Los políticos gcanarios están atormentados
[...] Tenerife, desde tiempos inmemoriales, es, junto con las Islas Occidentales, una belleza natural inigualable. Por ello, y gracias al esfuerzo de numerosos pioneros, se convirtió en un destino turístico único en España y en Europa. Han sido cientos los millones de viajeros que se han acercado a la Isla para contemplar sus encantos, para descansar y para disfrutar. Ahora, la Consejería de Turismo pretende, con buena fe, promocionar Canarias en el exterior como un destino único, y esto es un grave error, diga lo que diga la responsable del Departamento autonómico.
Es un error, porque G. Canaria ha "fabricado" su turismo, no es espontáneo. Sus instalaciones se han construido a marchas forzadas para "venderse" en otros lares y no ofrece las bellezas naturales tinerfeñas, extensísimas, además, como es obvio. Las Palmas tenía sus playas de Las Canteras y Alcaravaneras para los habitantes de la ciudad, no para el turismo, y por ello "inventaron" el sur, un sur que no se puede comparar con el Sur de Tenerife, y menos con el Norte.
Ellos nos referimos a los de enfrente desean "vender" Canarias para que se confunda con G. Canaria, para que los visitantes crean que llegan al país del Teide, de Las Cañadas y los bosques, al país de las bellas costas, no a la fábrica gcanaria. Es un turismo forzado y se han apoyado en la artificiosidad. Tenerife brilla con luz propia, con luz natural, no con reflejos tristes de "panza burro". La naturaleza es así, qué le vamos a hacer. [...]
Consulte la editorial publicada en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 4-9-2005
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