Guerra preventiva de ATI-Coalición Canaria contra la libertad de expresión
RAMÓN AFONSO
Escribir en Canarias y que te publiquen es complicado, si encima decides hacerlo libremente, sin pedirle permiso ni subvenciones a nadie, puede llegar a ser peligroso; pero si, además, decides opinar acerca de la emponzoñada vida política que protagonizan los creadores de Lo nuestro, a la vista de lo sucedido a los autores del libro El paraíso según Adán, escribir se convierte en una aventura sólo para valientes, casi en una misión suicida.
José M. Castellano Gil, uno de sus autores, se ha convertido en una obsesión para Fidencia Iglesias, consejera del Cabildo de Tenerife por Coalición Canaria (CC) y presidenta del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo (OAMC). Castellano, en su corta etapa (1999-2000) como director del Museo de Historia de Tenerife, llenó de vida la institución con actividades imaginativas, hizo partícipes a los visitantes de unas Noches de Terror o los guió por los vericuetos de la historia de La Laguna, ciudad Patrimonio de la Humanidad; se lo llevó de visita por los pueblos con sus exposiciones y conferencias y atrajo a la gente del teatro con representaciones en sus estancias. Pero de nada sirvió convertir el viejo y aburrido Museo de Historia de Tenerife en un referente cultural, ni que en el año 2000 se le otorgara la Medalla del Museo Provincial de Holguín y la Medalla Distinción por la Cultura Nacional Cubana del Ministerio de Cultura de la República de Cuba, porque Fidencia Iglesias no sólo decidió cesar a Castellano sino que lo sometió a toda una serie de vejaciones en lo personal y profesional, un continuo acoso moral y laboral (mobbing) tal como recoge una histórica sentencia en la que se condena al OAMC a indemnizar a Castellano con casi 60.000 euros por las secuelas físicas y síquicas que tal situación le produjo.
Fidencia Iglesias ha convertido el OAMC en un laboratorio de nepotismo isleño, el nombramiento de Carmen Dolores Chinea, cuñada del alcalde de Santa Cruz de Tenerife Miguel Zerolo, como directora del Museo de Historia de Tenerife, se puede complementar con la recientemente contratación de la hija de Maribel Oñate, veterana política, miembro del consejo de administración de CajaCanarias y experta funámbula que transita como nadie por la delgada frontera existente entre el nacional catolicismo del Partido Popular, en el que milita actualmente, y la ultraperiferia subvencionada de CC con quien gobierna en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. La extraña insistencia en la búsqueda de licenciados en Filología Hispánica para cubrir plazas en el Museo de Historia y en el Centro de Documentación y más recientemente en el Instituto Óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea y que dicha titulación académica sea precisamente la que posee la nuera de Fidencia Iglesias y el asesor del IOACC, nos hace pensar que éstas plazas ya tienen dueño, tiempo al tiempo. Como guinda la señora Fidencia colocó al hijo de su asistenta de hogar, tras una larga serie de contrataciones ilegales previas, mediante unas oposiciones ad hoc.
Apoyado en una denuncia de Rafael González Antón, director del Museo de Arqueología de Tenerife y patrocinador del chanchullo de la Piedra Zanata, de Antonio Vela de la Torre, director del Centro de Fotografía Isla de Tenerife y de la citada cuñada del alcalde Zerolo, perfectos ejemplos de estómagos agradecidos alimentados en el más rancio clientelismo, el OAMC abre expediente disciplinario contra José M. Castellano con una propuesta de sanción de suspensión de empleo y despido. Desde hace unos meses Fidencia Iglesias se ha paseado con El Paraíso según Adán bajo el brazo por lo menos lo compró- por todos los departamentos de asesoramiento jurídico del Cabildo recabando información por si el contenido del libro pudiera constituir motivo de despido o, como mínimo, se le pudiera incoar expediente disciplinario, recibiendo siempre el no por respuesta. Sin embargo, no ha cejado hasta conseguir que estos personajillos, tan perniciosos para la vida democrática y que florecen siempre cerca del poder, se hayan atrevido ahora con la denuncia, a los dos años de haberse publicado los artículos y tras dos ediciones del libro. El silencio de Ricardo Melchior, presidente del Cabildo de Tenerife, lo convierte en cómplice de las trapacerías urdidas por su compañera de partido.
Estos petimetres no se han atrevido a acudir a los tribunales porque saben perfectamente que lo dicho por José M. Castellano en el libro se basa en datos que cualquiera puede comprobar ¿O acaso no es cierto que el Cabildo de Lanzarote en 2004 instó a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias para que iniciara un expediente sancionador contra Rafael González Antón y Carmen del Arco por realizar unas prospecciones sin permiso en un lugar declarado Bien de Interés Cultural? ¿O no es menos cierto que dicho expediente duerme el sueño de los justos tras el acuerdo alcanzado entre Museos de Tenerife, el Cabildo de Lanzarote y CajaCanarias? Curiosamente, la misma entidad financiera que secuestrara el libro Ernesto Lecuona: el genio y su música de José M. Castellano y José Fernández. ¿Acaso se puede ofender cuando se dice la verdad? En fin, sólo faltaría añadir que el marido de Fidencia Iglesias es Álvaro Arvelo, director general de CajaCanarias, entidad financiera que colabora en casi todo lo que hace Museos de Tenerife No nos debe sorprender, por tanto, que el OAMC haya adquirido un edificio sin demasiado valor, situado en la calle Anchieta de La Laguna, perteneciente a esa entidad financiera para la ampliación del Museo de Historia, mientras CajaCanarias, poco tiempo después de esa operación, adquiría una casona colindante al Museo de Historia en la calle San Agustín donde se establecerá la Fundación Cristino de Vera. CajaCanarias hace una muy buena operación y Museos de Tenerife una desastrosa inversión. Además, lo lógico hubiera sido que Museos adquiriese la casona colindante y no el edificio de CajaCanarias, en fin, supongo que todo esto tendrá alguna explicación.
El periodista Ramón Pérez Almodóvar, coautor de El paraíso según Adán, no ha corrido con mejor suerte ya que siendo redactor jefe de la Agencia Canaria de Noticias (ACN) -empresa vinculada al empresariado canario- tuvo la osadía de publicar una información en febrero de 2004 sobre una maniobra orquestada por los pesos pesados de Coalición Canaria en Tenerife -Adán Martín, Melchior, Paulino Rivero, Miguel Zerolo, el revivido ex presidente Manuel Hermoso, etc.- contra su compañero de partido y Presidente del Gobierno, Román Rodríguez, que le costó el puesto, y a pesar de que otra histórica sentencia condenó a ACN por vulneración del derecho a la libertad de expresión a un profesional de la comunicación las represalias han sido continuas.
Aunque el control sobre los medios de comunicación y de la producción artística es feroz por parte de Coalición Canaria y allegados -nada se hace sin su beneplácito- nadie de estos democráticos alumnos de Joseph Goebbels se había atrevido a tanto como Fidencia Iglesias y su compañeros. Estos no queman libros, los editan y los dejan reposando en salones oscuros sin que les de la luz de una mirada curiosa; no le cosen los labios a los juglares, pero le censuran sus vídeo clip como a Kakó. No amarran con grilletes y cadenas a los escribas insumisos pero le intentan destrozar la vida a quien, como José M. Castellano Gil, no le da la gana de callar. La libertad de expresión esta bajo mínimos en Canarias, pero también lo está la cordura, el sentido común, los derechos laborales, la justicia social, el derecho a una vivienda digna, la sanidad, la educación...
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