El 13% de la población total de La Aldea de San Nicolás es inmigrante sin recursos

El hecho de que más de mil inmigrantes estén empadronados en La Aldea, ha originado que durante los días que lleva abierto el plazo para la regularización de extranjeros el departamento de certificaciones del Consistorio se haya visto colapsado, sobre todo en horas del mediodía. Solicitan certificados de empadronamiento para acreditar el tiempo que han permanecido en el pueblo, para lo cual algunos de ellos presentan un informe de Cáritas, institución que ha venido suministrándoles alimentos y ropa debido a su situación de miseria.
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Los responsables municipales han sugerido que sean los propios empresarios los solicitantes de las certificaciones, mediante la presentación del listado de inmigrantes que trabajan en sus fincas, con el fin de evitar las colas. Hasta el momento no se había acercado ningún propietario de los cultivos por las oficinas, haciéndolo tan sólo los interesados, ansiosos por regularizar su situación.

A fecha 31 de diciembre pasado, el censo de población del municipio se situaba en 8.106 habitantes, de los que 1.052 son inmigrantes. Este casi 13 % de la población lo constituyen extranjeros procedentes de unas cuarenta naciones distintas que han llegado a La Aldea atraídos por la oferta de empleo que genera el municipio durante la zafra del tomate.

La colonia de extranjeros más numerosa es de procedencia norteafricana y musulmana, siendo mayoritarios los marroquíes. En cuanto a los suramericanos, la casi totalidad son de Ecuador. Una cantidad importante de inmigrantes, más de 200, son centroeuropeos, en su mayoría rumanos que han sido contratados por cooperativas y empresas locales a través de la COAG.

Actualmente en La Aldea se destinan al cultivo del tomate unas 750 fanegadas. Si bien ya en campañas anteriores era deficitaria la mano de obra, el incremento de las explotaciones, sobre todo por parte de la cooperativa Coagrisan en la zona de Las Tabladas, ha incrementado la oferta de trabajo. A pesar de la llegada de unos 200 polacos y rumanos, contratados expresamente para la zafra, ello no ha sido motivo para que inmigrantes de otras nacionalidades, llegados por libre, tengan la posibilidad de hacerse con un salario. En el pasado mes de diciembre, varios empresarios agrícolas fueron requeridos como consecuencia de las denuncias realizadas por inmigrantes irregulares que habían sido detenidos, tras llevarse a cabo una operación de identificación por parte de la Guardia Civil.