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La Voz de Gran Canaria

Respuesta al editorial de 'El Día' del 30-10-2005

Respuesta al editorial de 'El Día' del 30-10-2005

GRUPO G. TAMARÁN*

Una vez más, el editorialista del periódico El Día de Sta. Cruz de Tenerife nos “dedica” su homilía dominical recurriendo en este caso a su historia con minúsculas, ya que, sería un auténtico desacato y falta de respeto por la Historia de estas islas el considerar como acontecimiento histórico la aparición en el campo de la prensa de Canarias de un panfleto como este.

En efecto, volviendo a sus orígenes y poseído de su habitual esquizofrenia, invoca a su fundador como fuente primigenia de legitimidad para dogmatizar sobre los pretendidos despojos sufridos por Tenerife.

Una vez más, utiliza la amenaza descarada hacia los representantes políticos de su isla, ante la proximidad (¿) de las elecciones autonómicas, proximidad que solo puede estar reflejada en una mente calenturienta, puesto que hasta el año 2007 no se celebrarán nuevos comicios. Pero de lo que se trata es de mantener la tensión y el miedo recurriendo incluso a la mentira.

En un alarde de “grancanariafobia” disparatado afirma: “(...) los elegidos por y para Tenerife siguen sin defender a ultranza la isla. No sabemos la razón, pero la mayoría se deja abducir por la isla redonda, en la que se concentra casi toda la actividad política y económica”.

Pero en que quedamos ilustre plumífero: ¿No era Tenerife la primera en todo? ¿No era la más rica, la más culta, la más arbolada, cultivada, dotada por la Madre Naturaleza, poblada y alabada por propios y extraños?.¿No era la más grande?

Para rematar la guinda y mostrando su auténtico perfil, exime a la empresa aérea Binter de la “responsabilidad” (sic) de haber elegido a Gran Canaria como cabecera de sus vuelos internacionales y carga las tintas sobre “quienes manejan los hilos del poder”. Lo sentimos muy sinceramente por el pobre al que el editorialista le cuelgue el sambenito de ser el responsable de tal crimen. Huelga decir que de nada serviría hacer razonar a este personaje (el editorialista) sobre la libertad de empresa, la competencia y la libre elección de los mercados, aunque se cuide muy mucho de arremeter contra quien le da de comer.

Mención aparte merece el comentario acerca del nuevo “despojo” que el taimado editorialista malabarista incluye sobre los traslados de los consulados generales de Suecia y Alemania a Gran Canaria.

Dejando a un lado la falta de respeto a la decisión soberana de estos países, cuyas razones para adoptar dicha decisión deben haber sido meditadas y seriamente fundadas, nos parece un nuevo despropósito el que se presenten ante la opinión pública canaria como ejemplos de pretendidas “agresiones”.

Volvemos a repetir, que jamás nos pasaría por la cabeza a los grancanarios reclamar este o aquel consulado, esta o aquella delegación ministerial, o esta o aquella administración pública, a pesar de que, por ejemplo, el Gobierno de Canarias nos castigue, obligando a tramitar una enorme cantidad de asuntos desde Tenerife. No lo haríamos, ni lo haremos, porque creemos que existen medios suficientes para paliar los efectos de la insularidad, sin necesidad de duplicar organismos. Pero claro, cuestión distinta es cuando se quiere “al santo y la limosna”.

Una vez más hemos de lamentarnos de este cáncer que corroe los sentimientos de solidaridad entre los canarios y que pretende enfrentarnos en una lucha fratricida.

Una voz autorizada nos decía recientemente, que no tomáramos en consideración los desvaríos de este personaje; que la sociedad tinerfeña no se dejaba influir por las “locuras” que semanalmente aparecen en el mentado editorial. Sin embargo, mucho nos tememos que las gentes sencillas y de buena fe, se crean tamaños disparates en una época en la que no solo hemos aprendido a convivir y cooperar entre los canarios, sino que, gracias al desarrollo de las comunicaciones entre las islas y a nuestra mayor renta disponible, nos conocemos mejor y nos visitamos continuamente.

Deseamos que Tenerife resuelva sus problemas de infraestructuras, sin duda importantes para su desarrollo futuro; que se encuentre un punto de equilibrio razonable para la construcción del puerto de Granadilla y que se resuelva el grave problema eléctrico del sur, e incluso, recibiríamos con alegría la noticia de que finalmente Sta. Cruz y La Laguna hubiesen decidido fusionarse en un solo municipio cabecera de una extensa área metropolitana, puesto que eso redundaría en beneficio de todos sus ciudadanos y en el de Canarias, ya que las economías de escala y las ventajas de la concentración se harían notar rápidamente.

Por último, le volvemos a recordar a nuestro inefable personaje, que no tenemos el menor interés en traernos el Teide para acá. Está muy bien donde está y sobre todo para que los grancanarios podamos continuar disfrutando de su visión extraordinaria en los días claros y azules.

Seguiremos comentando las, ya tristemente famosas, editoriales de El Día de Tenerife.
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* El G. Tamarán es parte integrante del Grupo de Opinión Tamarán y está constituido por diversas personas. En esta ocasión lo encabeza Oscar Bergasa Perdomo.

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