El grancanario Sergio Rivero, ganador de Operación Triunfo
Por un 53´81 % de los votos, Sergio Rivero ganó la cuarta edición de Operación Triunfo. Una noche muy reñida, en la que, el grancanario desbancó a Víctor y Soraya, a pesar de estar resfriado. Dio las gracias a todos, lloró y empezó a soñar. Para arropar a Sergio, Soraya y Víctor, el presentador dio paso a todos los compañeros de los finalistas, que se sentaron en los bancos de los que, poco a poco, fueron desapareciendo semana tras semana.
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El programa comenzaba puntual, a las 21.00 horas, con un Jesús Vázquez vestido de negro riguroso, "elegante para la ocasión". Una vez instalados, Vázquez llamaba al escenario a los tres protagonistas de la noche, que salían sonrientes y también de negro. En el momento en el que se escuchó el nombre de Sergio, las miles de personas congregadas en el parque Santa Catalina comenzaban a gritar su nombre y a dar saltos sin parar. Los carteles se movían y los nervios comenzaban a hacerse patentes.
El primero de los anuncios de la noche fue el regalo de un cheque al futuro ganador de 300.000 euros. Gesto que agradecieron con cara de asombro. Sergio, como siempre, se llevó las manos a la cabeza, como si aún no se creyera hasta dónde había llegado.
El primero en entrar en liza fue, precisamente, el joven grancanario, que pudo sentir el apoyo de su gente cuando Telecinco hizo una conexión en directo con los que se apostaban en Santa Catalina. El presentador de la gala paralela que se celebraba en el emblemático espacio capitalino, Roberto Herrera, animaba el cotarro y pedía al público que dejase sentir su pasión por el joven cantante.
"¡Arriba Gran Canaria!", repetía una y otra vez. Un rumor recorrió el parque cuando Sergio comentó que estaba "superfeliz, pero un poco resfriado". Alguno de sus ya miles de fans decía: "No es justo", y una señora, remataba, mientras pegaba un bocado a un bocadillo con muy buena pinta: "Eso es por el aire acondicionado, que los tienen congeladitos".
ergio cogió el micrófono e interpretó con su corrección habitual, aunque con la dificultad del resfriado la canción Never gonna give you up, de Rick Astley, "que también fue cajero de supermercado". Después de las actuaciones de Víctor y Soraya, que también recibieron el apoyo de sus familiares y su público en sus respectivas ciudades de origen, volvió a tocar el turno a Sergio, que, ya más tranquilo, dejó boquiabierto al personal con una magistral interpretación de Oye mar de Dulce Pontes y Chayanne. La dinámica del concurso llegaba al punto de que los votos decidieran quién se quedaba fuera de los tres, para, después de eliminar a uno, los otros dos volvieran a cantar. Pero, antes de eso, el cantante italiano Eros Ramazzotti presentaba su nuevo disco Calma aparente, sobre el escenario de Operación Triunfo. Era un momento de muchos nervios, pero Sergio volvía a demostrar que tiene el apoyo incondicional de su público, pasando a la final, de nuevo. Tuvo que medir sus fuerzas con Soraya. Tras la actuación de Thalía, el veredicto abrió las puertas del cielo a Sergio Rivero.
¡Muchas felicidades desde LA VOZ DE GRAN CANARIA y de toda nuestra Isla!
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El programa comenzaba puntual, a las 21.00 horas, con un Jesús Vázquez vestido de negro riguroso, "elegante para la ocasión". Una vez instalados, Vázquez llamaba al escenario a los tres protagonistas de la noche, que salían sonrientes y también de negro. En el momento en el que se escuchó el nombre de Sergio, las miles de personas congregadas en el parque Santa Catalina comenzaban a gritar su nombre y a dar saltos sin parar. Los carteles se movían y los nervios comenzaban a hacerse patentes.
El primero de los anuncios de la noche fue el regalo de un cheque al futuro ganador de 300.000 euros. Gesto que agradecieron con cara de asombro. Sergio, como siempre, se llevó las manos a la cabeza, como si aún no se creyera hasta dónde había llegado.
El primero en entrar en liza fue, precisamente, el joven grancanario, que pudo sentir el apoyo de su gente cuando Telecinco hizo una conexión en directo con los que se apostaban en Santa Catalina. El presentador de la gala paralela que se celebraba en el emblemático espacio capitalino, Roberto Herrera, animaba el cotarro y pedía al público que dejase sentir su pasión por el joven cantante.
"¡Arriba Gran Canaria!", repetía una y otra vez. Un rumor recorrió el parque cuando Sergio comentó que estaba "superfeliz, pero un poco resfriado". Alguno de sus ya miles de fans decía: "No es justo", y una señora, remataba, mientras pegaba un bocado a un bocadillo con muy buena pinta: "Eso es por el aire acondicionado, que los tienen congeladitos".
ergio cogió el micrófono e interpretó con su corrección habitual, aunque con la dificultad del resfriado la canción Never gonna give you up, de Rick Astley, "que también fue cajero de supermercado". Después de las actuaciones de Víctor y Soraya, que también recibieron el apoyo de sus familiares y su público en sus respectivas ciudades de origen, volvió a tocar el turno a Sergio, que, ya más tranquilo, dejó boquiabierto al personal con una magistral interpretación de Oye mar de Dulce Pontes y Chayanne. La dinámica del concurso llegaba al punto de que los votos decidieran quién se quedaba fuera de los tres, para, después de eliminar a uno, los otros dos volvieran a cantar. Pero, antes de eso, el cantante italiano Eros Ramazzotti presentaba su nuevo disco Calma aparente, sobre el escenario de Operación Triunfo. Era un momento de muchos nervios, pero Sergio volvía a demostrar que tiene el apoyo incondicional de su público, pasando a la final, de nuevo. Tuvo que medir sus fuerzas con Soraya. Tras la actuación de Thalía, el veredicto abrió las puertas del cielo a Sergio Rivero.
¡Muchas felicidades desde LA VOZ DE GRAN CANARIA y de toda nuestra Isla!
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maripaz -