La ópera ´El moro de la patera´, de Lothar Siemens, una visión crítica de la inmigración
Un acontecimiento largamente esperado tendrá por fin lugar el próximo dìa 20 de este mes en el Teatro Cuyás. Se trata del estreno en Las Palmas de Gran Canaria de El moro de la patera, ópera de cámara del compositor y musicólogo grancanario Lothar Siemens en la que aborda críticamente el fenómeno de la inmigración.
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El espectáculo, generosamente patrocinado por el Cabildo de Gran Canaria, se inscribe en el programa de las Fiestas de la Ciudad y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento capitalino y la Asociación Wagneriana de Canarias. La dirección musical ha sido confiada a Daniel Martínez Gil de Tejada. La escénica y el videomontaje, al regista alemán Uwe Schwarz.
Con un grupo de solistas de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y el Coro Schola Cantorum dirigido por Emilio Tabraue, serán intérpretes la soprano Rosina Herrera, la mezzosoprano Montserrat Giró, el tenor Francisco Corujo, el barítono Augusto Brito, el bajo Alberto Feria y el bailarín Miguel Montañez. La producción corre a cargo del Grupo Aria, que dirige Conrado Álvarez.
El moro de la patera es la segunda ópera de Lothar Siemens. La primera, El encargo político, fue estrenada con extraordinario éxito por el Festival de Música de Canarias en su edición de 2002.
La acción transcurre en una hora y se desarrolla en Fuerteventura, donde, persiguiendo a un moro llegado en patera que se ha escapado, la Guardia Civil llega a la casa de Ayose y Fasca en Teneje, hasta donde conduce su pista. Fasca percibe cierta inquietud en Antonia, la empleada doméstica granadina, y al quedarse ambas solas se encara con ésta para que confiese lo que sabe. Antonio reconoce que tiene al moro escondido y pide a Fasca que no lo delate, pues en el moro espera encontrar el amor que nunca tuvo. A cambio, el moro trabajará con las cabras y en los tomates.
Fasca ordena a Antonia traer al moro. Entra Ayose y sorprende al moro en el momento en que Antonia lo trae. Sin escuchar a las mujeres, lo prende y llama por el móvil a la policía para que venga a buscarlo. Al quedar las mujeres nuevamente solas, Antonia amenaza a Fasca: o convence a Ayose para que no entregue al moro, o delatará al matrimonio por el secreto que conoce: los negocios de Ayose como distribuidor de la droga en aquella zona de la Isla, y también que Fasca lo encubre. Quiere al moro y también dinero por su silencio.
Al quedarse sola, Fasca, desesperada, invoca en su aria a la Virgen de la Peña para que obre el milagro de que Ayose eluda al guardia, o bien para matar impunemente a Antonia si entregan al moro. Al caer postrada ante la imagen sagrada se oye el canto de la serpiente maligna, cuyo papel aclara el coro trágico que desde el principio interviene comentando la acción dramática.
Fasca revela a Ayose la difícil situación en que se encuentra y le incita a sobornar al guardia o matar a Antonia. Ordena Ayose que comparezcan nuevamente Antonia y el moro. Éste, en su "arietta moruna", se extraña de que nadie le quiera escuchar, y cada uno reflexiona a continuación en un cuarteto su preocupación personal. Llega finalmente el cabo de la Guardia Civil e intenta detener al moro, pero Ayose le pide hablar primero y hacen un aparte. El desenlace es distinto del esperado, pues quizás todos mienten, o todos fingen.
Ese mecanismo de ficciones sirve al compositor (también autor del libreto) para simbolizar algunos personajes reales de la actualidad. El fondo de la obra es una denuncia ética del tratamiento de la inmigración, que se mezcla en la trama con el negocio inmobiliario y el tráfico de drogas. El moro -ha declarado Siemens- es tratado como un personaje neutro sobre el que gira todo; pero cuando tiene la oportunidad de hablar, nadie se interesa por él porque lo que quiere el resto es sacar partido a su llegada".
Como es notorio, incide Siemens en su segunda ópera en la crítica de algunas de las realidades de su momento histórico, aplicando a la mirada estética la ironía crítica y el sentido del humor.
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Nareme -