La Filmoteca Canaria proyectará dos películas inéditas realizadas en Gran Canaria en 1915 y 1926
Celebración de cine canario inédito. La Filmoteca Canaria proyecta el próximo 16 de octubre en el teatro Guiniguada, a las 20.30 horas, dos películas inéditas realizadas en Gran Canaria en 1915 y 1926
Luis Roca Arencibia
La película se inicia con el siguiente rótulo: "Gira escolar organizada con motivo de la fiesta de San José por iniciativa de la Asociación de Estudiantes del Bachillerato del Instituto de Las Palmas de acuerdo con la Permanencia oficial del mismo centro." Y nunca antes, desde hace 87 años, se había proyectado. Hasta el próximo miércoles, 16 de octubre, Día Mundial del Patrimonio Audiovisual de la Unesco. Será a las 20.30 horas en el Teatro Guiniguada. La joya, de 13 minutos de duración, se titula A pesar de todo (1926), y es la primera producción de Gran Canaria Films S.A., una de las dos empresas pioneras del cine canario junto con la tinerfeña Rivero Films. Gran Canaria Films abordaría al año siguiente el rodaje de la ambiciosa La hija del mestre, primera película de tema canario de la historia, rodada en el barrio de San Cristóbal de Las Palmas de Gran Canaria. El programa lo completan otras dos valiosas propuestas, Fiesta familiar (1915), de Félix Navarro Nieto, y Tenerife (1934) de la catalana Cultura Films.
Filmoteca Canaria cumplirá 30 años en 2014. María González-Calimano es su directora desde febrero de 2005. Fotógrafa de vocación, el descubrimiento casual de unas películas para una producción a principio de los 90 la llevó a interesarse por el rescate. Hoy lo rastrea todo. Por tierra, mar, aire e Internet. Desde su llegada, el rescate y difusión del patrimonio fílmico de Canarias se ha convertido, por fin, en la única prioridad.
Juan José Mendy Igoa es propietario de Iskra, empresa de trucajes y recuperación del patrimonio fílmico fundada en Madrid en 1974. En abril de 2013 fue galardonado por la Academia española de Cine con el prestigioso premio Segundo de Chomón. Mendy es responsable de la recuperación técnica de las tres películas que se proyectarán el miércoles. Habla desde la autoridad de quien se ha ocupado de devolver a su estado original más de 200 películas, entre ellas El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973) y Furtivos (José Luis Borau, 1975).
"La película A pesar de todo apareció por sorpresa," afirma González-Calimano. "Sabíamos que se había realizado porque figura en nuestro catálogo de 2004, pero no que se conservaba una copia. Hay reseñas de prensa que mencionan al menos otra de Gran Canaria Films, Solo en el mundo, de marzo de 1927. Quizás algún día aparezca." Según sus estimaciones, es posible que lo hallado hasta hoy suponga un 60% del total del patrimonio audiovisual relacionado con las islas existente.
Como consta en el catálogo de 2004, A pesar de todo se proyectó en el Circo Cuyás (hoy Teatro Cuyás) el 11 de abril de 1926. La prensa dijo de ella que era "la primera película editada en Las Palmas." González-Calimano recuerda que la copia "estaba en muy buen estado. Se debió proyectar muy pocas veces, quizás solamente una. El original lo hemos tenido que depositar en el búnker de la Filmoteca Española especial para este tipo de películas de nitrato, ya que pueden arder por si solas." Por su parte, Juan José Mendy recuerda de A pesar de todo el "mucho trabajo que nos dio recomponerla por las roturas de las perforaciones del original. También me llamó la atención que a pesar de ser rodada por amateurs tiene una muy alta calidad fotográfica."
Moya en el cine primitivo
A pesar de todo además es relevante como ejemplo tardío del cine primitivo, esto es, un cine que usaba un lenguaje distinto -y anterior- al que terminó imponiéndose después de la Primera Guerra Mundial por la supremacía industrial estadounidense. El cine primitivo se desarrolló de manera especial en Francia. Georges Méliès fue su exponente más popular. Eran películas donde la cámara se posicionaba de manera frontal a la acción con personajes que no tienen inconveniente en dirigir su mirada a la cámara. Filmes compuestos de planos de larga duración que son como cuadros autárquicos que describen escenas cerradas en sí mismas, sin continuidad ni un único punto de focalización. En el cine primitivo los ojos del espectador corren de un lado a otro de la pantalla detrás de la maraña de cosas que surgen llamándole la atención. Con frecuencia los planos empiezan vacíos y no se cortan hasta que todos los personajes de la escena hayan salido del campo de visión de la cámara.
A pesar de todo cuenta una excursión de alumnos del Instituto de Las Palmas a Moya. La riada humana es espectacular. Peatones, profesores, chicos y chicas de distintas edades desbordan el cuadro como un ejército de hormigas enriqueciéndolo con sus acciones espontáneas. En la primera imagen atrapan la atención esos niños que saltan el murete que separa su instituto de la calle para evitar el colapso que forma la muchedumbre en las escaleras. Es el actual Rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Al pasar por Moya, la comitiva llega en coches y guaguas (piratas) repletas hasta la bandera. Algunos de los pasajeros agitan los sombreros a la cámara. Los chicos del pueblo, alertados por la algarabía, aparecen súbitamente y corren tras la comitiva.
