´Hay que lograr que las etiquetas aéreas también pongan Gran Canaria´
Siendo presidente de Nuevas Generaciones en 1983, Pedro del Castillo Olivares-Santos se pronunció a favor del cambio del pernicioso código aéreo Las Palmas en nuestro aeropuerto por el de Gran Canaria.
Agüimes también pidió el cambio de "Las Palmas" a "Gran Canaria" en el año 2006.
Antonio Quintana
ENTREVISTA A PEDRO DEL CASTILLO OLIVARES-SANTOS
- ¿Cómo ha acogido usted la decisión de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) de cambiar el nombre del vuelo de procedencia o destino de Las Palmas por el de Gran Canaria en todos los aeropuertos del mundo?
- Con mucha satisfacción, porque, que yo recuerde, nadie había defendido antes que yo tal cambio, que hice el jueves dos de junio de 1983, siendo yo presidente regional de Nuevas Generaciones de Alianza Popular. Pedíamos el cambio del nombre del aeropuerto y el de las etiquetas. Por eso, me parece una noticia estupenda, ya que llevamos muchos años intentando que sea una realidad que Gran Canaria esté en todos los aeropuertos del mundo. De alguna forma se ha conseguido, pero queda mucho por qué luchar.
- ¿A qué se refiere?
- Es muy triste escuchar a los comandantes o a los pilotos decir que vamos a aterrizar en Las Palmas de Gran Canaria, como si fuéramos a aterrizar en la calle León y Castillo. Además, si se refiere a la provincia, Las Palmas tiene tres aeropuertos, porque además del de Gando también están el aeropuerto del Matorral [de Fuerteventura] y el de Guacimeta [de Lanzarote].
- ¿Por qué cree que es importante que tenga el nombre de la Isla?
- El nombre de Gran Canaria es esencial. Ha habido un desconocimiento tremendo que se demuestra hasta en la propia administración. Cuando estudiaba medicina en La Laguna, me acuerdo que vi un letrero que ponía Excelentísimo Cabildo Insular de Santa Cruz de Tenerife. O eso era la provincia o era la capital, pero desde luego en absoluto el nombre de la Isla, que es el ámbito del Cabildo. Y eso se da mucho. Y el hecho de que se diga voy a Las Palmas, es asombroso.
- ¿Cree que todo está hecho o quedan cosas por hacer?
- Bueno, todavía seguiremos viendo en las etiquetas el código de Las Palmas (LPA), que también pedía en 1983 que se cambiara. Independientemente del coste, habría que ver el procedimiento para que se produzca el cambio total poco a poco, o los problemas que habría para hacerlo. El cambio debería ser completo. Tenemos que hacer que Gran Canaria, el nombre de nuestra Isla, sea el destino presente para propios y para foráneos. Esto no puede estar mediatizado con otras denominaciones.
- ¿Ha visto algún cambio desde que lo pidiera hace ya casi 30 años?
- Sí. Desde entonces ha ido apareciendo el nombre de Gran Canaria en los aeropuertos, por lo menos en los aeropuertos nacionales. Yo no renuncio al nombre de Las Palmas, que es el de la provincia. Pero si es el aeropuerto de Las Palmas serían tres y habría que decir Las Palmas/Gando, lo mismo que existen Las Palmas/Matorral y Las Palmas/Guacimeta. Y supongo que en Lanzarote y Fuerteventura, por el hecho insular, eso que le digan Las Palmas/Matorral o Guacimeta no les hará mucha gracia, pero es real. Además, no estaría de más que en vez del aeropuerto de Arrecife, como se denomina ahora, se llame aeropuerto de Lanzarote. Creo que el ámbito insular en un sitio como Canarias y con un destino turístico tan importante debe ser muy claro a la hora de manifestar el aeropuerto.
- ¿Tal cambio produce algún beneficio para la Isla?
- Estoy convencido. Si ha habido una insistencia tan grande es porque se piensa que es lo mejor para nuestro territorio. Desde luego, mi pasión es la Isla. Además, debe haber otra pasión que es darle el nombre que llevan las cosas. Y el aeropuerto creo que debe llevar el nombre de la Isla.
- ¿Deben las instituciones y los mismos ciudadanos hacer algo más para lograr el cambio total en el código del aeropuerto?
- Muchas veces confundimos los nombres y la mejor manera de conservar es denominar a nuestro territorio, a nuestra tierra, a nuestras instalaciones con el nombre debido. Se debe insistir, sin volcar la lucha de tantas cosas que hay que hacer. Muchas veces pasa que la misma administración divide las cosas más de lo debido. Lo último que me ha asombrado fue que una empresa canaria como Binter, al encargar un pasaje por teléfono y yo le he dicho de Gran Canaria a Fuerteventura o viceversa, y ellos me hablan de Las Palmas por teléfono. Y a veces uno no sabe si es que estoy cambiando de provincia, como si de Las Palmas voy a Fuerteventura, cuando es la misma provincia.
- ¿Qué piensa de la ampliación del aeropuerto de Gran Canaria con una tercera pista?
- Por la pasión que tengo por la Isla, lo primero que le pide el corazón a uno es que exista una ampliación. Pero, viendo lo que dicen los que se oponen a esto y a fuerza de ser honrado, creo que están basados en una situación técnica y que no podemos ser megalomaniacos. Me parece que una buena terminal y unos buenos servicios son estupendos. Pero, también tengo que decir que no se puede hipotecar el futuro sin tener en cuenta que la posible ampliación vaya donde tiene que ir, porque después no vamos a hacer el aeropuerto en Agaete. Los territorios que pudieran quedar afectados debieran quedar reservados con ese objetivo.
- ¿Entonces, la ampliación la dejaría en función de las necesidades?
- Sí. Creo que esa es la dimensión exacta que debiera tener. Debemos alejarnos de ser megalomaniacos, de hacer locuras como los aeropuertos sin aviones que se han hecho por toda España. Aquí, que tenemos un aeropuerto excelente, debemos cuidarnos muy mucho reservando aquella parte que pudiera ser necesaria.
[Información de La Provincia, 15-1-2012]
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