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La Voz de Gran Canaria

Procedencia y modo de proceder

Procedencia y modo de proceder JOSÉ A. ALEMÁN

El cabreo por el nuevo Gobierno ático tiene que ver menos con la postergación grancanaria, ya asumida como dato de la realidad objetiva, que con la desvergüenza de Adán Martín. Porque desvergonzado es pedirnos que olvidemos la isla natal de sus consejeros cuando él la ha tenido bien presente en los nombramientos últimos. Quiere, en fin, que no reparemos en el DNI de los consejeros porque cree el ladrón que todos son de su condición. Le cuesta admitir que aquí no nos fijamos en la procedencia de las personas sino en su modo de proceder. No consideramos al chicharrerismo ático una procedencia sino un modo de proceder.

El rechazo a las dos Marisas, por ejemplo, se debe no a su procedencia sino a su manera de proceder y ahí están las hemerotecas y nuestras memorias que lo digan. Sus nombramientos se han percibido como ejercicio de imperium ático mediante un gesto de profundo desprecio a la sensibilidad grancanaria que las percibe, a las Marisas, como tipas dañinas para su isla. No por su procedencia, sino por su modo de proceder, método de discernimiento que se aplica no sólo a estas consejeras ultrachicharreras (que actuaron en su día “de acuerdo con su conciencia”, como reconocía ayer nuestro lector ultra ático habitual) sino a los consejeros nacidos en Gran Canaria. Veamos.

Del nuevo consejero de Educación, Isaac Godoy, sólo diré que no lo conozco. No me han hablado bien de él en su medio profesional, pero no he tenido ocasión (ni ganas, para qué) de constatar y contrastar lo que haya de cierto. Sé que es afín a José Miguel Ruano, con lo que queda dicho casi todo: no molesta a ATI a la que sirve de coartada equilibradora.

Y ya que menté a Ruano, sabrán que es grancanario de nacimiento, pero ático de corazón, si bien su forma de proceder no lo ha hecho acreedor a ningún rechazo especial. Está ahí haciendo su carrera según la entiende él y procura, creo, no molestar a nadie. Me da que es quien más reforzado ha salido del meneo.

No le vale tampoco su procedencia a Mauricio precisamente por su modo de proceder, permítanme que insista en la diferenciación. Ha hecho mucho daño a Gran Canaria (recuerden sólo La Caja, para no tener que darles de nuevo el listado) y a la convivencia social entre personas. Gracias a él amigos de otros tiempos se llevan ahora a cara de perro. Sus apaños con Soria, de los que existen certezas que no necesitan de las revelaciones despechadas del presidente del PP, han dejado con los glúteos al aire a quienes aún le siguen. Por ceguera o porque hay que comer todos los días.

En cuanto a Mar Julios, no tengo opinión y sí gran pereza para formármela porque no me dice nada. Quienes fueron sus compañeros la consideran traidora. Grueso palabro casi sin significado ya que en la política actual quien no traiciona es bobo y no llega. Aparte de que, vistos desde fuera sus movimientos, Julios no ha hecho sino arrimarse al árbol que mejor cobija para satisfacer sus ambiciones de ascender o al menos de permanecer. Que permanecerá mientras a ATI le interese tenerla ahí controlada como falsa “cuota” grancanaria en el Gobierno.

Llegados a este punto del discurso, diréles que ninguno de los mencionados representa los intereses de Gran Canaria. Los generales, claro, porque los particulares son otra cosa. Su papel es servir de coartada “regionalista” a ATI. Son personajes anodinos frente a las dos amazonas áticas y carecen de apoyo en Gran Canaria. El único que podría crearle algún problema a Adán es Mauricio, que ha perdido pie en el nuevo Gobierno y soporta mal que alguien le salga más listo. Pero sería un ajuste de cuentas entre ellos que nada nos dice a los demás.

En este sentido, tiene su coña que Soria proclame ahora que no permitirá que Gran Canaria sea perjudicada por el Ejecutivo, tras tolerar que la perjudicara el anterior, del que formaba parte el PP. ¿Habrá que recordarle lo de Hecansa y Socaem y cómo bloqueó él mismo en el Cabildo, directamnente, las iniciativas de la oposición en demanda de un respeto a la isla? Menudo carota, oye.

No sé ni para qué les cuento.
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