Que a Toñi Torres y a su entorno los estaban investigando lo sabía en Telde casi todo el mundo. Bueno, en Telde y en Las Palmas de Gran Canaria, donde los altos mandos policiales estuvieron haciendo encajes de bolillos para parar a algunos periodistas ansiosos por dar la noticia. Pero los investigados, a pesar de los rumores, seguían dándole al móvil, dándole al maletín y dándole a la impunidad. El asunto fue tan descarado que hay empresarios que recuerdan conversaciones con Paco Valido (el alcalde de Telde cuyo mayor currículum académico es haber sido vendedor de plátanos) en las que les advertía de que no hablaran por teléfono con la concejal de Solidaridad, cargo que también ostentaba la detenida. Por cierto, hablando de empresarios, no se pueden imaginar cuántos andan revisando su pasado más inmediato en relación con el municipio de Telde. Dicen los expertos en inteligencia que esto de las detenciones no ha hecho más que empezar.
José Manuel Soria conoce perfectamente a Toñi Torres. Se lo adelantamos a él y a todos ustedes antes de que el presidente del Cabildo tenga la ocurrencia de decir que jamás se la han presentado. Además de ser su persona de confianza en Telde (de la máxima confianza), les une una relación personal que el presidente del PP no tiene con todos los altos cargos del partido. De hecho, José Manuel Soria fue testigo de la boda que en diciembre de 2003 unió en feliz matrimonio (en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza) a Toñi Torres con el interventor municipal de Telde, Enrique Orts, también detenido este miércoles en el comienzo de la Operación Faycán. O sea, que ya tenemos dos bodas decisivas en la vida política de Soria, la de Briganty, a la que Soria acudió aunque no le conociera (vale, Manolo), y la de Toñi Torres, a la que el presidente del Cabildo ya conocía por los recuerdos que dejó en esa Corporación.
Nadie en Telde, ciudad de la que es natural el presidente del PP, ignora algunas de las andanzas políticas de Toñi Torres desde que regresó al Ayuntamiento tras el éxito electoral de su partido en 2003. Pese a llevarse a muerte con Mari Carmen Castellano, aceptó una tregua por el bien de la humanidad y transigió con que Paco Valido, un paracaidista que nadie quería, fuera el alcalde. La mujer fuerte del partido dentro y fuera del Ayuntamiento sería ella, y nadie le tosía. El camino quedaba expedito porque los socios de AFV-Ciuca habían elegido Urbanismo, y ya se sabe que donde mandan los hermanos Reyes, nada toca Toñi ni nadie del PP. Y mucho menos el alcalde. Así las cosas, la señora Torres se estableció por su cuenta y se hizo rápidamente famosa por lo que en Cataluña se llamó el 3%, sólo que en Telde, donde hay una hora menos, la ambición llegaba al 20%. No hay conversación entre empresarios, funcionarios avisados o periodistas en la que no terminara saliendo a colación el famoso 20%, pero nadie iba al juzgado. Hasta que una persona se plantó donde se tenía que plantar, puso su firma al final del folio que le pusieron delante, y empezó la Operación Faycán.
A José Manuel Soria le pasa en Telde con Toñi Torres lo que en Fuerteventura con el marqués de las dunas. Son personajes con mando e influencia y no puede prescindir de ellos. En el caso del marqués, pronto tendrá el presidente del PP que rendir cuentas ante el electorado, además de reactivar el comité de derechos y garantías para ver qué hacer con el ex alcalde de La Oliva, parlamentario actualmente. Con Toñi Torres, Soria tiene el problema añadido de que la dama contaba con amplios antecedentes de trapisondas políticas allí donde ha tenido acceso a los presupuestos públicos. No les vamos a cansar aquí con las aventuras de Torres en el Cabildo de Gran Canaria bajo el mandato de María Eugenia Márquez, con la que tuvo precisamente sus más y sus menos por a) ser una chapucera de la gestión (por no decir algo más fuerte, que hay niños despiertos), y b) ser de la cuerda soriana, lo que le granjeó más de un enfrentamiento con la otra parte del PP. Por lo tanto, Soria no puede decir que le haya sorprendido la detención de su dama de hierro en Telde, por mucha cara de póquer que le pusiera este miércoles por la mañana al delegado del Gobierno cuando le comunicó oficialmente la noticia.