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La Voz de Gran Canaria

Sobre la creación en la Universidad de La Laguna del Instituto de Medicina Tropical

Sobre la creación en la Universidad de La Laguna del Instituto de Medicina Tropical

GRUPO DE OPINIÓN "TAMARÁN"

Recientemente hemos sabido por los medios de comunicación de la vecina isla de Tenerife, que su Cabildo Insular y la Universidad de La Laguna han creado el llamado "Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias". Hasta aquí la noticia, acompañada de la información sobre una generosa dotación financiera por parte del Cabildo tinerfeño (se habla de 1,5 millones de euros), debería ser motivo de satisfacción, pues representa un loable esfuerzo en la contribución que podemos hacer los canarios, para paliar las graves deficiencias en materia sanitaria que padece nuestro vecino continente africano.

Sin embargo y pese a los buenos deseos que podamos expresar, no deja de tener un cierto sabor amargo el comprobar, una vez mas, como en Gran Canaria se pierden las oportunidades de desarrollo, gracias al desinterés, la apatía y sobre todo la miopía de los que deberían velar por los intereses generales de esta Isla.

Un poco de historia nos permitirá comprobar esta afirmación. En efecto, el 22 de Julio de 1973, Carlos Bosch Millares, cuya personalidad y trayectoria profesional, científica y humana no necesita de mayores presentaciones para los habitantes de esta isla, pedía la creación de una Escuela de Enfermedades Tropicales, evitando la competencia con las especialidades que (sic) ya existieran en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna.

Esa idea, junto con otras igualmente valiosas, fueron caballo de batalla del Dr. Bosch Millares durante años, sin encontrar al parecer eco entre los responsables políticos y académicos de Gran Canaria. No creemos necesario recordar en el actual escenario de inmigración masiva desde África que está padeciendo Canarias, con las secuelas derivadas del olvido casi total en el que hemos mantenido a sus poblaciones, abocadas a la desesperación, lo que hubiera representado disponer de una institución universitaria en la que formar a los futuros médicos africanos, conscientes de que solo la cooperación y la ayuda que podamos prestar a sus ciudadanos, será la respuesta posible para sacarlos del a miseria, el atraso y el subdesarrollo.

Traemos a colación esta historia, no para criticar a los que en Tenerife han tenido la iniciativa de crear ese Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, a los que felicitamos por su decisión, al igual que pronto veremos el nacimiento del Instituto Iberoamericano del Turismo, con sede posiblemente en esa isla, sino para preguntarnos una vez mas, que está ocurriendo en Gran Canaria. ¿Qué paraliza las energías otrora desbordantes de esta Isla?.

Los ciudadanos deberían reflexionar y tratar de responderse esta preguntas y plantearse de una vez por todas, si es posible que esta nave continúe su andadura sin rumbo, ni timonel, sin carta de navegación, sin destino, sin otra esperanza que la de sobrevivir. ¿Cómo es posible que ideas y proyectos queden en el cajón de los recuerdos?.¿Como es posible que el desarrollo futuro de esta isla continúe empantanado por errores y disparates de políticos venales?.

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