Las Palmas, gran centro comercial de El Aaiún
En la capital del Sahara Occidental se confía en que el ferry que la unirá con Las Palmas sea un revulsivo comercial y turístico
Angel Tristán Pimienta En una parada de guaguas de El Aaiún, 260.000 habitantes, y subiendo, en una gran avenida batida por el viento y nubes de polvo y flanqueada por casas de tonos marrones, dos mujeres aguardaban la llegada del autobús cuchicheando mientras agarraban sendas bolsas de El Corte Inglés. En el vuelo de Binter de las 11 de la mañana del jueves 5 de septiembre, varios pasajeros facturaban o llevaban en mano paquetes de esos grandes almacenes, o de Media Markt, o de Carrefour, Decathlon?. Una saharaui me confesó que varias amigas venían fijo en las rebajas y que regresaban todo lo cargadas que les permite la aduana en el aeropuerto Hassan I. Incluso alguna se dedicaba a la reventa en su círculo de amistades, o llevándole encarguitos a algún comerciante local. Este pequeño comercio "de maletas", como se ha llamado desde que se establecieron las primeras líneas aéreas entre Gando y el Sahara Occidental mueve "mucho dinero", como reconoce el wali de la región de El Aaiún, Jalil Dakhil. Es un punto de referencia que utilizan los saharauis para pronosticar el fulgurante éxito de los nuevos enlaces tanto en avión como en los ferris que, en principio, unirán los puertos de la Luz y El Rosario con Tarfaya, a solo 80 kilómetros de Fuerteventura, y Tan Tan. Una de las finalidades de la extinta Feria del Atlántico, a cuyo alrededor se construyó el barrio de La Feria, fue precisamente, a principios de los años 60 del siglo XX, utilizar el maleteo para dar el salto hacia pequeños comerciantes organizados. Por supuesto desde el principio se intentó interesar a comerciantes del África Occidental, aunque casi nunca se logró establecer relaciones sólidas y duraderas. "Un primo que va con frecuencia a Las Palmas me trae los folletos de propaganda que se meten en los periódicos; por ejemplo, estamos al tanto de los 8 Días de Oro de El Corte Inglés, o de las ofertas de Media Markt, esas de que yo no soy tonto". Las Palmas de Gran Canaria está presente en todas las conversaciones que se mantienen nada más pisar tierra de la antigua colonia española, a la que aún muchos nativos se refieren como Protectorado. "Yo también soy español, nací en el Protectorado", me decía con un deje de orgullo hispanófono un empresario y político. En el poema La Maleta, Pedro Lezcano decía que los canarios, cuando marchaban fuera, se llevaban entre otras cosas "cuatro fotos, una escudilla blanca, una batea, un libro de Galdós y una camisa casi nueva". En la cartera de muchos saharauis entre las fotos suele haber una de su padre o abuelo con las tropas nómadas, vestido de uniforme español, en Madrid de visita, o en algún lugar emblemático de Las Palmas de Gran Canaria, con su mujer, sus hijos o sus nietos: Las Canteras, Parque de Santa Catalina, Plaza de Santa Ana? También viejas revistas o documentos amarillentos. Muchos empresarios, como uno de Tan Tan que a la vez es diputado, tienen casa en la capital grancanaria. Cuando me dicen que su mujer o sus hijas van a su domicilio en una de las calles cercanas a Mesa y López y les digo que "eso es un peligro, si tienen tarjeta de El Corte Inglés", sonríen. "Para eso van". La televisión autonómica se ve en Tan Tan, Tarfaya y El AAiún mejor que en muchas localidades del Archipiélago. "No hay montañas que se interpongan en la señal". Claro, solo hay olas. Histórico comercio del menudeo Este comercio de menudeo ya se hacía en los tiempos de los puertos francos del AOE. , en los que se enriquecieron muchos avispados comerciantes que compraban barato en El AAiún, Smara, Dahla, y lo vendían al doble o al triple en Marruecos, de Tarfaya hacia arriba. "De ese trapicheo proceden algunas fortunas", me dice uno de los asistentes al Moussem de Tan Tan al que le mostré mi extrañeza por la importancia de algunas riquezas locales. Además, los aviones militares iban cargados hasta los topes. Hubo uno, un DC-3 que no pudo levantar el vuelo en Gando y que cayó en la bahía de la Base Aérea. Las estadísticas que se manejaron en 1975, cuando España se vio forzada a abandonar el territorio, por la presión combinada de Marruecos, que lanzó la Marcha verde; el Polisario, que hostigaba por su parte y cometía los primeros atentados, y la