El CES advierte del aumento de la pobreza y lejanía de las Islas con respecto a Europa

El CES ha alertado sobre la pobreza y la lejanía con Europa en ciertos indicadores sociales. El informe anual dice que Canarias avanza en la convergencia con Europa, pero cada vez más despacio. La economía isleña creció en 2005 menos que la media estatal, y aunque el empleo se mantiene, destaca la alta tasa de temporalidad.
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El examen anual que el Consejo Económico y Social de Canarias (CES) realiza a la marcha de la economía y los indicadores sociales del Archipiélago depara de nuevo este año un panorama bastante sombrío en cuanto a la evolución de las condiciones de vida en el Archipiélago, ya que aunque la economía sigue creciendo y las rentas familiares mejoran, las distancias aún con la media nacional y sobre todo europea son importantes, y persisten algunos déficit importantes como el mantenimiento de fuertes niveles de pobreza, de largas listas de espera sanitaria, fracaso escolar, elevada temporalidad y siniestralidad laboral o lentitud de la justicia.

El presidente de este órgano, José Luis Rivero, presentó su último informe al jefe del Ejecutivo autonómico, Adán Martín, ya que va a dejar el CES tras nueve años, de los que cinco ha estado como su máximo responsable. El estudio resalta el menor crecimiento de la economía canaria en 2005 con respecto a la media estatal, aunque por encima de los niveles de 2004. No obstante, la tasa de crecimiento desde el año 2000 de las Islas es una de las mejores del país. El PIB per cápita en Canarias es de 18.879 euros al año, un 10 por ciento menos que a nivel estatal, lo que sitúa al Archipiélago en undécimo puesto. La conclusión del CES es que Canarias continúa su convergencia con Europa, pero a un ritmo más lento que hace unos años. Por sectores, destaca el buen comportamiento del sector servicios y la industria, y aunque el crecimiento de la construcción se reduce, no hay un estancamiento.

Se sigue creando empleo, pero también crece a un fuerte ritmo la población activa, casi el doble que a nivel nacional. La tasa de paro se mantiene en un 10,67 por ciento, pero sobre todo el CES destaca la alta tasa de temporalidad laboral, que en Canarias es del 38,8 por ciento, frente al 33,4 por ciento español y el 14,2 europeo. Se expresa la preocupación por el aumento de esta tendencia en el sector público. El coste laboral por trabajador en Canarias es de 1.835 euros al mes, el segundo más bajo de España, pero los canarios trabajan cuatro horas más al mes. Se contrata sobre todo a personas con baja cualificación, crecen los empleos a tiempo parcial y el 17 por ciento de los contratos fueron para extranjeros. Un dato negativo es la siniestralidad laboral, que aumentó un 1,5 por ciento.

En materia social, lo primero que hace el informe es resaltar el mantenimiento de los niveles de pobreza, que siguen por encima del 18 por ciento de la población y del 20 por ciento de los hogares, sobre todo en El Hierro, La Gomera y La Palma. Si se compara con el umbral nacional de pobreza, la tasa canaria llega hasta el 24 por ciento de la población.

Se reconoce un esfuerzo presupuestario en esta materia, por encima de la media nacional, pero pese a eso los resultados no son buenos, y hay una gran preocupación por los niveles de fracaso escolar. También se señala que hay más alumnos por profesor que en la Península. En la actualidad, de cada 1.000 estudiantes, 61 son extranjeros.

Las listas de espera vuelven a ser la gran preocupación, ya que sólo se redujeron en 2005 un 2,1 por ciento. La bajada fue mucho mayor, eso sí, en las de más de seis meses. También se destaca que un 5,4 por ciento de la población canaria tiene limitada su actividad y se aprecia la necesidad de medidas para atenderles. Sigue habiendo un fuerte aumento del gasto farmacéutico, del 8,8 por ciento frente al 5,6 por ciento nacional, y en el aumento de los embarazos de adolescentes.

Tras resaltar la fuerte litigiosidad en las Islas, se señala la preocupación por la escasa plantilla judicial y el aumento de los casos pendientes. Se destaca la creación de las fiscalías Anticorrupción en las dos provincias, y se apremia a crear nuevas prisiones ante la saturación.

Destaca el encarecimiento de los precios, también en las viviendas protegidas, y el incremento de las deudas de las familias, sobre todo de los jóvenes. La atención a los dependientes es uno de los retos más relevantes de la política social, y se señala la importancia de que se apruebe la Ley de Rentas Mínimas. Las pensiones contributivas que cobran los canarios siguen siendo más bajas, disminuye el número de perceptores de las no contributivas y 70.500 perciben la prestación por desempleo.

El crecimiento demográfico vuelve a ser analizado en el informe del CES y, como es habitual en los últimos años, centró ayer en parte la presentación del estudio. José Luis Rivero quiso resaltar que el aumento de la población no es un problema, sino que es un hecho que tiene aspectos positivos y negativos, pero debe entenderse como algo natural a lo que hay que dar soluciones para atender el aumento de las demandas de servicios sociales.

Además, recordó que en las zonas donde más han aumentado los habitantes, es donde se ha producido más crecimiento económico, e indicó que lo importante es corregir los desequilibrios que puedan producirse. Por su parte, el jefe del Ejecutivo, Adán Martín, consideró que normalmente el crecimiento demográfico es positivo porque eso significa que una sociedad es pujante, pero resaltó que no pasa lo mismo en un territorio fragmentado y pequeño como el canario, donde tiene repercusiones negativas para lograr el equilibrio.

Sobre si es necesario un cambio de modelo económico, Rivero indicó que eso no se puede plantear así de globalmente, sino que se trata de ir introduciendo algunos cambios, aunque indicó que debe ser la sociedad quien decida lo que quiere sacrificar a cambio, por ejemplo, de conservar el territorio.