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La Voz de Gran Canaria

La República Independiente de Pasito Blanco

La República Independiente de Pasito Blanco

MANUEL FERNÁNDEZ SARMIENTO

He pasado el largo fin de Semana Santa en un bungalow de Pasito Blanco, al sur de Gran Canaria (para los de fuera). Mal tiempo, inclusive con lluvia y aparato eléctrico toda la noche del Jueves Santo. Días de cielo encapotado, lluvia y frío. Sólo el viernes a partir del medio día, sábado y domingo fueron aprovechables para la playa. Agua muy fría, no está aún apetecible para el baño.

Me llamó la atención cuando, antes de llegar a las urbanizaciones, ya metidos en la desviación que conduce desde la rotonda de la carretera antigua al Puerto, me encuentro con un puesto fronterizo, con su poste y todo, que, cerrándome el paso, me obligaba a parar. ¿Dónde va usted? ¿Cuánto tiempo va a estar? ¿Dónde se va quedar a dormir? ¿Nombre de la calle y número? ¿Nombre del propietario o usuario del bungalow que le invitó? Éstas eran algunas de las preguntas que me hizo uno de los dos guardianes custodios del puesto.¡Sorprendente! ¡Y yo que creía que toda Canarias ya era Europa! ¡Pues no!

Usted puede atravesar los Pirineos, Francia, Italia, Alemania, etc., hasta los 25 países que conforman la Unión Europea, sin que ni siquiera tenga que bajarse del coche para pasar de un país a otro, sin que haya barreras que le impidan el paso, sin una pregunta, sin pérdida de tiempo alguno. Son las consecuencias del tratado de Schengen, que nos faculta a todos los europeos circular libremente por nuestra realidad supranacional: la Unión Europea.

¡Pero el Tratado de Schengen no sirve en Pasito Blanco! Pasito Blanco no es una nacionalidad, como la canaria, ¡es mucho más! Pasito Blanco no pertenece a la Unión Europea. En realidad se trata de la República Independiente de Pasito Blanco.

Pero no es éste el único paso fronterizo existente. Un poco antes de llegar al anteriormente mencionado garito, si intenta girar a la izquierda en la siguiente rotonda, posterior a la primera mencionada, para, como siempre se ha hecho, acceder a la playa de Pasito Blanco, se encuentra con otro paso fronterizo, con barrera, que, sencillamente te impide el acceso a la playa, no pudiendo llegar a ella ni siquiera andando, pues han vallado todo el terreno colindante para hacer un campo de golf. O sea, han convertido la playa de Pasito Blanco en una playa privada. ¿Pero no habíamos quedado que en España no existían playas privadas?

¿Pero es que acaso han derogado (y yo no me he enterado), el Título III: Utilización del dominio público marítimo-terrestre de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, en cuyo Capítulo Primero, Disposiciones Generales, Artículo 31 punto 1 dice: “La utilización del dominio público marítimo-terrestre y, en todo caso, del mar y su ribera será libre, pública y gratuita para los usos comunes y acordes con la naturaleza de aquél, tales como pasear, estar, bañarse, navegar, embarcar y desembarcar, varar, pescar, coger plantas y mariscos y otros actos semejantes que no requieran obras e instalaciones de ningún tipo y que se realicen de acuerdo con las leyes y reglamentos o normas aprobadas conforme a esta Ley”.

Pues eso no es nada. Con el probable fin de abaratar costes, ya tienen acabado un cuarto garito-paso fronterizo, más cerca aún de la carretera general, con lo que unifican los dos pasos fronterizos en activo en uno solo, con el consiguiente ahorro de seguritas y/o guardianes custodios. Claro, que también es una manera incruenta de aumentar la superficie de la República Independiente de Pasito Blanco, que de esta manera logra una ampliación de sus fronteras.

