Un parlamento para todos los canarios
NARDY BARRIOS CURBELO
Portavoz del Grupo Municipal Coalición Canaria-Compromiso Las Palmas de Gran Canaria
A estas alturas aún me asombra la manera en que se pervierten iniciativas positivas y favorecedoras para Canarias convirtiéndolas en un arma de disenso. El pasado día 29 de octubre el Pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aprobó por unanimidad una moción presentada por nuestro grupo municipal, Coalición Canaria-Compromiso Las Palmas de Gran Canaria, en la que solicitábamos que se instara al Gobierno de Canarias a la inclusión en la reforma del Estatuto de Autonomía de la creación de una delegación del Parlamento de Canarias en nuestra capital en la que se desarrolle la actividad parlamentaria.
Algunas voces, sobre todo en la isla de Tenerife, se han alzado asegurando que esta propuesta induce al insularismo y la ven como una agresión y una petición descabellada. Creo que el equilibrio entre las Islas es el mejor antídoto contra el insularismo y la desunión del Archipiélago.
La propuesta que hice en el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no se trata ni de una ocurrencia ni está a contratiempo. El presidente del Gobierno de Canarias ha reunido a un grupo de expertos para que propongan una reforma del Estatuto de Autonomía de nuestra comunidad. El mismo que regula la sede del Parlamento y de otras instituciones.
Esa comisión ha propuesto que se recoja en la próxima reforma del Estatuto la doble capitalidad del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), que ahora mismo está en Las Palmas de Gran Canaria. No he visto ningún artículo en la prensa tinerfeña decir que eso ya estaba acordado y que no se debe compartir la sede de dicho Tribunal porque sería romper el actual equilibrio.
Lo que digo es: Si abrimos el melón, lo abrimos para todo. No sólo para abrir una sede del Tribunal Superior de Justicia de Canarias en Tenerife, que no creo que sea una mala idea. Pero, ¿por qué entonces no dar otro paso y, siendo el Parlamento de Canarias el órgano central de la democracia, acercar esta institución a Las Palmas de Gran Canaria en el ánimo de que todos los ciudadanos conozcan de forma directa su funcionamiento? ¿En qué perjudica a la isla de Tenerife que los ciudadanos de Gran Canaria sientan más cercana una institución democrática como el Parlamento? ¿Porqué las mismas voces que critican que se abra en Gran Canaria una sede del Parlamento les parece bien que se abra una sede del TSJC en Tenerife?. ¿No es eso incoherente?¿No es una postura insularista?
Esta moción que he presentado ha sido aprobada por unanimidad en el pleno del Consistorio capitalino, con lo cual hemos recibido el apoyo de todos los grupos políticos representados. Entonces ¿estamos enarbolando todos la bandera del insularismo?
Nada más lejos de la realidad. Yo soy chicharrera de nacimiento, Isla en la que me crié. Y soy grancanaria de adopción, Isla en la que he desarrollado mi vida personal y profesional. Creo que Canarias ha vivido muchos años desquiciada por el insularismo. Sí que creo que es necesaria una reforma profunda del Estatuto, que empiece por el sistema electoral, con una lista única a la presidencia del Gobierno que sea votada por todos los canarios y no tan sólo por los de una isla. Creo que es necesaria una reforma del Estatuto que acabe con el derroche de dinero que supone duplicar servicios.
Pero, si los actuales grupos en el Parlamento quieren continuar con las actuales reglas del juego, entonces tengo que pedir que sean iguales para todos. No se puede poner en práctica la frase de lo mío es mío y lo tuyo lo compartimos que ha acuñado un columnista de las Islas. Si decidimos dejar las cosas como están, bien aunque no esté de acuerdo. Pero si entramos a reformar que esa reforma sea para todos por igual.
Quiero que quede claro. Los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria me han elegido para defender sus intereses, no para perjudicar a Tenerife ni a otra isla. Con esta iniciativa que he tenido y otras que estoy preparando no perjudico en ningún modo a Tenerife a pesar de lo que algunos han manifestado. Lo que no voy a permitir es que, una vez más, los habitantes de la ciudad y de la Isla en la que vivo tengan la sensación de que sus políticos no los defienden de la manera adecuada y permiten que, en un aspecto tan importante como la reforma del Estatuto se sientan engañados, porque eso será malo para el conjunto del Archipiélago ya que la unión se consigue con el equilibrio, y no podemos permitir que se rompa. Sólo desde la consideración de las peculiaridades de cada isla y la resolución de sus necesidades podremos conseguir la anhelada unión de los canarios.
