El juez de Menores de Las Palmas denuncia la discriminación ejercida por el Gobierno de Canarias
Han decidido que los menores de Tenerife merecen protección y lo de Las Palmas no, o, al menos, que la que merecen es de segunda. El juez de Menores de Las Palmas respondió esta semana con contundencia al Gobierno: O saca del Nivaria a todos los internos este fin de semana o le abrirá causa penal.
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La decisión de la Dirección General del Menor de sacar del Nivaria únicamente a los internos naturales de Tenerife provocó ayer en Las Palmas una reacción de rechazo inmediata y contundente: El magistrado juez de Menores de esta provincia, Francisco Ruiz-Jarabo, dictó al mediodía una resolución que ordena al Ejecutivo evacuar del Nivaria a los internos de Las Palmas «inexcusablemente y sin prórroga de ningún tipo» antes de las 23.59 horas de mañana, domingo, con la advertencia de que el incumplimiento «dará lugar a que se proceda contra ustedes por un delito de desobediencia grave a la autoridad».
El requerimiento de Ruiz-Jarabo no deja lugar a dudas sobre la indignación que ha provocado al juez la vía con la que el ejecutivo ha intentado resolver la crisis de Menores: «Habiendo tenido conocimiento, por supuesto por la prensa -como viene siendo habitual por la entidad pública-, de que se ha llevado a cabo el traslado de Nivaria de los menores sujetos a responsabilidad por el juzgado de Tenerife exclusivamente», expone, «pongo en su conocimiento que presumiblemente han cometido ustedes un delito de desobediencia».
El magistrado recuerda al Gobierno que, en el auto que dictó el pasado 2 de junio, aceptó que el Gobierno prorrogara -en el ámbito de lo razonable- el plazo del traslado, pero advirtió que «en modo alguno sería admisible un traslado parcial de los menores, sin que quepa por tanto la posibilidad de cualquier tipo de discriminación en virtud del juzgado del que dependan los menores».
«Evidentemente», subrayó ayer Ruiz-Jarabo, «o no se han leído ese auto o han decidido sorprendentemente desobedecerlo, sabiendo como saben que tal acción constituiría un delito de desobediencia». «Pues bien», sigue el juez, «ante la gravedad de la situación, en la que ustedes no sólo han decidido desobedecer de plano un auto judicial, sino que sorprendentemente han decidido que los menores de Tenerife merecen protección mientras los menores de Las Palmas no, o cuanto menos, que la protección que se merecen es de segunda, y en ejecución del auto dictado el pasado 2 de junio, que ha devenido en firme, se les insta inexcusablemente a que presenten ante este Juzgado, antes de las 13:30 del día de hoy (ayer para el lector) un listado de centros a los que van a trasladar a los menores de Las Palmas que se encuentran en Nivaria, traslado que deberá hacerse a lo largo de este fin de semana y que (en mayúscula en el original» deberá de terminar antes de las 23.59 horas del domingo 12 de junio de 2005, sin excusa ni prórroga».
Tras consignar la advertencia de que incumplir la orden acarrearía la incoación de un proceso por desobediencia grave, la resolución no se cierra sin una coletilla: «Y se le recuerda de nuevo (al Gobierno) que no se admite ningún tipo de excusa ni prórroga de ningún tipo, a la vista de la actitud que han decidido mostrar, intolerable a todas luces».
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La decisión de la Dirección General del Menor de sacar del Nivaria únicamente a los internos naturales de Tenerife provocó ayer en Las Palmas una reacción de rechazo inmediata y contundente: El magistrado juez de Menores de esta provincia, Francisco Ruiz-Jarabo, dictó al mediodía una resolución que ordena al Ejecutivo evacuar del Nivaria a los internos de Las Palmas «inexcusablemente y sin prórroga de ningún tipo» antes de las 23.59 horas de mañana, domingo, con la advertencia de que el incumplimiento «dará lugar a que se proceda contra ustedes por un delito de desobediencia grave a la autoridad».
El requerimiento de Ruiz-Jarabo no deja lugar a dudas sobre la indignación que ha provocado al juez la vía con la que el ejecutivo ha intentado resolver la crisis de Menores: «Habiendo tenido conocimiento, por supuesto por la prensa -como viene siendo habitual por la entidad pública-, de que se ha llevado a cabo el traslado de Nivaria de los menores sujetos a responsabilidad por el juzgado de Tenerife exclusivamente», expone, «pongo en su conocimiento que presumiblemente han cometido ustedes un delito de desobediencia».
El magistrado recuerda al Gobierno que, en el auto que dictó el pasado 2 de junio, aceptó que el Gobierno prorrogara -en el ámbito de lo razonable- el plazo del traslado, pero advirtió que «en modo alguno sería admisible un traslado parcial de los menores, sin que quepa por tanto la posibilidad de cualquier tipo de discriminación en virtud del juzgado del que dependan los menores».
«Evidentemente», subrayó ayer Ruiz-Jarabo, «o no se han leído ese auto o han decidido sorprendentemente desobedecerlo, sabiendo como saben que tal acción constituiría un delito de desobediencia». «Pues bien», sigue el juez, «ante la gravedad de la situación, en la que ustedes no sólo han decidido desobedecer de plano un auto judicial, sino que sorprendentemente han decidido que los menores de Tenerife merecen protección mientras los menores de Las Palmas no, o cuanto menos, que la protección que se merecen es de segunda, y en ejecución del auto dictado el pasado 2 de junio, que ha devenido en firme, se les insta inexcusablemente a que presenten ante este Juzgado, antes de las 13:30 del día de hoy (ayer para el lector) un listado de centros a los que van a trasladar a los menores de Las Palmas que se encuentran en Nivaria, traslado que deberá hacerse a lo largo de este fin de semana y que (en mayúscula en el original» deberá de terminar antes de las 23.59 horas del domingo 12 de junio de 2005, sin excusa ni prórroga».
Tras consignar la advertencia de que incumplir la orden acarrearía la incoación de un proceso por desobediencia grave, la resolución no se cierra sin una coletilla: «Y se le recuerda de nuevo (al Gobierno) que no se admite ningún tipo de excusa ni prórroga de ningún tipo, a la vista de la actitud que han decidido mostrar, intolerable a todas luces».
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