El Ministerio de Defensa advierte del riesgo de la inmigración masiva hacia España
La oleada de atentados en La India ha devuelto a la palestra el temor de las democracias occidentales a sufrir riesgos estructurales en sus economías y en todo el aparato político-militar. Un denso estudio avalado por el Ministerio de Defensa (Panorama 2005/2006) dibuja un escenario para los próximos 25 años donde la «inestabilidad» de España vendrá determinada por «la inmigración masiva» y la «volatilidad» de los precios y el suministro de la energía.
..................................................................................................
En el informe, de 300 páginas, se alude incluso al término la «guerra por recursos», en referencia a la confrontación institucional que se desatará en Occidente por acceder a los pozos de petróleo. En este sentido, el documento expresa de forma contundente la existencia de dos zonas que «se perfilan claves para el futuro de España y de la Unión Europea: el cinturón árabe-islámico (Magreb, Oriente Medio y Asia Central) y África».
El documento subraya que «la presión económica y la inestabilidad política que pueden llegar a España» proveniente de estas zonas (Magreb y África subsahariana), tienen su origen en «la inmigración masiva empujada por la pobreza y el cambio climático, y la volatilidad en el precio y el suministro de la energía». Según el informe, «representan los riesgos estratégicos más directos a largo plazo».
Los autores del trabajo proponen tres acciones para «mitigar los posibles impactos negativos»: una, planes de emergencia para reaccionar a pandemias como la gripe aviar y para lidiar con los efectos de los desastres naturales y catástrofes humanas; dos, políticas energéticas que amiroren la alta dependencia del crudo;y tres, apoyo a los programas de democratización y desarrollo económico en África y en los países árabes-islámicos.
Riesgos
Según la Secretaría General de Política de Defensa, «gran parte de los riesgos estratégicos» vendrán precedidos de «estrés de ajustes y correcciones» en la economía mundial, con «bases inestables y posiblemente insostenibles». Aunque el crecimiento medio mundial de la economía previsto para 2006, supera el 4%(el más alto en dos décadas) gracias al dinamismo asiático, el ajuste en los precios del petróleo amenaza el equilibrio global y arriesga la aparición de «rebrotes proteccionistas» en el libre comercio.
Al cierre del primer semestre de este año, el precio del barril de crudo superó por vez primera los 73 dólares. El informe puntualiza que el rebote de la cotización del petróleo (comenzó en 2002) no ha frenado el crecimiento mundial, debido a las medidas contra la inflación de los bancos centrales (bajos tipos de interés), a la mejor eficiencia energética de Occidente o a las fluctuaciones de la demanda y la oferta de los países productores.
Pero la realidad es hoy otra. El barril se aproxima a los 80 dólares y los bancos centrales han iniciado la escalada del precio del dinero. «Son efectos negativos sobre el ritmo del crecimiento económico». Con el alza del crudo, a España se le presenta «un desafío no menos agudo» que para el resto de Occidente. España consume 1,7 millones de barriles diarios, donde más del 50% son originarios de África subsahariana y el Magreb: Arabia, Libia, Nigeria, Irán, Irak y Argelia, países que, según los analistas de los institutos de Estudios Estratégicos y Elcano, no están consolidados democráticamente o tienen regímenes no estables o no predecibles.
«La economía española padece un alto grado de riesgo político. Lo que ocurra en el Golfo Pérsico y en África del Norte y Occidental es de interés primordial para España». Esta coyuntura coloca al Estado en una necesidad «prioritaria» de entenderse con sus vecinos africanos, sobre todo, porque según las proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía, la demanda mundial de petróleo en 2030 será un 50% mayor, pasando de 40 millones de barriles diarios a 84 millones.
«Para lograr ese aumento, se requerirá un enorme esfuerzo técnico, económico-financiero y político sin precedentes históricos». Sin embargo, esta situación «presenta un dilema de tres cabezas que amenaza con deteriorarse y convertirse en un círculo vicioso: pobreza, cambio climático y guerras por los recursos». Para garantizar esa producción, la inversión anunciada hasta 2030 asciende a 650.000 millones de euros anuales durante 25 años (equivale al PIB brasileño anual).
«La pobreza de la mayoría de los países productores tiene efectos negativos sobre el ecosistema (a más producción, más emisión de gases invernaderos) y propicia la emigración hacia Occidente. Hará falta una diplomacia jamás vista para gestionar los recursos y evitar conflictos militares».
0 comentarios