Del Tritón al Atlante en bici
El acondicionamiento del paseo de El Rincón permite recorrer el municipio de punta a punta.
Vicente Travieso
La capital de la isla tiene 15 kilómetros de su costa casi listos para disfrutar del mar, ya sea en bici, caminando o corriendo por buena parte de su litoral costero. Concretamente a través de los paseos marítimos existentes y que encontramos entre dos símbolos de la ciudad, los monumentos del Tritón y el Atlante, situados en los extremos sur y norte de este recorrido.
A diario son cada vez más los ciudadanos que recurren a la Avenida Marítima o la Playa de Las Canteras para su habitual paseo o como campo de entrenamiento deportivo. Prolongando un poco estas dos zonas de ocio se completa una ruta de 15,6 kilómetros, ideales para los amantes del ejercicio al aire libre.
Las reciente obras de acondicionamiento del entorno del Atlante incluyen un nuevo paseo, que se prolonga hasta el final de la variante de la carretera de El Rincón, todavía a falta de los remates finales. Un recorrido de ida y vuelta que se puede realizar en unas dos horas y media en bici y unas seis horas caminando. Por lo que es aconsejable su realización por partes, al menos si vamos caminando. Además ofrece la posibilidad de incorporarse al mismo desde muchos puntos de la ciudad diferentes, lo que facilita la elección de los kilómetros que deseemos realizar ese día, siendo recomendable empezar siempre en dirección norte para aprovechar la luz diurna en la zona del Atlante y con suerte asistir a una imponente puesta de sol. El sentido sería a la inversa de realizar la ruta por la mañana y a los que madrugan también tendrían de regalo ver amanecer, un espectáculo que se agranda a medida que llegamos al Tritón.
Mejoras
Pero tanto los peatones como los ciclistas se encontrarán todavía algunas dificultades en su paseo. El enlace entre la zona del Auditorio y El Rincón solamente tiene una pequeña acera como paso y en muy mal estado, además de una valla protectora que no tiene apertura para entrar con la bici desde la carretera, además de la falta de iluminación.
Otro punto negro es lo estrecho del paseo marítimo a la altura de la desembocadura del barranco Guiniguada, donde apenas hay espacio para dos personas. O la conexión entre el paseo que viene o sigue de la zona de La Laja -según el sentido en que vayamos-, con el paseo del barrio marinero de San Cristóbal.
Pero el principal escollo lo encontrarán los ciclistas, pues al estar prohibido circular por el Paseo de las Canteras, se verán obligados a usar una ruta alternativa callejeando por la ciudad.
En este caso, lo ideal es llegar por el carril bici hasta la Base Naval y desde allí cruzar por la Avenida Mesa y López, ya que esta vía permite incluso circular por la alameda central. Después toca continuar por la zona de Guanarteme y volver a la ruta a la altura del Auditorio Alfredo Kraus.
En cambio, caminando o corriendo se puede conectar las dos partes de la ruta sin dificultades pero con un kilómetro de más, pues siguiendo las marcas del propio carril bici continuamos hacia la Plaza Islas Canarias (intercambiador) y desde allí a la calle Gran Canaria (Edificio Woermann) o calle Tenerife (Mercado del Puerto), para ya adentrarnos en la Playa de las Canteras por esta zona del istmo. Estas indicaciones valen tanto para un sentido u otro de la ruta.
Con unas pequeñas mejoras se podría disfrutar todavía mejor de este gran espacio abierto al mar, donde además del Atlante y el Tritón, desde el punto de vista turístico se encuentran más lugares de interés como las nuevas piscinas de la Playa de la Laja, el pueblo de San Cristóbal y su castillo, esculturas emblemáticas como Lady Harimaguada, Alfredo Kraus o el monumento a la Vela Latina Canaria. Sin olvidarnos de propio Auditorio, Museo de la Ciencia y Mercado del Puerto, sitios que siempre son un reclamo turístico para visitantes y grancanarios.
La Provincia, 21.10.2013
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