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La Voz de Gran Canaria

Romper de verdad

Romper de verdad JOSE A. ALEMAN

Tanto Soria como ATI-CC dan por sentado que los psocialistas volverán al redil. O sea, que se reincorporarán a los trabajos para la reforma del Estatuto canario. Los socios del Gobierno consideran que el PSC levantó las patas para el aire siguiendo instrucciones de Madrid y que bastará que Zapatero vuelva a reunirse con los presidentes autonómicos para que envíe a Juan Carlos Alemán el ucase de reconsiderar su postura, ¡ar!

Alemán, angelito, asegura que cuando los psocialistas rompen es que rompen de verdad y a ninguno le interesa romper por frivolidad. O sea, que no habrá marcha atrás porque su postura es irreversible. Todo lo irreversible que son las cosas en la política de esta tierra, ha de entenderse.

Seguimos en las mismas. Bueno, no exactamente en las mismas si los psocialistas se mantienen en lo que es, si no recuerdo mal, el primer gesto serio de oposición de la legislatura. Espero que no les haya agotado. Han tonteado mucho con CC a ver si desplazaba al PP del Gobierno, sin enterarse de que los intereses comunes al tanto por ciento unen mucho. Y ahora que lo saben han de recuperar el tiempo perdido. De momento, han puesto sobre la mesa (debajo, vista la reacción en contra de CC-PP) la reforma de un sistema electoral que reduce la escena política canaria a tres fuerzas mayoritarias que tienden a fosilizar la vida pública y a alejar al personal de las instituciones y de las urnas porque, total, para qué.

Entre los beneficiarios del sistema figura el PSC, está claro. Es por lo que están seguros ATI y CC de que, una vez calmadas las ventoleras de vascos y catalanes, regresarán los psocialistas a la ponencia, al consenso y la madre que lo parió. A mí no me extrañaría que así fuera. Ellos sabrán. Pero, al margen de que los psocialistas hicieran mal o bien cogiendo puerta y ahí se quedan en lo del Estatuto, no pueden ya reincorporarse a los trabajos si ATI y el PP no acceden a abordar la reforma electoral. Por el qué dirán, mayormente.

En este sentido, aunque Román Rodríguez dejara claro que Nueva Canarias (NC) no prevé pacto preelectoral alguno con el PSC, muchos le agradecerían que presiones a favor de la reforma electoral. Al fin y al cabo, hace unos días se pronunció Román por una reforma estatutaria “al máximo nivel”, que espero no lo mida en la escala de Richter. También postulan los neocanarios la reforma electoral, de modo que sólo se espera de ellos que se pongan pesados y meneen al mandarinato en todos los niveles.

Y ya que menciono a Román, tengo por aquí una nota acerca de lo que dijo en reciente entrevista. Aseguró que si Soria pusiera el empeño, los medios y los recursos económicos que despliega para su capricho del istmo de Santa Catalina, cuestiones como las de los hospitales del Pino, Militar y Materno estarían solucionadas. Pero prefiere no disgustar a ATI. Eso de que mira para otro lado mientras desmontan políticamente a Gran Canaria no es forma de hablar sino hecho constatado.

Con esta referencia, Román apunta que el Estatuto no quita el sueño al ciudadanaje. Por eso irrita que le den tanto juego frente a cuestiones que sí preocupan, que salen un día en el periódico y desaparecen con la misma sin dejar huella porque no merecen el comentario ni la atención del mandarinato. Las cuestiones económicas y sociales que les ocupan, fíjense, son las idas y venidas a Marruecos, las perforaciones de Repsol, la manga ancha a las promociones inmobiliarias; los negocios en general. Nadie sabe qué hace el Gobierno contra el paro, los precios abusivos, el funcionamiento de los circuitos comerciales, el control de las ayudas europeas, las alternativas a cuando éstas se reduzcan, el empleo de los fondos RIC a los que no paran de salirles novias, el fracaso escolar, las viviendas, los bajos salarios y pensiones, la precariedad laboral, los contratos basura y paro de contar para que no me digan alarmista.

Cuanto afecta de verdad a la vida diaria de los isleños no encuentra eco en las preocupaciones y ocupaciones mandarinas y cuando emergen se les superpone un supuesto gran debate de futuro (imperfecto, of course) y entonces sí que hablan los mandarines tan por los codos que no sé yo, la verdad, si no deberían autoincluirse en la sección “Cotorras hablantinas” del Registro de Animales Peligrosos (el RAP, oye) que creó el Gobierno en su último Consejo.
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