Equilibrio sí, no hegemonía amarilla
[...] La claridad con que exponemos nuestras preocupaciones, máxime ante las rapiñas que Tenerife viene padeciendo desde el pasado y sobre todo en las dos últimas décadas con el objetivo único de que la isla redonda cope el poder absoluto en Las Palmas de G. Canaria, molesta a ciertos sectores, a políticos vendidos a la isla amarilla y a algún que otro profesional que, aún siendo tinerfeño, no ama a Tenerife. [...]
Consulte la editorial publicada en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 6-11-2005
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