moribundia de Franco, reflejaban que las exportaciones -que no lo eran, porque el resto de la antigua AOE era formalmente una provincia más- ascendía a unos 5.000 millones de pesetas. Algún eminente diplomático y profesor socialista madrileño se equivocó luego al calibrar las pérdidas para la economía española, pues como es natural este comercio interior pasó a ser comercio exterior, pero la realidad es que la estadística ha ascendido sin parar, tanto en la parte emergente, exportación propiamente dicha, como en el equipaje. La línea de Armas con El AAiún ya tiene todos los permisos marroquíes. El barco puede atracar en el puerto de El AAiún cuando quiera; pero aún falta que la Autoridad Portuaria de La Luz cumpla con su parte. El enlace con Tarfaya tardará más: la experiencia del encallamiento del Assalama en un imprevisto banco de arena en el canal de entrada no se puede volver a repetir, y Armas no reiniciará el proyecto hasta que no esté completada la ampliación del muelle, en la que se trabaja activamente. En realidad el proyecto en marcha contempla todo el entorno marítimo con varias infraestructuras anexas y una gran avenida costera que enorgullece el alcalde y que cambiará la faz de esta pequeña ciudad, de unos 7.000 habitantes. "Tenemos muchos atractivos que ofrecer al visitante", sonríe esperanzado. Pero ese visitante exterior, turista, para explicarnos, solo puede llegar, esa es la cruda realidad, a través de Canarias. Casablanca, Rabat, Marraquech, quedan muy lejos para que sea factible una cierta fluidez turística. En una de las conversaciones me dicen que "la mayor parte de las hortalizas que van de Almería a Canarias son de Marruecos, y podrían ser enviadas directamente desde aquí". Es una posibilidad. Naviera Armas tiene una vieja relación con la costa africana próxima: hace 58 años comenzó a operar con Sidi Ifni, Villa Cisneros (Dahla) y La Güera, y más tarde con Nuadibú en Mauritania. La vista puesta en el mar La experiencia de la línea con Tarfaya desde Puerto del Rosario, en 2008, dejó un saldo positivo en los cuatro meses que duró: se movieron 8.000 pasajeros y 4.000 coches. Fuentes marroquíes afirman que las nuevas líneas con Canarias podrían absorber parte del tráfico de retorno vacacional de emigran- tes con sus vehículos, proceden- tes de Europa, que ahora pasan por el Estrecho. Los que vayan a las provincias del sur podrían enla- zar Huelva con Canarias y con el Sahara "sin salir de Armas". Las obras de Tarfaya "es posible que terminen el próximo año", confían en la compañía. Pero lo más inmediato será la reanudación del trayecto sema- nal entre La Luz y El Aaiún (en 2010 se efectuaron 29 viajes con 12.000 pasajeros y 2.000 toneladas de mercancías). El buque que está preparado para cubrir esta ruta es el Volcán de Tauce, de 120 metros de eslora, con capacidad para 350 pasajeros y 1.200 metros lineales de carga. Portavoces de Armas indican que "la oportunidad de la línea es doble, ya que propicia el intercambio de carga con toda la costa africana cercana a canarias y abre una puerta al turismo, en especial el de aventura y autocaravanas". La travesía será nocturna y durará ocho horas. Algunos bancos tienen el radar atento a las señales. El Popular ha reforzado en las islas su departamento de internacional enfocado especialmente hacia las potencialidades del comercio con el África Occidental. Pero no es el único. El wali de El Aaiún lo tiene claro. "Hay que empezar dando pequeños pasos. Lo que queremos ahora es ese turismo de unas horas, a través de Binter, o de un par de días, con Binter o con Armas; gente que venga", argumenta en fluido español, "a tener un recuerdo de su estancia en África, que se monte en camello, y haga una excursión al desierto, donde contemple una puesta de sol, o las estrellas, por la noche, y asista a actuaciones folclóricas y coma nuestra gastronomía en una jaima", de pelo de camello y cabra, naturalmente. No piensa en competir con el Archipiélago "ni mucho menos". Solo con que nos llegue un 2% de los 12 millones de turistas que tienen ustedes nos conformamos", y sonríe con picardía. Solo esa cantidad sería algo magnífico, que generaría mucha riqueza aquí. "Ustedes son Europa, tienen todas las ventajas europeas para un destino turístico. Pero la foto de África, los camellos, los nómadas, las jaimas? eso está en el Sahara Occidental". Sentados cómodamente