La bandera en la Fuente Luminosa y Juan Carlos Alemán en su casa

GUILLERMO QUINTANA

No paro de leer en medios, especialmente en Canariasahora, alegatos en contra de la colocación de una monumental bandera de Gran Canaria en la Fuente Luminosa. Realmente, no sé si las críticas responden a algún afán anti-soriasico o si sencillamente son lectores cansados de ver cómo las autoridades dilapidan fondo públicos con la misma soltura con la que aceptan invitaciones a cenar con reconocidos empresarios. Aquí cada uno es libre de cenar y disponer con quien quiera, no voy a entrar en las tramas ilegales, eólicas o no.

De lo que se trata es de definir hasta qué punto nos sentimos en la necesidad de representar sobre nuestras calles y nuestro cielo la verdadera identidad canariona que nos condiciona, aunque muchos de los que critican sean los amigos de ese Estauto del 82 que nos vendió a Tenerife y a Lanzarote.

Lejos de toda cercanía o simpatía por Soria, aunque reconozco que le voté al Cabildo, sólo quiero felicitarle por una de las pocas medidas que toma en favor de la identidad de Gran Canaria.

¿Quién es la alternativa en el Cabildo? Un Carmelo Ramírez más preocupado por los morenitos de Tinduf o un José Miguel Pérez más obsesionado con disquisiciones intelectuales que en acercarse a la realidad de una isla que toda la clase política tiene abandonada?

Soy vecino de la plaza de la Feria y soy partidario de la bandera. Al menos es una señal. Y que Juan Carlos Alemán se retire, que seguro en su casa le esperan con los brazos abiertos, que deje de hablar de Gran Canaria y se vaya a su isla, que no ha demostrado más que fracaso en anteriores convocatorias y en 2007 necesitamos un ganador. Porque él es chicharrero y por eso ansía pactos con ATI-CC, pero a los socialistas grancanarios nos vende, pactando con el diablo y vendiéndonos a Hermoso, Zerolo, Adán...

Juan Carlos, ¿no querías ser tú de ATI y no te dejaron?