ficha financiera complementaria del Programa de Opciones Específicas por la lejanía y la Insularidad, conocido por Posei, «donde Madrid no ha puesto la parte que le corresponde», apuntó.
En lo que sí está de acuerdo el primer edil aldeano es en vincular todas las ayudas al tomate a la creación de empleo local, «porque será la única forma de conseguir levantar este municipio que soporta un 42% de paro», señaló Rodríguez, quien también propone un cambio en el modelo de producción, ya que el modelo que se ha implantado en La Aldea es el de Almería y Murcia que no tienen nada que ver con nuestra forma de propiedad y producción», afirmó.
El alcalde, que se muestra muy crítico con el actual sistema de producción, asegura no temer a las reacciones del sector del tomate. «Se que me tienen en el punto de mira, pero yo tengo que defender al municipio y al sector, pero no lo que hace el sector», añadió.
Respecto al acuerdo firmado por la Consejería de Agricultura con las trabajadores en huelga de hambre indicó que «sirve para salvar la zafra y sacar de la ruina a algunos agricultores, pero poco más», aseguró el alcalde, quien insiste en que el futuro del sector es complicado.
En cuanto a su participación en la protesta, aclaró que «montaron su huelga a la sombra de la manifestación por la carretera y conmigo no han contado para nada», puntualizó.
Canarias7, 21-11-2013
0 comentarios