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La Voz de Gran Canaria

La prensa molesta

La prensa molesta

ÁNGEL TRISTÁN PIMIENTA

Hace casi cuarenta años, cuando salió "La Provincia" en su segunda etapa, los periodistas no solían acudir a los plenos del Ayuntamiento: al cabo de una semana se recibía en la redacción un fleje de cuartillas holandesas donde el secretario municipal hacía un resumen oficioso de lo tratado. Por supuesto, la información judicial se reducía a las sentencias y, en algunas circunstancias, a algún juicio sonado. Era el paleoperiodismo del franquismo. Los escándalos corrían de boca en boca, nunca se traducían en papel prensa. Radio macuto daba cuenta de los casos sonados, que nunca salían del formato rumor. La reaparición de esta cabecera hizo temblar muchos cimientos, y buena prueba de ello fueron los expedientes, sanciones y condenas por tratar de abrir puertas para que circularan los aires de libertad. Años más tarde llegó la democracia y puso las cosas en su sitio, al menos en el plano de lo jurídico constitucional, porque de vez en cuando afloran una serie de tic en gobernantes que, cuando se ven afectados por revelaciones incómodas, piden moderación a los medios de comunicación.

Desde hace años, España ha vivido grandes procesos de ´juicios públicos´ a base de indicios, en el mejor de los supuestos; en otros, los menos, hay profesionales del ´periodismo de investigación´ que, sencillamente, fabrican hechos virtuales a la medida de sus ambiciones o de sus filias y fobias. CC siempre se mantuvo equidistante, porque una frase no hace una novela. Desde luego, cuando han estallado casos que han afectado a los socialistas y a los populares ATI silbaba la canción del puente sobre el río Kwai.

Ahora, el presidente regional, Adán Martín, denuncia las informaciones sobre la investigación de la Fiscalía en relación a ´lo´ de Las Teresitas y el auto del juez Baltasar Garzón que analiza documentos aportados por la policía, conseguidos en un registro en oficinas de Forum Filatélico, y que parecen involucrar al alcalde Miguel Zerolo, y descalifica las labores periodísticas de comunicación: porque lo que han hecho los periodistas que lo han hecho ha sido transmitir informaciones: hacer público el auto de la Audiencia Nacional y hacer públicos diversos extremos sobre la aparente trama montada para facilitar lo que en lenguaje común se llama ´pelotazo´ en la playa santacrucera.

Lo que desconcierta un poco, no mucho porque los políticos son como son, es que mientras se pide mesura, contraste, ponderación, ratificación, a los medios independientes -porque los afines están bien ocupados en lanzar chorros espesos de tinta de calamar- se actúe con extrema frivolidad al acusar al ministro de Justicia de manipular a jueces y fiscales, y a los jueces y fiscales, de dejarse manipular por el ministro de Justicia. ¿Están contrastadas estas denuncias?,¿responden a datos ciertos?, ¿existen fuentes solventes que lo atestigüen?, ¿hay algún juez, fiscal o portero de juzgados que aporte indicios o pruebas de que López Aguilar es la mano que mece la cuna además de tocar la guitarra? No.

Es decir, que se ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Los que así piensan y dicen no entienden el verdadero rol de la prensa en una democracia; pues, aunque pueda haber episodios de mala práctica, las excepciones, pocas o muchas, no pueden distorsionar el fundamental papel controlador que tienen en una democracia los medios de comunicación. Y el que se pica, es porque ajos come.

Desconcierta bastante la ignorancia de la consolidada jurisprudencia del TS y del TC al respecto; y que se pretenda contraponer a la información sobre presuntos escándalos, noticias sobre las subvenciones al plátano o a los pepinos. Entre las dos, sin duda alguna tiene mucha más importancia para la democracia el comportamiento de los políticos y la neutralidad objetiva en las decisiones urbanísticas que un acuerdo que, al fin y al cabo, no deja de ser el resultado del encaje de Canarias en la UE y de las cíclicas negociaciones entre burócratas, respaldadas por los lobbys de cada parte.

Vamos a ver: ¿hay o no hay corrupción?, ¿se cobraron comisiones en Telde?, ¿unos listillos organizaron o no un negociado de tráfico de influencias para el concurso público de energía eólica?, ¿aparece o no el nombre de Miguel Zerolo en unos papeles incautados por la policía que hablan de comisiones?, ¿hubo una denuncia o no sobre el presunto pelotazo de Las Teresitas?, ¿la investiga Anticorrupción o no?. Entonces, ¿cuál es el problema?.

Información de: La Provincia, 15-12-2006

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