El Cabildo abandona la recuperación de los Tilos de Moya, lo único que nos queda de la antigua "Selva de Doramas"
Nuestro Cabildo incumple su compromiso de impulsar el antiguo bosque de los Tilos de Moya -el único resto que nos queda de laurisilva original de lo que fue antaño conocida como "la Selva de Doramas", el bosque más célebre de Canarias, cantado por grandes poetas como Bartolomé Cairasco de Figueroa- como una oferta turística alternativa, combinada con una política de conservación.
Desde su reapertura hace dos años, la actividad del aula de la naturaleza es casi nula, el río para humedecer la zona no funciona, como tampoco se han ampliado los senderos ni se ha llevado un plan de recuperación forestal. Muchos turistas se mar- chan muy desencantados con esta visita, ya que tampoco hay folletos en varios idiomas.
Ni el río artificial que debía servir para humedecer la zona baja de Los Tilos y para atraer aves está en funcionamiento, ni se han creado nuevos senderos, ni se han activado políticas de repoblación del antiguo bosque de Doramas, ni siquiera los turistas que llegan se encuentran folletos informativos en diversos idiomas sobre el antiguo bosque que cubrió gran parte del Norte, ni tan siquiera se han renovado los paneles informativos, como tampoco se ha ampliado el horario (el aula de la naturaleza sólo abre de lunes a viernes y en horario de mañana).
Los numerosos turistas que, guiados por los atractivos folletos sobre la antigua selva de Doramas, suben hasta Los Tilos de Moya, salen con una profunda decepción, según reiteran personas de la zona. Lo único que encuentran es un edificio, que debería hacer las funciones de aula de la naturaleza, con unos paneles informativos en español y donde apenas reciben más información, así como con un sendero de apenas 100 metros de recorrido y un reducto natural con escasos atractivos para el visitante, si no fuera por el valor que esconde este reducto natural.
INAUGURACIÓN. Hace dos años, el presidente del Cabildo, José Manuel Soria, anunciaba tras su reapertura después de 23 años cerrado al público para evitar su total desaparición, que este espacio natural serviría para "el desarrollo socioeconómico de Moya y de toda Gran Canaria", con las matizaciones lógicas que impone la combinación del disfrute de este espacio natural con la política de conservación.
En la actualidad, el único discurrir de agua que se escucha es el de la tubería de la Heredad, ya que el río que debía servir para humedecer la zona y atraer aves, está desactivado, y ni siquiera sirve de atractivo para los visitantes. Es más, al discurrir sobre un plástico ni siquiera cumple la función que se anunció.
El Ayuntamiento de Moya reconoce su malestar por la escasa preocupación mostrada por el Cabildo para revitalizar esta reserva natural, ya que tampoco se han emprendido políticas para continuar con la repoblación forestal, y los atractivos son escasos para el visitante. Además, recalca que el centro sigue cerrado al público los fines de semana y las tardes, lo que hace que se retraiga también a muchos posibles visitantes.
Incluso, uno de los promotores iniciales recuerda que en su momento se habló de aprovechar la reserva de fayal y brezal de Santa Cristina para hacer rutas de visitas combinadas para potenciar el turismo rural. Una propuesta que ha quedado en el olvido. Y, sobre todo, se lamenta que los turistas no tengan la posibilidad de conocer de manos de expertos el significado de este espacio natural, a pesar de que llegan atraídos por sus guías informativas.
Técnicos municipales lamentan que no se lleve a cabo una política de repoblación forestal con especies propias del lugar, ni se esté haciendo un riguroso seguimiento de la zona, ya que existen especies invasoras que siguen sin ser eli- minadas. Además, el horario de visita del público está restringido de 08.00 a 13.00 horas, y exclusivamente de lunes a viernes, mientras los fines de semana permanece cerrado.
0 comentarios