en su residencia oficial de la playa de El AAiún, con el techo del salón bellamente decorado por artesanos, afirma tajante: "Tenemos una política de puertas abiertas para la inversión canaria". Sin embargo la historia está llena de experiencias fallidas. Éxi- tos fugaces que no logran consolidarse. Complementariedad Canarias- Sahara Muchos saharauis dicen lo mis-mo, y emplean el término com-plementariedad, como el cónsul general en Canarias, Ahmed Musa, que insiste en que de lo que se trata es de ser complementarios, nunca adversarios. Cree que los grandes empresarios turísticos isleños pueden aumentar su clien-tela en el extranjero si venden excursiones cortas "a esta parte de Marruecos". La reciente celebración del Moussem de Tan Tan, una importante demostración de la cultura nómada del Sahara, fue un escaparate donde se pudo comprobar el atractivo de la artesanía -aunque la venta quizás no sea la que podría ser por la tradición del regateo- de la gastronomía, las ensaladas, los pescados, el cordero, la carne de camello, de la experiencia de dormir en una jaima o comer en una gigantesca tienda comedor hecha a mano? A su vez al empresariado canario le empiezan a interesar ciertas inversiones en el Sahara Occidental, y un poco más arriba, hasta Tan Tan. Por ejemplo, los proyectos de ampliación y urbanización de las áreas portuarias que acomete la agencia marroquí de puertos con ayudas europeas han despertado el interés de varias empresas de ingeniería especializada de Gran Canaria, que se han desplazado hasta Tan Tan para observar sobre el terreno las posibilidades de competir en los concursos y estudiar los pliegos de condiciones. Las autoridades locales los han atendido solícitamente. Ante las dudas planteadas por los interesados sobre la solvencia y la confianza de socios marroquíes, pues el partenariado parece clave, el mismo wali de El AAiún se ha ofrecido a hacer lo que pueda para evitar engaños. La desconfianza sobre los socios locales, en toda el África atlántica, se ha extendido en los empresarios canarios como una mancha de aceite ante historias ciertas de engaños, corrupción, etc. Un isleño comentaba por lo bajini "que es como los alemanes que se sentían engañados en Fuerteventura o en Playa del Inglés". Las autoridades locales, y las cámaras de comercio, saben que esa es una imagen que está impidiendo muchas inversiones. Pero hay competidores por estas plazas. En el muelle de Tarfaya lo primero que se ve al entrar por la escollera de tetrápodos es un gran cartel, reluciente, con una pinta de nuevo que contrasta con el entorno, que anuncia la construcción de una obra de infraestructuras para la pesca artesanal, financiada por el Peuple Americain, así, en mayúsculas, sobre los emblemas del Plan Millennium, con la clásica estrella USA y el escudo del Reino de Marruecos. La penetración de Estados Unidos es constante y profunda, aunque no se note como la francesa o como la política española de aspavientos y retórica. El respaldo militar de Washington a Rabat en la lucha contra el terrorismo, con instalaciones en esta zona, la alianza en la Guerra Fría, y el tratado firmado en 1783 con John Adams, el segundo presidente de Norteamérica, decano de los acuerdos internacionales no quebrados de EE UU, rememorado por Obama en su discurso de la Universidad de El Cairo, son factores que conviene tener en cuenta para darle a la valla de Tarfaya su verdadero valor. Washington no ha olvidado que Marruecos fue uno de los primeros países en reconocer la independencia de las colonias americanas en 1777. Uno de los asistentes al Moussem aconsejaba rapidez. "No estamos solos. Ya ningún lugar es lejano". A nuestro alrededor, docenas de invitados paseaban hablando por sus móviles o enviando mensajes con sus tabletas. Sobre los imperturbables dromedarios que hacían guardia de honor, y que solo parecían cabrearse por imagen, enseguida eran fotografiados por los asistentes, sus jinetes, ataviados según las tradiciones de sus tribus y bien protegidos del sol y el calor por las vistosas ganduras y los turbantes, mataban el tiempo con el móvil o la tableta. Docenas de torres de comunicaciones, llenas de tambores que miraban en todas las direcciones, formaban parte del paisaje del desierto junto a los ganados de camellos ya trasquilados. La Provincia, 29.09.2013
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