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Portavoz del Grupo Municipal Coalición Canaria-Compromiso Las Palmas de Gran Canaria
A estas alturas aún me asombra la manera en que se pervierten iniciativas positivas y favorecedoras para Canarias convirtiéndolas en un arma de disenso. El pasado día 29 de octubre el Pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aprobó por unanimidad una moción presentada por nuestro grupo municipal, Coalición Canaria-Compromiso Las Palmas de Gran Canaria, en la que solicitábamos que se instara al Gobierno de Canarias a la inclusión en la reforma del Estatuto de Autonomía de la creación de una delegación del Parlamento de Canarias en nuestra capital en la que se desarrolle la actividad parlamentaria.
Algunas voces, sobre todo en la isla de Tenerife, se han alzado asegurando que esta propuesta induce al insularismo y la ven como una agresión y una petición descabellada. Creo que el equilibrio entre las Islas es el mejor antídoto contra el insularismo y la desunión del Archipiélago.
La propuesta que hice en el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no se trata ni de una ocurrencia ni está a contratiempo. El presidente del Gobierno de Canarias ha reunido a un grupo de expertos para que propongan una reforma del Estatuto de Autonomía de nuestra comunidad. El mismo que regula la sede del Parlamento y de otras instituciones.
Esa comisión ha propuesto que se recoja en la próxima reforma del Estatuto la doble capitalidad del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), que ahora mismo está en Las Palmas de Gran Canaria. No he visto ningún artículo en la prensa tinerfeña decir que eso ya estaba acordado y que no se debe compartir la sede de dicho Tribunal porque sería romper el actual equilibrio.
Lo que digo es: Si abrimos el melón, lo abrimos para todo. No sólo para abrir una sede del Tribunal Superior de Justicia de Canarias en Tenerife, que no creo que sea una mala idea. Pero, ¿por qué entonces no dar otro paso y, siendo el Parlamento de Canarias el órgano central de la democracia, acercar esta institución a Las Palmas de Gran Canaria en el ánimo de que todos los ciudadanos conozcan de forma directa su funcionamiento? ¿En qué perjudica a la isla de Tenerife que los ciudadanos de Gran Canaria sientan más cercana una institución democrática como el Parlamento? ¿Porqué las mismas voces que critican que se abra en Gran Canaria una sede del Parlamento les parece bien que se abra una sede del TSJC en Tenerife?. ¿No es eso incoherente?¿No es una postura insularista?
Esta moción que he presentado ha sido aprobada por unanimidad en el pleno del Consistorio capitalino, con lo cual hemos recibido el apoyo de todos los grupos políticos representados. Entonces ¿estamos enarbolando todos la bandera del insularismo?
Nada más lejos de la realidad. Yo soy chicharrera de nacimiento, Isla en la que me crié. Y soy grancanaria de adopción, Isla en la que he desarrollado mi vida personal y profesional. Creo que Canarias ha vivido muchos años desquiciada por el insularismo. Sí que creo que es necesaria una reforma profunda del Estatuto, que empiece por el sistema electoral, con una lista única a la presidencia del Gobierno que sea votada por todos los canarios y no tan sólo por los de una isla. Creo que es necesaria una reforma del Estatuto que acabe con el derroche de dinero que supone duplicar servicios.
Pero, si los actuales grupos en el Parlamento quieren continuar con las actuales reglas del juego, entonces tengo que pedir que sean iguales para todos. No se puede poner en práctica la frase de lo mío es mío y lo tuyo lo compartimos que ha acuñado un columnista de las Islas. Si decidimos dejar las cosas como están, bien aunque no esté de acuerdo. Pero si entramos a reformar que esa reforma sea para todos por igual.
Quiero que quede claro. Los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria me han elegido para defender sus intereses, no para perjudicar a Tenerife ni a otra isla. Con esta iniciativa que he tenido y otras que estoy preparando no perjudico en ningún modo a Tenerife a pesar de lo que algunos han manifestado. Lo que no voy a permitir es que, una vez más, los habitantes de la ciudad y de la Isla en la que vivo tengan la sensación de que sus políticos no los defienden de la manera adecuada y permiten que, en un aspecto tan importante como la reforma del Estatuto se sientan engañados, porque eso será malo para el conjunto del Archipiélago ya que la unión se consigue con el equilibrio, y no podemos permitir que se rompa. Sólo desde la consideración de las peculiaridades de cada isla y la resolución de sus necesidades podremos conseguir la anhelada unión de los canarios.
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