Y cuando dice que ya tenían acabado el cuarto garito-paso fronterizo, no me había equivocado. ¡No! Ustedes habían contado dos: el que impide el paso a la playa y el que está justo antes de las urbanizaciones, con dirección al puerto, pero estos son el segundo y el tercero construido, pero es que existe un primer puesto fronterizo, y digo primero porque fue el primero que se construyó, y que ahora está en desuso, y es el que se encuentra justo al comienzo del recinto portuario, y que es el único que tiene razón de ser, habida cuenta la labor fiscalizadora que podría prestar.

Por supuesto, como ya he dicho, este puesto fronterizo está en desuso, debido a la anterior ampliación de fronteras de la República de Pasito Blanco, desde este puesto hasta el paso fronterizo en activo, justo después de las urbanizaciones, (según se sale del muelle), por lo que estas se encuentran en Zona Franca, y libre de circulación de toda clase de mercancías que arriben por dicho puerto, al no existir para sus habitantes control alguno, vía garita de paso controlado de vehículos, a la salida del recinto portuario.

Por supuesto que existen guardamuelles, a los que se le supone que además de la labores típicas de su profesión (auxiliares de atraques, control y vigilancia de las embarcaciones deportivas, tanto en el agua como en la zona de varada, manejo del sincrolift, limpieza de la zona, etc.) también se ocuparán, (digo yo), del control y vigilancia de los vehículos que salen del recinto portuario.

Pero, ¿Cómo evitar si alguien, posiblemente, desde el mar, ya que por tierra lo tiene difícil, llegase a la playa privada de Pasito Blanco, e intentase acceder a las urbanizaciones y al propio muelle? Pues muy fácil: se construye un muro-frontera desde la montaña hasta bien entrada la plataforma donde se construyeron los bungalows. Entonces, ¿Cómo acceden los ciudadanos de Pasito Blanco a su playa privada? Los pasitoblanquenses acceden a su playa privada por una puerta de hierro, de las dimensiones de una persona. Por cierto, que sólo la puede usar las personas que tengan todas sus capacidades físicas en vigor, porque de lo contrario no bajarían las empinadas escaleras. Eso sí, con cerradura magnética para que nadie pueda violarla, ¡Faltaría más! ¡Antes muertos que sencillos! Nuevamente la Ley de Costas presuntamente violada, por lo del muro, y la Ley de Supresión de las Barreras Físicas, ¡cuarto y mitad!, por lo de las escaleras.

De los antiguos pescadores usuarios de la playa para varar y salir al mar con sus botes de pesca, sólo quedan dos, que han resistido a las presiones para que abandonen la playa, habiéndosele prometido un año de atraque gratuito, si abandonaban la playa, pero, como buenos pescadores, no mordieron el anzuelo.

Si a todo esto añadimos que el servicio del muelle ha pasado de estar regido como ente sin ánimo de lucro a sociedad mercantil, como me han informado, habiéndose intentado la venta de las concesiones de los atraques casi inmediatamente después de obtener esta situación legal, (más de catorce años antes de concluir la concesión por la que el muelle tendría que revertir al Estado), operación que fue oportunamente abortada por la oposición de algunos usuarios de las instalaciones, aunque no impidió que los precios de los atraque se hayan elevado mas de un cien por cien, como mínimo, y sin profundizar mucho, parece que se ha perjudicado a la res pública en beneficio de alguien o de alguienes.

¿Pero, quién fue, entre otros, el beneficiado con la privatización del servicio portuario?

Esquive la pregunta,
Si la respuesta no acierta,
Se barrunta el apellido en ella,
Pero si no sabe la respuesta,
Esquive, esquive, la pregunta.

1 comentario

Victor Dominguez -

Tengo una pregunta. ¿Que sucedería si al intentar entrar con el coche, y sin ninguna explicación al segurita de turno, llamáramos a la Guardia Civil al no dejarnos pasar? Por supuesto alegaríamos todos esos párrafos de la ley antes mencionados por ti. ¿Se aplicaría la ley y tendrían que dejarnos pasar?