El nuevo escudo canario elimina unos perros cuya tradición se remonta a 1722
El perro o can, símbolo del Archipiélago canario, que ha dado origen al mismo nombre de Canarias y que se remonta a su historia, ha comenzado a desaparecer de los símbolos oficiales, aunque sigue siendo el animal de compañía preferido por sus habitantes.
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La eliminación de los dos perros del escudo oficial de Canarias en los impresos oficiales y edificios públicos, adoptada por el Gobierno canario, ha venido acompañada de polémica, no sólo por su coste, sino porque los canarios se sienten muy unidos al "mejor amigo del hombre" desde muchos siglos atrás. El Ejecutivo de Canarias ha justificado su decisión en la idea de cambiar la "marca corporativa" para que sea "más moderna y de fácil identificación para los ciudadanos", lo que tiene sus detractores, aunque también sus partidarios. De esta forma el Gobierno autónomo pone fin en sus escudos a un símbolo que ha acompañado a la tradición de las islas desde
1722, año en el que el historiador del siglo XVIII José de Viera y Clavijo habló por primera vez de un escudo en el que había un perro a cada lado.
La primera noticia del can en Canarias se remonta al rey mauritano Juba II, quien, entre el 30 y 25 antes de Cristo, mandó una expedición marítima que se topó con las islas. Este descubrimiento fue descrito extensamente por Plinio, que apuntó que "Canaria" recibía ese nombre "por sus perros, de los cuales fueron enviados dos a Juba". Y es que en latín perro es "can". Sin embargo, el can canario es más antiguo, pues ha existido en las islas desde la época de los aborígenes.
Mitos
Ya en aquel momento formaba parte de sus mitos, según contó fray Juan Abreu de Galindo en su Historia de la Conquista, en la que destacó que los habitantes de Canaria (Gran Canaria) y La Palma tenían la creencia de que se les aparecía el demonio "como grandes perros lanudos".
Las excavaciones arqueológicas en varias cuevas sepulcrales de Tenerife demostraron que el perro era enterrado con su amo para que "fuera guía del alma hacia la región de los muertos", ha señalado a Efe el historiador Manuel Curtó, autor del libro El perro de presa canario, su verdadero origen. Sin embargo, hay otras explicaciones sobre el nombre del Archipiélago.
Para el historiador José Juan Jiménez, del Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife, Canarias debe en realidad su nombre a los llamados "cannis marinus", una especie de foca monje de gran tamaño que pobló las costas del archipiélago hasta el siglo XV, según explicó. La desaparición de los perros en la marca corporativa del Gobierno canario no afecta al escudo y a la bandera oficial de Canarias, que permanecen inamovibles, ya que para cambiarlos sería preciso modificar el Estatuto de Autonomía de Canarias. Y es que la colocación del perro, acorralado y en posición horizontal, de la simbología oficial no se debe al azar o a la estética, sino a la fuerza que representa este animal.
Otro ejemplo de la tradición del can son los perros ingleses que decoran la plaza de Santa Ana, frente a la catedral de Las Palmas de Gran Canaria, y que llegaron a la isla en 1895 por mandato del alcalde Felipe Massieu y Falcón, debido a la reforma que realizó de la zona. Precisamente durante estos días, por otra iniciativa municipal, se ultiman los preparativos del proyecto Gran Can, que sacará a las calles de la capital grancanaria 60 grandes esculturas de perros de presa canario, hechas en fibra de vidrio, que adornarán la ciudad de octubre a diciembre. Claro signo de que a pesar de que cambie la imagen corporativa del Gobierno, el perro mantendrá su puesto en la tradición canaria.
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La eliminación de los dos perros del escudo oficial de Canarias en los impresos oficiales y edificios públicos, adoptada por el Gobierno canario, ha venido acompañada de polémica, no sólo por su coste, sino porque los canarios se sienten muy unidos al "mejor amigo del hombre" desde muchos siglos atrás. El Ejecutivo de Canarias ha justificado su decisión en la idea de cambiar la "marca corporativa" para que sea "más moderna y de fácil identificación para los ciudadanos", lo que tiene sus detractores, aunque también sus partidarios. De esta forma el Gobierno autónomo pone fin en sus escudos a un símbolo que ha acompañado a la tradición de las islas desde
1722, año en el que el historiador del siglo XVIII José de Viera y Clavijo habló por primera vez de un escudo en el que había un perro a cada lado.
La primera noticia del can en Canarias se remonta al rey mauritano Juba II, quien, entre el 30 y 25 antes de Cristo, mandó una expedición marítima que se topó con las islas. Este descubrimiento fue descrito extensamente por Plinio, que apuntó que "Canaria" recibía ese nombre "por sus perros, de los cuales fueron enviados dos a Juba". Y es que en latín perro es "can". Sin embargo, el can canario es más antiguo, pues ha existido en las islas desde la época de los aborígenes.
Mitos
Ya en aquel momento formaba parte de sus mitos, según contó fray Juan Abreu de Galindo en su Historia de la Conquista, en la que destacó que los habitantes de Canaria (Gran Canaria) y La Palma tenían la creencia de que se les aparecía el demonio "como grandes perros lanudos".
Las excavaciones arqueológicas en varias cuevas sepulcrales de Tenerife demostraron que el perro era enterrado con su amo para que "fuera guía del alma hacia la región de los muertos", ha señalado a Efe el historiador Manuel Curtó, autor del libro El perro de presa canario, su verdadero origen. Sin embargo, hay otras explicaciones sobre el nombre del Archipiélago.
Para el historiador José Juan Jiménez, del Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife, Canarias debe en realidad su nombre a los llamados "cannis marinus", una especie de foca monje de gran tamaño que pobló las costas del archipiélago hasta el siglo XV, según explicó. La desaparición de los perros en la marca corporativa del Gobierno canario no afecta al escudo y a la bandera oficial de Canarias, que permanecen inamovibles, ya que para cambiarlos sería preciso modificar el Estatuto de Autonomía de Canarias. Y es que la colocación del perro, acorralado y en posición horizontal, de la simbología oficial no se debe al azar o a la estética, sino a la fuerza que representa este animal.
Otro ejemplo de la tradición del can son los perros ingleses que decoran la plaza de Santa Ana, frente a la catedral de Las Palmas de Gran Canaria, y que llegaron a la isla en 1895 por mandato del alcalde Felipe Massieu y Falcón, debido a la reforma que realizó de la zona. Precisamente durante estos días, por otra iniciativa municipal, se ultiman los preparativos del proyecto Gran Can, que sacará a las calles de la capital grancanaria 60 grandes esculturas de perros de presa canario, hechas en fibra de vidrio, que adornarán la ciudad de octubre a diciembre. Claro signo de que a pesar de que cambie la imagen corporativa del Gobierno, el perro mantendrá su puesto en la tradición canaria.
3 comentarios
aythami miranda -
victor -
Daisy -
¡Gentuza!