Gracias, Nardy
Este no es un artículo de opinión. Al menos, no incluye una apreciación meramente política. Se trata, apenas, de un comentario, similar al que puede hacer cualquier persona al salir del cine, el teatro o la ópera, sólo que en este caso se refiere a lo que se pudo ver desde el palco del Parlamento de Canarias el pasado jueves.
El debate se centraba en la toma en consideración o no de la iniciativa popular sobre la capitalidad compartida entre Santa Cruz y Las Palmas, que competía -y perdió- con otra similar, apoyada por el Gobierno y el PP. Es una ley que regularía los fondos específicos para las dos ciudades en función de su condición de capitales de Canarias.
Como abanderada de las 31.000 firmas que habían apoyado el proyecto, Bernarda «Nardy» Barrios recuperó para sí el papel de diputada que guardaba en su memoria y provocó con su encendida defensa cierta conmoción -tampoco la cosa fue para tanto- en la, por lo habitual, somnífera mañana de la Cámara regional.
El camino del espectáculo quizás no sea el mejor para revitalizar el interés ciudadano por la política, pero -para bien o para mal- nada se vende en nuestros días sin algo de espectacularidad. Puede decirse que Nardy sobreactuó un poco. También, que ha atizado el pleito insular, como la acusó el dipualcalde Zerolo. Pero, sea como haya sido, se agradece su aparición en la Cámara. Dio vida a un salón de plenos que suele parecerse, demasiado, a un muerto.
Información de: ABC, 2-12-2006
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