Gran Canaria pierde la batalla contra la Ley Turística
 
								
				
				 María del Mar Julios, el Grupo Popular y el Mixto se opusieron a que los hoteles de cuatro estrellas se incluyan en la moratoria.
Como estaba previsto, la nacionalista María del Mar Julios rompió la  disciplina de voto y se unió al Mixto y al Grupo Popular para votar en  contra del artículo 4 de la Ley que en estos momentos sigue debatiéndose  en el Parlamento regional. No obstante, la reacción política y  empresarial a esta polémica sobre los hoteles de cuatro estrellas no fue  más allá en la Cámara regional del voto en contra, pues ninguno de los  diputados de Gran Canaria contrarios, que sumaban más de un tercio de  los escaños de la Isla, se unieron para aplicar el veto reglamentario  que habría retrasado hasta mañana la aprobación de la Ley.
  
 De nada ha valido a los grupos que apoyan al Ejecutivo que preside  Paulino Rivero que 24 horas antes el pleno del Cabildo de Gran Canaria  aprobara una moción pidiendo excluir a los hoteles de cuatro estrellas  de la moratoria, toda vez que la rehabilitación no es suficiente para  reactivar el sector de la construcción en la Isla. Y tampoco el Pacto se  ha doblegado a las presiones de la patronal grancanaria, ya que su  homóloga tinerfeña si ha aceptado, aunque con matices, la nueva Ley.
  
 Precisamente, el portavoz de Nueva Canarias (NC) en el Grupo Mixto,  Román Rodríguez, insistió en que "apoyamos la moratoria con mayúsculas,  no con la boca chica" y pidió excluir a los establecimientos de cuatro  estrellas de la misma en base a criterios de calidad, porque era  incongruente apartarlos mientras la Ley "permite construir sin límite  villas y hoteles de cinco estrellas y de gran lujo".
  
 Por su parte, el conservador Miguel Jorge Blanco insistió en que el  Gobierno de Canarias estaba restringierndo la libertad empresarial y las  inversiones de quienes quieren emprender en época de crisis. Una  restricción que, para el PP, afecta incluso a los visitantes de Gran  Canaria, "pues el 88% utiliza hoteles de cuatro estrellas y el Gobierno  de Canarias les está dando la espalda".
  
 Los argumentos de ambos fueron contestados por el socialista Pedro Marín  y el nacionalista José Miguel González, que aseguraron que la Ley "no  puede convertirse en un conflicto de Gran Canaria contra Tenerife" y  que, además, lo que se busca es "reactivar la construcción con  actuaciones que consuman masivamente mano de obra, pero no que consuman  suelo", por lo que hay que apostar por la rehabilitación.
  
 Román Rodríguez, por su parte, también ha asegurado que mientras que el  "estado no confía en las comunidades autónomas, el Gobierno de Canarias  no confía en la mayoría de edad de cabildos y ayuntamientos", ya que el  Ejecutivo sería quien tutelara los planes municipales de modernización.  Sin embargo, se aprobó una enmienda transaccional por la que los  ayuntamientos deberán dar su visto bueno a los mismos antes de que el  Ejecutivo los apruebe.
CanariasAhora.com, 28-5-2013
 
       
		
0 comentarios