Best sellers holandeses hechos en Gran Canaria
ANTONIO F. DE LA GÁNDARA
Paul Goeken es número uno en ventas de las novelas de aeropuerto en su país natal, Holanda, vive en Gran Canaria desde 1999 y las tramas de sus cuatro primeras obras están ambientadas en el Sur. Una editorial española acaba de traducir uno de sus thrillers. Su editora española, Robin Book -con sede en Barcelona-, asegura que se animó a traducir La traición de Córdoba (Camouflage, 2004) porque Goeken «es uno de los mejores autores de thrillers europeos, y en Holanda, sin dudar, el número uno».
Hace dos meses, los seguidores de Crimezone, un sitio web holandés para amantes del thriller, concedieron a Camouflage el premio a la mejor novela de suspense jamás escrita en holandés, y desde hace varios meses es número uno en ventas en los aeropuertos de Holanda. Lo extraordinario es que el autor, Paul Goeken (Hilversum, Holanda, 1962), está afincado en Gran Canaria desde 1999, ha escrito sus cuatro primeras novelas en la isla, y todas ellas están ambientadas en el Sur de Gran Canaria.
En Hammerhead (2002), la costa isleña se convierte en pasto de una invasión de tiburones martillo. Los buceadores del sur de Gran Canaria se las ven de todos los colores para salir a flote en Dodelijke Stijging -algo así como ascensión mortal- , su segunda novela (2003).
En Camouflage (2004), la primera obra traducida al español (La traición de Córdoba), un grupo de terroristas islámicos hace estallar una bomba en el centro Comercial Yumbo y está a punto de generar una gran tragedia en la Kasbah.
Con De Orde (La secta, 2005) Goeken crea a un grupo de fanáticos nostálgicos de Franco y de los templarios que se desplaza de La Coruña a Gran Canaria con intenciones sombrías. El creador de este universo de intrigas, ciencia ficción y personajes inquietantes es un tranquilo y educadísimo hombre de mediana edad, felizmente casado y con tres hijos -Luca, de 21, Paul, de 10, y Jack, de siete- que escribe sus novelas tras el mostrador de una tienda de souvenirs en el Shopping Center Varadero, en Meloneras, en el mismo lugar donde intrigan los personajes de Camouflage y donde consiguió localizarlo este periódico hace dos semanas. Escribe con disciplina profesional seis días a la semana, pero asegura que no podría hacerlo encerrado entre cuatro paredes. «Necesito parar cada media hora o así, hablar con la gente, atender al público», expuso.
En estos días prepara una nueva obra. Su título provisional es Spanish Fury (Furia española), una novela sobre ETA en la que el autor prueba su clarividencia. Si Camouflage, escrita antes del 11-M, describía atentados de Al-Quaeda en España, el manuscrito que envío a su editorial sobre el guión de Spanish Fury -hace medio año- avanzaba que era una novela en la que la banda vasca pedía disculpas por sus acciones violentas, aunque un grupo se resiste al desarme.
Integrado en el medio
Asegura Goeken que no se ha hecho rico escribiendo, que los libros le dan para ir tirando. Su mujer, Anne, no trabaja, y tiene tres hijos, Luca, Paul y Jack, pero es muy feliz viviendo en Gran Canaria, tierra de la que tanto él como su mujer se declaran enamorados. De hecho, sus tres hijos se consideran canarios y hablan con acento local.
Los Goeken no son la típica familia holandesa que vive en una colonia de extranjeros, compra en el supermercado holandés, lee los periódicos holandeses y no sabe que hay ciudades al norte de la Isla. La familia comenzó viviendo en Arguineguín, y en la actualidad está establecida en San Fernando de Maspalomas. Paul expone sus libros en un rincón de la pequeña tienda de souvenirs que regenta en el centro comercial de Meloneras, y cuando los clientes reconocen los libros se los firma. «Pero no soy famoso», advierte.
Información de: Canarias7, 30/05/2006
0 comentarios