Las Palmas se rebela por la imagen turística

Foro contra las agresiones a Gran Canaria del periódico "El Día" (Canarias7)

Ahora se alarma la prensa "canariona" porque, dice, Tenerife quiere "imponer" su marca turística al resto de Canarias a través de una línea curva que ya figura en el logotipo promocional de la isla y que la empresa encargada de "homogeneizar" la imagen turística del Archipiélago había puesto en los nuevos símbolos que iban a representar a cada una de las siete islas. Lo cierto es que las autoridades tinerfeñas lo único que han hecho ha sido negarse a cambiar su logotipo nuevo otra vez, cuando no hace ni dos años que se estrenó, y los profesionales que recibieron el encargo de la Consejería de Turismo del Gobierno autónomo optaron por adaptar al de Tenerife los seis diseños restantes. Y sólo se trata de una línea curva que, en la imaginación de sus creadores, representa una sonrisa.

Chiquito revuelo para tan poca cosa. En todo caso, si la isla del Teide se niega a cambiar su recién estrenada imagen y dice que lo hagan las demás tiene sus razones: entre otras, la de ser la isla mayor y más poblada y, además, la más importante desde todos los puntos de vista y mucho del turístico.

En todo caso, a Tenerife no le interesa esa unificación de la imagen exterior del Archipiélago, porque -ya lo hemos dicho muchas veces- al final son otros los que pueden beneficiarse de su poder de atracción. Por ejemplo, Canaria, que es la tercera isla también en este capítulo, por detrás de Lanzarote. ¿Qué atractivos tiene?. Muy pocos, y por eso ya ha iniciado desde hace años una estrategia sibilina para promocionar la marca única "Canarias" en otras facetas. Por ejemplo, divulgando fuera su carnaval -completamente artificial y carente de espontaneidad y simpatía- como el "Carnaval de Canarias", cuando el único Carnaval y más genuino es el de Tenerife, el segundo del mundo y para muchos el primero. Y otro tanto intenta hacer con los casi nulos -en cantidad y calidad- vinos que ha empezado a producir ayer mismo y muy dudosos. [...]

Consulte la editorial de El Día (Santa Cruz de Tenerife), 6-9-2006