Jinámar se reforesta con 8.000 plantas para recuperar un endemismo
El proyecto busca salvar la Lotus Kunkelii, que está en vías de extinción junto al Parque Marítimo.
Antonio José Fernández. Telde
La costa de Jinámar va recuperando, de forma progresiva, una imagen desconocida desde hace décadas. El proyecto puesto en marcha por la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria para recuperar la Lotus Kunkelii -una planta única en el mundo y que se encuentra en peligro de extinción con menos de 250 ejemplares censados en 2011 junto a la playa de este punto de Telde- ha permitido ya la reforestación de gran parte del enclave con la distribución de cerca de 8.000 plantas de distintas especies.
Estas unidades, entre las que se encuentran los clásicos balancones de los ecosistemas dunares, las policarpeas y las tabaibas dulces, se antojan como elementos claves en el proceso de resurrección de la Lotus unidas a la creación de una serie de pequeños goros semicirculares rodeados por captadores de arena. El proyecto, que cuenta también con el apoyo financiero de los promotores del cercano parque marítimo de Jinámar y la colaboración de Gesplan, tiene un plazo de ejecución de dos años.
El objetivo último es el de conseguir que en este espacio, donde rige la categoría de Sitio de Interés Científico (SIC), se contabilicen dentro de un par de años al menos 5.000 ejemplares de la también conocida como hierbamuda, cuyo valor botánico fue, curiosamente, el germen del parque marítimo de Jinámar que fue esbozado en los despachos de las instituciones canarias hace ya 14 años.
La planta ha estado a punto de desaparecer debido a la acción erosiva y destructiva del hombre. De hecho, la iniciativa se afana ahora en devolver a este punto del litoral su aspecto primigenio, cuando su campo dunar era amplio y llamativo, tal como demuestran fotografías aéreas realizadas hace ya medio siglo y que han servido de base a los técnicos para recuperar un antiguo barranco, llamado Cañada Rica, que había desaparecido del mapa como consecuencia, entre otras cosas, de la aparición de vertederos clandestinos y la extracción masiva de arena, que ha hecho que la cota se reduzca desde los 16 a los 9 metros sobre el nivel del mar.
Las intervenciones previstas fijan una inversión de casi 400.000 euros. Con este dinero se ha eliminado un muro en el borde de la playa de Jinámar y se ha habilitado un aparcamiento con capacidad para 22 coches porque en el futuro, una vez se solventen algunos problemas de cimentación, se levantará cerca de los ejemplares de hierbamuda un centro de interpretación. También se ha acordado realizar nuevos estudios sobre el movimiento cinético de la arena (las dunas no se están regenerando al ritmo esperado) y se han retirado toneladas de bloques de hormigón y asfalto y varias bases de carteles antiguos.
Un vallado perimetral ejecutado con madera y cuerdas para no desentonar con el ecosistema delimitará la zona de exclusión de tránsito peatonal para que la ardua tarea de restitución de la cubierta vegetal original no caiga en balde. En este lugar se contabilizan al menos 20 especies de flora distintas, que son las que están siendo multiplicadas. El proceso de señalización y la dotación de accesos al SIC serán las últimas actuaciones que se acometan, previsiblemente antes de que concluya este año.
El paraje, que quedará libre de chabolas, albergará un vivero con esquejes y un banco de semillas de la Lotus. Por lo pronto, ya se han recogido 5.000 semillas que se encuentran a buen recaudo en el banco existente en el Jardín Canario.
[Información de La Provincia, 20-2-2012]
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