El Jardín Canario, refugio del lagarto gigante de Gran Canaria
Una veintena de lagartos gigantes de los más de 2.500 ejemplares rescatados de las obras del centro comercial que se edifica en Tamaraceite vivirán en este vergel.
Lourdes S. Villacastín
La consejera de Medio Ambiente del Cabildo insular, María del Mar Árevalo, ayer en el Jardín Canario antes de soltar a uno de los ejemplares. | santi blanco
La consejera de Medio Ambiente del Cabildo insular, María del Mar Árevalo, ayer en el Jardín Canario antes de soltar a uno de los ejemplares. | santi blanco
El Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo cuenta desde ayer con un nuevo endemismo, aunque no se trata de ninguna especie vegetal de la Isla sino de una veintena de Gallotia stehlini, conocidos popularmente como lagartos gigantes de Gran Canaria, procedentes de Tamaraceite. En concreto, de la zona donde se construye el centro comercial del proyecto de urbanización Tamaraceite Sur. Los ejemplares, incluidos en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, forman parte de los más de 2.500 individuos que se han capturado en esta área utilizando simples tubos de PVC.
La consejera de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, María del Mar Arévalo, conjuntamente con el director del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, Pascual Calabuig, fueron los encargados de soltar esta veintena de individuos, entre machos, hembras y crías, en el vergel diseñado por Eric R. Sventenius a principios de la década de los cincuenta del siglo pasado.
El salto a la vida pública de estos reptiles comenzó, sin embargo, tiempo atrás, cuando en el mes de abril se iniciaron las obras del centro comercial de lo que será la urbanización de Tamaraceite Sur, una macrourbanización de cerca de 2.800 viviendas que se construirá en el distrito norte de la ciudad. El movimiento de tierras dio lugar a que los lagartos, algunos de considerable tamaño, salieran de sus agujeros con el consiguiente asombro para los vecinos.
El asunto no pasó desapercibido para las autoridades -Ayuntamiento, Cabildo, empresa pública Geursa, propietaria del suelo, y la adjudicataria de las obras, Lopesan- ante la gran colonia de Gallotia stehlini que saltaron a la superficie por lo que se decidió capturarlos y ubicarlos en otro lugar, como si de una expropiación al uso se tratase.
La captura de los ejemplares ha corrido a cargo de técnicos del Cabildo y dos jóvenes guardas forestales -Adrián Santana y Adán Carreño- estudiantes del IES Vega de San Mateo, que casualmente se encontraban haciendo prácticas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, y que fueron contratados para el rescate.
El trampeo de estos reptiles, el mayor de las especies de lagartos gigantes que vive en Canarias, se hizo a base de fruta y de tubos de PVC, colocados de manera vertical en muros y escombreras. Los animales, con un gran olfato, acudían al olor de las piezas frescas y caían en los tubos sin posibilidad de escapatoria al resbalar con sus patas.
Más de 2.500 saurios -una media entre 30 y 50 ejemplares al día- han sido capturados en la zona, lo que según los técnicos podría equivaler a un 90% de la población original que vivía en Tamaraceite. Además de 132 ejemplares de lisa variable y 83 perenquenes, también endemismos insulares.
Las nuevas generaciones de Gallotia stehlini puede que disfruten del futuro Lagartario, recogido en el Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de Las Palmas. Pero, de momento, los saurios de Tamaraceite han sido liberados en sus nuevas residencias, situadas en el Jardín Canario, El Román, barranco de Guiniguada y el Paisaje Protegido de Pino Santo. Áreas alejadas de zonas de cultivo, viviendas y carreteras, pero donde encuentran cobijo y alimento.
Adrián y Adán trabajarán hasta finales de mes con Lopesan por si aparecen nuevos ejemplares en Tamaraceite, sobre todo crías, ya que el periodo de incubación de esta especie es entre mayo y agosto. Los nidos, que pueden contener hasta 14 huevos, permanecen bajo tierra unos 60 días por lo que puede que la saga familiar se incremente en los próximos días.
La consejera de Medio Ambiente del Cabildo insular subrayó ayer, minutos antes de sentir entre sus manos a uno de estos ejemplares de sangre fría, inofensivo y huidizo y que alcanzan su madurez sexual a los tres años, para más señas, que el rescate ha sido "una intervención única y singular" ya que se ha hecho previamente a la edificación de un área, además de trabajar conjuntamente varias administraciones. En este sentido, apuntó que el Cabildo estaría dispuesto a colaborar en la futura construcción del lagartario. Mientras aclaró que la especie "no está en peligro de extinción, aunque sí protegida" por lo que su captura, tenencia, transporte y comercialización está penada.
Previo a que las cámaras y los objetivos se detuviesen en sus andares, los ejemplares, que pueden llegar a medir hasta 80 centímetros en el caso de los machos y vivir hasta 11 años, coleteaban en las cajas de cartón donde habían sido transportados hasta el Jardín Botánico desde el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira. Sobre el escenario rocoso que ahora será su nueva casa, los saurios, de hábitos diurnos, depredadores ocasionales de insectos y pequeños vertebrados aunque son vegetarianos, se mimetizaban inmóviles mientras que otros corrían a por las llaves de sus nuevas guaridas.
La Provincia, 2-10-2013
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