Grisaleña (CCE) afirma que las acusaciones de Rivero generan la sensación de que Canarias es "un país del Tercer Mundo". Ante las amenazas del lider de CC-ATI, la CCE opta por el silencio institucional
Sebastián Sánchez Grisaleña, miembro de la ejecutiva de la Confederación Canaria de Empresarios, afirmó que las declaraciones contra un grupo de empresarios grancanarios del presidente de Coalición Canaria, Paulino Rivero, dan la sensación de que "esto es un país del Tercer Mundo", y pidió públicamente que si el líder de CC tenía desde hace tiempo pruebas de este grupo de empresarios que se enriqueció a costa del sistema fiscal canario, "tendría que haberlas hecho públicas no entonces, sino desde el primer momento en que las tenía".
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"En el siglo XXI, y con una democracia asentada, no es normal que llegue un político insultando y creando dudas sobre los empresarios", dijo Grisaleña, que opinó que los ataques de Rivero "demuestran que no tienen la conciencia tranquila" y que ante las críticas recibidas optan por ofender a toda la clase empresarial.
Para el representante de las pequeñas y medianas empresas en el seno de la patronal de Las Palmas, "este es un momento crucial para decirle a los políticos que se dediquen a gestionar la política y que dejen tranquilos a los empresarios". A la vez, Grisaleña hizo un ejercicio de autocrítica al admitir que "la culpa también ha sido nuestra en el pasado", por permitir en ocasiones demasiada cercanía entre políticos y empresarios. Por ello, Grisaleña dijo que ha llegado el momento para que los empresarios "aprovechemos la situación para que nos unamos más y dejemos claro donde estamos nosotros y donde están los políticos".
Grisaleña asistió a una reunión que celebró la ejecutiva de la Confederación Canaria de Empresarios y en la que se valoraron las declaraciones de Rivero. Fuentes de la CCE afirmaron que la organización no hará ningún pronunciamiento sobre las declaraciones del dirigente nacionalista.
A título personal, Grisaleña ironizó con que "debemos tener razón" desde la patronal al denunciar que ha habido desequilibrios cuando lo que estas acusaciones han suscitado han sido "ataques y palabras ofensivas". "De lo contrario, lo normal es que se hubiesen sentado con nosotros a contrastar las cifras".
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"En el siglo XXI, y con una democracia asentada, no es normal que llegue un político insultando y creando dudas sobre los empresarios", dijo Grisaleña, que opinó que los ataques de Rivero "demuestran que no tienen la conciencia tranquila" y que ante las críticas recibidas optan por ofender a toda la clase empresarial.
Para el representante de las pequeñas y medianas empresas en el seno de la patronal de Las Palmas, "este es un momento crucial para decirle a los políticos que se dediquen a gestionar la política y que dejen tranquilos a los empresarios". A la vez, Grisaleña hizo un ejercicio de autocrítica al admitir que "la culpa también ha sido nuestra en el pasado", por permitir en ocasiones demasiada cercanía entre políticos y empresarios. Por ello, Grisaleña dijo que ha llegado el momento para que los empresarios "aprovechemos la situación para que nos unamos más y dejemos claro donde estamos nosotros y donde están los políticos".
Grisaleña asistió a una reunión que celebró la ejecutiva de la Confederación Canaria de Empresarios y en la que se valoraron las declaraciones de Rivero. Fuentes de la CCE afirmaron que la organización no hará ningún pronunciamiento sobre las declaraciones del dirigente nacionalista.
A título personal, Grisaleña ironizó con que "debemos tener razón" desde la patronal al denunciar que ha habido desequilibrios cuando lo que estas acusaciones han suscitado han sido "ataques y palabras ofensivas". "De lo contrario, lo normal es que se hubiesen sentado con nosotros a contrastar las cifras".
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