Son "trescientos inquietos expedicionarios" -como se dice en uno de los intertítulos- los que se agolpan en un paisaje presidido por un puente de piedra en el barranco de Los Tilos. Un chico fuma en primer término. Bajo el puente corre el agua. Algunos alumnos caminan sobre ella con palos y ramas en las manos extraídos de los cañaverales cercanos. En el lado opuesto están las guaguas vacías aparcadas. Parecen extenuadas. La caravana retorna a Moya. Un joven salta de una guagua en marcha, se pierde de vista en medio de una nube de polvo. Niñas juegan al bádminton y al crocket, como se lee en otro intertítulo. Un nuevo cuadro muestra a chicos y chicas practicando el salto de altura. Otros, series de rudimentarios ejercicios gimnásticos. La comitiva regresa. En la parte frontal superior de las guaguas un cartel señala su recorrido habitual: "De Las Palmas a Santa Brígida".
Anunciación
Otra cosa es lo que cada espectador siente cuando ve esas imágenes proyectadas por primera vez. Tras el choque inicial, cajones que permanecían cerrados en la memoria comienzan a desplegarse como los pétalos de una flor. No hace falta haber estado allí para poner en marcha la fascinante maquinaria que activa los recuerdos. La imágenes pueden evocarnos el recuerdo de familiares perdidos hace décadas, o la remembranza de sitios sobre los que hemos oído hablar. Ahora los vemos vivos por primera vez. A muchos les golpea hondo. Es algo parecido a una anunciación.
También ocurre con las personas que aparecen en pantalla. En el segundo de los filmes inéditos que podrán verse el próximo día 16, Fiesta familiar (1915), de Félix Navarro Nieto, nueve comensales se sientan alrededor de una mesa presidida por una mujer que parece la anfitriona. Son 117 segundos que transcurren en un plano general frontal. A la derecha llama la atención por su posición preeminente un anciano de barba blanca. Un comensal guiña un ojo a la cámara. Después del chinchín con champán lo veremos de acá para allá repartiendo puros.
El anciano es Pantaleón Quevedo Ferrera y es dueño de la finca de Arucas donde se celebra esta sobremesa de verano. La mujer del fondo es su hija y uno de los comensales Félix Navarro Nieto, artífice de la película. Nos encontramos con su nieto Juan Esteva Navarro en la cafetería Petit Café de la calle Tomás Morales. "Mi abuelo era militar, como sus otros dos hermanos, hijos del reputado periodista de Ávila Jorge Navarro Almansa. Llegaron a Canarias por el mayor, Gustavo, que en 1898 hizo escala en las islas de camino a la Guerra de Cuba. Pero la guerra acabó y Gustavo nunca partió. Se quedó, arrastrando a sus hermanos." Gustavo Navarro Nieto fue fundador del Club Náutico (1908) y el periódico LA PROVINCIA (1911). Además fue jefe en Canarias del partido Unión Patriótica de Primo de Rivera. Y promotor de la División Provincial de 1927. Murió en 1938. "Mi abuelo, en cambio," continúa Juan Esteva, "murió en 1962 en Tenerife. De sus tres hijas, Blanca, mi madre, es la única que sigue viva. Los tres hermanos eran gente inquieta y viajera. Todos tenían aparatos tomavistas. Seguramente los habrían traído de alguno de sus viajes." Desde Madrid en conversación telefónica, Mendy alumbra la certeza de que quizás estemos ante un hallazgo mucho más importante: "De Fiesta familiar sorprende lo insólito de rodar en 28 mm., un soporte profesional muy raro de encontrar," afirma. "De memoria puedo decir que dos veces más me he encontrado un caso así en mi carrera. Es posible que estemos ante el primer caso de película doméstica realizada en España."
Turban esos filmes antiguos con personas cerca de la cámara que miran al objetivo. No solo porque de repente cobren vida personas reales fallecidas hace décadas. También parece que nos quieran decir algo desde un lugar más allá de la muerte. En Fiesta familiar llaman además la atención las personas del servicio. Una señora mayor aparece al principio. Y una chica joven, de tez muy morena y enfundada en un traje blanco que le llega hasta la barbilla, permanece durante todo el rato a la sombra de la anfitriona. Parece un fantasma. Nadie repara en ella. Mientras los ilustres comensales brindan, ríen y fuman, esta chica de extracción humilde que hoy tendría 120 años busca su hueco como si no quisiera que nadie le robara su protagonismo en la película.
Para la Unesco "todo el patrimonio audiovisual mundial está en peligro." Iniciativas como la del próximo miércoles en el teatro Guiniguada sirven para "concienciar a todo el público sobre la necesidad de tomar medidas urgentes y reconocer la importancia de los documentos audiovisuales como parte integrante de la identidad nacional." Para Juan José Mendy su importancia es que "es un testimonio irrefutable de una realidad." Y pone a la tercera película que se proyectará, Tenerife, de 48 minutos de duración, como claro ejemplo. "Esta película es la demostración documental de la realidad en esos momentos en Tenerife. De la importancia de la industria bananera y de sus procesos. El patrimonio audiovisual es conservar congelada una realidad y tener la oportunidad de observarla y, si se quiere, compararla con el presente. En este sentido, hay que reconocer el enorme esfuerzo que hace la Filmoteca Canaria."
En la vorágine del día a día, María González-Calimano encuentra hueco para responder sobre lo decisivo de apoyar la proyección del miércoles. "La exhibición del material recuperado es fundamental para contribuir a crear mayor conciencia de la importancia del patrimonio fílmico. En Canarias hemos sido afortunados porque desde que se inventó el cinematógrafo en el año 1896 hubo muchos que tomaron imágenes de las islas, por ser lugar de paso hacia América y África. Por desgracia, no hemos sido debidamente conscientes de la importancia de recuperar y conservar este material de gran importancia histórica. Aunque gran parte se ha perdido para siempre, todavía nos queda mucho por rescatar."
La Provincia, 13.10.2013
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