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La Voz de Gran Canaria

Grancanarios ilustres: Néstor de la Torre Comminges

Grancanarios ilustres: Néstor de la Torre Comminges Nace el 26 de julio de 1875 en Las Palmas de Gran Canaria. Músico abnegado y filántropo fué barítono excepcional de brillante carrera internacional, con una bellísima voz, gran musicalidad y técnica depuradísima.

Desde muy temprana edad realiza estudios musicales (canto y violonchelo) con el maestro Bernardino Valle Chiniestra y con tan sólo nueve años participa en el Teatro de Las Palmas como intérprete solista de una obra de su maestro. Completa los estudios en Madrid con la cantante Carolina Cefeda y posteriormente en Italia. En 1894, su maestra lo hace debutar como cantante profesional en la ópera La favorita, de Donizetti, en el Teatro Príncipe Alfonso. Ese mismo año es contratado para actuar en Milán. A partir de entonces se dedica a la ópera con gran éxito. Realiza una gira por América del Sur, y ya en Europa actúa en los teatros imperiales de Rusia durante los dos últimos años del siglo. Establecido en Roma en 1900, decide italianizar su nombre y se hará llamar Nestore della Torre, por el que será conocido durante toda su carrera.

En 1901 participa en la inauguración del Teatro Arriaga de Bilbao. Al año siguiente actúa en el teatro Scala de Milán con la ópera Oceana, de Smareglia, y más tarde en el Liceo de Barcelona donde interpreta Lohengrin de Wagner (1903).

Posiblemente por cuestiones familiares en 1908 decide abandonar en plena madurez profesional su brillante carrera internacional y establecerse con su familia en Santa Cruz de Tenerife. Se consagra entonces a la pedagogía del canto y a colaborar activamente en la vida musical de la isla.

Al serle ofrecido un importante cargo en la administración de Tenerife (ofrecimento que no se vería materializado) regresa en 1918 a Gran Canaria, donde continúa con sus labores de docente, teniendo como alumna, entre otros, a Isabel Macario.

Tras una gira por América del Sur en 1920 se traslada con la familia a Cuba. En La Habana es contratado como profesor de varios conservatorios y de la Academia Municipal de Música. Permanece en la isla caribeña durante una década. Allí realizaría, en 1929 (en el Auditorio de la Sociedad Pro-Arte Musical) y con la colaboración de la Filarmónica de La Habana, su último concierto: El hijo pródigo, del francés Debussy. Al año siguiente regresa a Tenerife. En 1933 se traslada a Madrid, donde fallece el 23 de agosto.

Discípulos suyos serán su propia hija, Lola de la Torre, Isabel Macario y Juan Pulido, entre otros. Pulido decidió seguirle a Cuba para poder continuar sus estudios con el maestro y desde allí dio el salto a la escena internacional manteniendo una larga carrera de éxitos.

Al año siguiente del fallecimiento de de la Torre Comminges, como homenaje al artista y con la intención de continuar su labor en la organización de la vida musical de Las Palmas, se funda en el mes de abril la Sociedad de Amigos del Arte Néstor de la Torre, que habría de realizar una intensa labor hasta después de la Guerra Civil, en que se funde con la Sociedad Filarmónica.

Una céntrica calle lleva su nombre en Las Palmas de Gran Canaria, que por desgracia muchas personas confunden erróneamente como dedicada al reconocido pintor simbolista Néstor Martín-Fernández de la Torre.

1 comentario

Eduardo Rosales -

Realizó una respetable labor fonográfica, hoy preservada primorosamente por coleccionistas, inclusive valiosísimos discos en dúo con el legendario tenor italiano, Francesco Marconi.