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La Voz de Gran Canaria

Tamadaba sostenible

Tamadaba sostenible

JOSÉ ESPINO

En una efemérides como la celebración del Día del Árbol, me viene a la mente el esfuerzo de aquellas personas, técnicos gubernamentales, montañeros, ecologistas, amantes de la naturaleza, que plantaron con mucho esfuerzo una masa de pinos canarios que hoy podemos disfrutar cuando subimos a las cumbres de Gran Canaria. Aquellos esfuerzos perseverantes de muchos años, los posteriores esfuerzos para lograr una conservación efectiva, para que se visibilice la importancia de nuestra biodiversidad en el mundo a través de una reserva de la Biosfera, pues todos esos esfuerzos, pueden truncarse con la construcción de una autovía de cuatro carriles, llamada carretera entre Agaete y La Aldea.

Es sabido que Gran Canaria es una isla singular y única a pesar de albergar casi un millón de personas (residentes y turistas) y de batir casi todos los record en cuanto a presión sobre el medio. Las consecuencias de esta situación ha llevado a pensar a muchas personas que la isla no tiene remedio porque la sienten destrozada. En la isla, tenemos sensación de agobio y de destrucción masiva. Sin embargo sorprende el dato de que Gran Canaria es la isla del archipiélago que conserva las mayores extensiones despobladas de toda Canarias. Si trazáramos una línea imaginaria que uniera los pueblos de Agaete, Valleseco, San Mateo, Valsequillo, Ingenio, Aldea Blanca, San Fernando y Puerto de Mogán y observáramos el sector Oeste, nos sorprendería un pedazo de territorio con unas densidades bajísimas de población y con unos valores magníficos desde el punto de vista natural y rural. Ese sector, único desde el punto de vista geológico, es una auténtica joya, lamentablemente desconocida por muchos habitantes.

Dentro de ese territorio se encuentra La Aldea de San Nicolás que durante siglos estuvo aislada, conformando, prácticamente, una isla dentro de la Isla. Esta circunstancia ha llevado a este pueblo a buscar su propia identidad y a ser prácticamente autosuficiente, ganándose a pulso el derecho de mejorar su calidad y condiciones de vida. Ahora llega el proyecto del Gobierno de Canarias proponiendo realizar la autovía Agaete – La Aldea. Este proyecto plantea una carretera clasificada como C-80 (esto quiere decir que permite una velocidad media de 80 km/h) en una de las zonas más abruptas, espectaculares y mejor conservadas de la isla de Gran Canaria.

El proyecto traza un tipo de autovía que no permite curvas ni desniveles pronunciados. No sólo no se adapta al territorio sino que obliga al territorio a que se adapte a ella, convirtiéndose así en la carretera más cara de toda la historia de Canarias. Una autovía agresiva que no soy capaz de imaginar encajada en el imponente, único y magnífico Noroeste grancanario. Ante este despropósito me surgen algunas preguntas muy claras: ¿No es posible plantear una carretera de otras características que se pueda adaptar mejor al territorio y que a la vez mejore las condiciones de accesibilidad y seguridad de las personas que residen en La Aldea y de las que la visitan?; ¿parte de esta inversión millonaria que intenta acabar con lo mejor de Gran Canaria, no podría emplearse en mejorar la calidad de vida y el nivel de servicios en La Aldea?; ¿acaso los habitantes de La Aldea no tienen los mismos derechos que los de otras islas que en similares condiciones de aislamiento se le han acercado los servicios necesarios para dejar de sentir esa sensación de lejanía de todo?; ¿porqué no puede haber un hospital en La Aldea con buen nivel de servicios como hay actualmente en Valverde, por ejemplo?; ¿qué impide que no se pueda invertir en mayor desarrollo de los servicios públicos en La Aldea y en el desarrollo local, haciendo hincapié en que no pierdan su independencia y capacidad de autosuficiencia adquiridadurante muchos años?.

En todo el mundo existen ejemplos de mejoras de carreteras de montaña, de cómo se puede atender las peticiones de movilidad respetando al Medio Ambiente. Les pido a los políticos y a los técnicos de grandes infraestructuras que, no intenten justificar lo injustificable y busquen soluciones viables y con sentido común. No hagan como alguno que ha dicho por ahí, que la autovía Agaete-La Aldea será positiva para el medioambiente porque ayudará a cumplir el protocolo de Kyoto. Que triste son los analfabetos en la vida pública, pero más triste todavía, es que pretendan engañar al pueblo.

Información de: El independiente de Canarias, 8-12-2006

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