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La Voz de Gran Canaria

Divagaciones sobre "chorradas"

Divagaciones sobre "chorradas" ANDRÉS RUIZ DELGADO

Tras su exitoso desembarco en Agaete (dato estimativo: "ganó por goleada", según Grisaleña) el presidente Adán Martín, de poco tiempo a esta parte (cuando Coalición Canaria se ha escindido, fallándole esa pata en nuestra Isla) exhibe una recurrente querencia a esta tierra de los Guanartemes. Reiteramos: son muy de agradecer estas visitas a Gran Canaria. La última, hasta el momento en que escribimos, a los calcinados parajes de riscos cumbreros, para reunirse con los alcaldes de la zona. Ya es sabido que las estrategias de los estados mayores no se limitan a contemplar un solo frente. Proyectan sus envestidas por diversos flancos. Si se estrellan por un lado, tienen las alternativas de desarrollar las operaciones por otros puntos que consideran más asequibles,
después de los pertinentes reconocimientos para comprobar la disposición de ánimo de la retaguardia de sus oponentes.

Es posible que en esa senda trabaje la reforzada guardia pretoriana de Adán Martín. Quizá, como Julio César, piensen: "Vamos a combatir contra un ejército que no tiene general". De ser así -simple hipótesis- no andarían errados en los cálculos. Aquí, en Gran Canaria, carecemos de un general, un jefe de filas con autoridad y firmeza, que nos defienda y se ponga al frente de su pueblo en defensa de los legítimos intereses que le asisten, transgredidos a boleo. Desde el día en que apareció para conocer los proyectos de La Gran Marina -devorada por las pirañas de nefastos antagonismos políticos- y no vacilara en colocarla en el palmarés del logro más alto para Las Palmas de Gran Canaria, para Gran Canaria e incluso para Canarias, maravillado ante la belleza y magnitud de lo que aquí se planeaba, el señor Martín Menis ha hecho mutis por el foro en cuanto a brindar apoyos tangibles. Después, en fechas recientes, ha proclamado urbi et orbi -como Manuel Hermoso con la "hora de Tenerife"- que su isla "es la que tira de Canarias". Y ya desde entonces, usando con preferencia el intercambiador de la villa agaetense, no regatea sus "requiebros" a lo que en nuestra Isla palpita y preocupa. Califica de "chorrada" [necedad o tontería, conforme acepciones del DRAE] el acuerdo plenario del Ayuntamiento de nuestra ciudad -la más poblada e importante del Archipiélago-, reclamando del Gobierno Autónomo un convenio cultural equiparable al suscrito con Santa Cruz de Tenerife, rechazado por la Dulce Xerach, viceconsejera del ramo, a la cual se reprueba precisamente por su actitud negativa para con este municipio. Tanto, que para la reforma del emblemático Teatro
Pérez Galdós, ni un euro. Además, desmantelando centros antes residenciados en nuestra capital (Hecansa, Saturno, Socaem). El que nace o se hace ático, permanece con la idea aferrada a su cuerpo y espíritu.

Desmenuzando "chorradas" (necedades, tonterías) nos encontramos con realidades que se obvian siguiendo dicha tendencia calificativa. ¿Pasa esto de "chorrada" a desprecio? La ULPGC recibe menos recursos del Gobierno Autónomo que la Universidad de La Laguna. Manuel Lobo pone de relieve el desajuste inversor. "Chorrada", igualmente, el acuerdo de los grupos políticos del Cabildo Insular, exigiendo el cumplimiento de la Ley de Sedes, que Martín da por cumplida y zanjada. "Chorradas": el 60%, del total del Archipiélago, que recauda la hacienda canaria en Las Palmas; el "bloqueo permanente" a las iniciativas encaminadas a favorecer el progreso de la isla capitalina, denunciado por el Círculo y la Confederación Canarias de Empresarios (CCE); el desajuste en la licitación de obra pública entre los dos bloques insulares (en Tenerife crece 114%; en Las Palmas baja un 37%). Por el contrario, "chorrada" verdadera aquella de la viceconsejera de Turismo, Pilar Parejo, a raíz de la crítica de que Tenerife en campañas turísticas bajo el nombre de Canarias se desmarca y actúa por su cuenta, ella justificaba: "Todos los cabildos [malos chicos] hacen ruindades". O la del olímpico desafío a los empresarios del congresista de El Sauzal: que se presenten a las elecciones si quieren influir en el gobierno,
como si a la sociedad civil no le amparara ningún derecho ni los organismos legalmente constituidos sean válidos para manifestar sus opiniones y análisis respecto a situaciones que afectanal conjunto autonómico.

Lo que de ninguna manera trataríamos como "chorrada" es el galáctico proyecto de "autopista" interinsular, desde Caleta del Sebo (Lanzarote) a Frontera (El Hierro), pasando por Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife, Gomera y La Palma. Un cachondo amigo se ha apresurado a bautizarla como "astropista", prefijo que le asigna (suponemos)
proveniente de astro (cuerpo celeste o de astronomía). "Y ya metidos en gastos -añadía- ¿por qué no un puente muchísimo más largo que el de San Francisco, entre Gran Canaria y Tenerife, partiendo de Agaete o de Sardina del Norte?". Callamos. La imaginación humana no tiene límites y cosas que ayer parecían imposibles, más tarde se han llevado a cabo. No se olvide a Julio Verne, precursor, con su inagotable narrativa de ficciones, de portentosos
avances tecnológicos y científicos que en la actualidad damos por normales y que ya se anticipaban, entre otras, en sus obras Veinte mil millas de viaje submarino, De la Tierra a la Luna y Viaje al Centro de la Tierra. Éste último, el único fallido hasta la fecha, proscrito a falta de una descomunal perforadora que permita atravesar el interior de nuestro planeta.

¡Quién sabe! La utopía existe únicamente en tanto algo no se realiza. Sólo que vienen los amaneceres, caen las tardes, pasan años, siglos... Algunos -en sus aladas ingenuidades- confían, sin embargo, esperando versátiles resoluciones de insistentes contingencias. Demóstenes advertía: "Las palabras que no van seguidas de hechos no sirven para nada". Esto sí que de chorrada no tiene un ápice. Cuando algo truena a nuestro alrededor revela que se acercan turbulencias. Dejarse cegar por fugaces y deslumbrantes relampagueos, sería como meter la cabeza bajo el suelo, emulando la táctica del avestruz.
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