La marca grancanaria "La Isleña" invertirá más de seis millones en su nueva fábrica

Una compañía netamente grancanaria, La Isleña, invertirá más de seis millones de euros en el traslado de su fábrica de pasta y chocolate, aunque las nuevas instalaciones también se ubicarán en el municipio de Arucas. La industria alimentaria prevé iniciar el desmantelamiento de su factoría de Trasmontaña el próximo año y trabajar a pleno rendimiento en las nuevas instalaciones de Montaña Blanca a lo largo de 2007.
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El director general de La Isleña, Pedro Ortega, atribuye el traslado de la factoría de Trasmontaña a Montaña Blanca a la mejora de la competitividad de una empresa familiar con 115 años de existencia. No en vano, la compañía aún fabrica pasta y chocolate sobre la misma casa de la familia Megías donde empezó con el negocio del cacao en 1890. Aunque las instalaciones haya experimentado diversas reformas, La Isleña, que obtuvo el diploma de proveedor de la Casa Real en 1901 y se inició en el sector de la pasata en 1935, precisa de un "salto" para afrontar el futuro con garantías, detalla Ortega Rodríguez.

Los herederos de Andrés Megías Mendoza mantienen toda la propiedad de una empresa que "va camino de la quinta generación", pese a la teórica escasa supervivencia de las sociedades familiares más allá de los hijos del fundador. Andrés Megías Pombo ostenta el cargo de consejero delegado de La Isleña, que adquirió la tinerfeña fábrica de chocolate La Candelaria durante 2000.

Actualmente, la compañía aruquense produce cada año casi seis millones de kilos, de los que más del 90% son de pasta; factura más de siete millones de euros y emplea a unas 60 personas. "Somos una empresa regional desde siempre por la sencilla razón de que vendemos el 50% en cada una de las dos provincias, hay veces que incluso hemos tenido más cuota de mercado en Tenerife que aquí", recuerda Pedro Ortega.

Además, La Isleña participa desde 2001 en el consorcio de exportación Pexcan, integrado también por la empresa grancanaria Malpacasa y las tinerfeñas Establecimientos Industriales del Archipiélago y Careca. Aunque las cuatro compañías venden cada año productos por valor de 600.000 euros a Senegal, Cabo Verde y Mauritania, Pedro Ortega descarta la apertura de fábricas en el África occidental: "No estamos lo suficientemente maduros".