Los expertos afirman que el "Eje Transinsular de Infraestructuras", anunciado por Adán Martín, no solucionará los problemas del transporte en Canarias
El catedrático Ginés de Rus, aseguró que concebir el Eje Transinsular de Infraestructuras que plantea el Gobierno de Canarias, como solución a los problemas del transporte es «excesivo». Minutos antes, el presidente del Ejecutivo, Adán Martín, anunciaba a bombo y platillo que el proyecto vertebrará a las Islas en un espacio único.
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El prestigioso catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Ginés de Rus, rebajó las altas dosis de optimismo que intenta transmitir el Gobierno de Canarias con el proyecto del Eje Transinsular de Transportes para crear una autopista regional que permita unir cualquier punto del Archipiélago en 10 horas.
«El proyecto, concebido como un plan de obras no me parece mal, pero concebido como solución a los problemas económicos y del transporte en Canarias es demasiado ambicioso y excesivo», explicó el también director del Grupo de Investigación en Economía de las Infraestructuras y el Transporte.
Poco antes, el presidente del Ejecutivo canario, Adán Martín, insistía en la inauguración del Foro en que la «Canarias del siglo XXI», unida como sociedad global pese al mar, será realidad en 10 ó 15 años con las acciones que prevé el «Eje Transinsular», un proyecto que requerirá una inversión de unos 6.800 millones de euros. «No es una entelequia, es una realidad para poder unir política, social y culturalmente a todos los canarios», recalcó el jefe del Ejecutivo regional.
«El presidente explicó que de lo que se trata es crear infraestructuras, sistemas de movilidad, transporte inter-modal o sistemas de billete único que permitan mejorar la movilidad a menor coste en Canarias, tanto para las mercancías como para las personas».
Más empleo
«Este plan, al final, nos va a permitir contar con empresas más fuertes que generen más desarrollo en Canarias y que, al final, mejoren la productividad, lo que redundará, al final, en empleo y en salarios, que es el elemento fundamental», sentenció Martín.
No obstante, de Rus, durante su ponencia sobre política de transporte en Canarias, lanzó un jarro de agua fría sobre el eufórico discurso del presidente, al decir que «es de países tercermundistas, y no de una región como Canarias, pensar que la obra pública, por sí sola, va a mover la economía»: «Creo más en la competencia entre las empresas, en su capacidad para elegir los servicios que necesitan, las frecuencias ideales de los medios de transporte, o sus horarios, porque son quienes conocen realmente la demanda y el mercado».
Tras reconocer que una buena red de infraestructuras es «necesaria», insistió en que «el usuario, y no las instituciones, es el mejor juez, pero debe pagar el coste», sentenció el catedrático, quien recordó que la intervención pública debe limitarse a corregir los fallos que se produzcan en el mercado, por ejemplo, para evitar los monopolios, o defender al usuario, y por supuesto, decidir la asignación de recursos para las obras. Además, De Rus se mostró crítico con el Ejecutivo canario por no sustentar el proyecto del eje transinsular con información objetiva sobre las demandas reales, lo que «hace que las actuaciones se basen en conjeturas».
En este sentido, el economista mostró sus dudas de que se haya medido con la dimensión correcta los gastos de mantenimiento que conllevarán la puesta en marcha del tranvía en Tenerife, en comparación con los beneficios que pueda generar este sistema de transporte.
En una alusión clara, al proyecto del Eje Transinsular, De Rus dijo que la creación de grandes infraestructuras «no puede basarse en la ocurrencia de un político, sino en la búsqueda rigurosa de la solución de problemas, siempre de la mano de la iniciativa privada». «No basta con hacer una obra, hay que desarrollar una política en la que se permita operar a las compañías y fomentar la libre competencia».
Para Ginés de Rus, esa política no es, en la práctica, la que aplica el Gobierno Autónomo. Como ejemplo, recordó que, tras comenzar a operar en la línea Gran Canaria Tenerife desde el puerto de Agaete la compañía Fred Olsen, «Trasmediterránea pidió competir en Agaete y no se le autorizó con la excusa de que no había suficiente espacio para que operaran ambas, cuando el Gobierno debería haber hecho lo indecible para conseguir el hueco suficiente».
En este sentido, el profesor de la ULPGC destacó que el monopolio de empresas que controla el transporte de mercancías entre las Islas, está repercutiendo en el encarecimiento de la cesta de la compra, y que por tanto, los precios altos no son sólo achacable a la tan cacareada doble insularidad.
El catedrático Ginés de Rus, aseguró ayer que concebir el Eje Transinsular de Infraestructuras que plantea el Gobierno de Canarias como solución a los problemas del transporte es «excesivo». Minutos antes, el presidente del Ejecutivo, Adán Martín, insistía en que el proyecto vertebrará a las Islas en un espacio único.
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El prestigioso catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Ginés de Rus, rebajó las altas dosis de optimismo que intenta transmitir el Gobierno de Canarias con el proyecto del Eje Transinsular de Transportes para crear una autopista regional que permita unir cualquier punto del Archipiélago en 10 horas.
«El proyecto, concebido como un plan de obras no me parece mal, pero concebido como solución a los problemas económicos y del transporte en Canarias es demasiado ambicioso y excesivo», explicó el también director del Grupo de Investigación en Economía de las Infraestructuras y el Transporte.
Poco antes, el presidente del Ejecutivo canario, Adán Martín, insistía en la inauguración del Foro en que la «Canarias del siglo XXI», unida como sociedad global pese al mar, será realidad en 10 ó 15 años con las acciones que prevé el «Eje Transinsular», un proyecto que requerirá una inversión de unos 6.800 millones de euros. «No es una entelequia, es una realidad para poder unir política, social y culturalmente a todos los canarios», recalcó el jefe del Ejecutivo regional.
«El presidente explicó que de lo que se trata es crear infraestructuras, sistemas de movilidad, transporte inter-modal o sistemas de billete único que permitan mejorar la movilidad a menor coste en Canarias, tanto para las mercancías como para las personas».
Más empleo
«Este plan, al final, nos va a permitir contar con empresas más fuertes que generen más desarrollo en Canarias y que, al final, mejoren la productividad, lo que redundará, al final, en empleo y en salarios, que es el elemento fundamental», sentenció Martín.
No obstante, de Rus, durante su ponencia sobre política de transporte en Canarias, lanzó un jarro de agua fría sobre el eufórico discurso del presidente, al decir que «es de países tercermundistas, y no de una región como Canarias, pensar que la obra pública, por sí sola, va a mover la economía»: «Creo más en la competencia entre las empresas, en su capacidad para elegir los servicios que necesitan, las frecuencias ideales de los medios de transporte, o sus horarios, porque son quienes conocen realmente la demanda y el mercado».
Tras reconocer que una buena red de infraestructuras es «necesaria», insistió en que «el usuario, y no las instituciones, es el mejor juez, pero debe pagar el coste», sentenció el catedrático, quien recordó que la intervención pública debe limitarse a corregir los fallos que se produzcan en el mercado, por ejemplo, para evitar los monopolios, o defender al usuario, y por supuesto, decidir la asignación de recursos para las obras. Además, De Rus se mostró crítico con el Ejecutivo canario por no sustentar el proyecto del eje transinsular con información objetiva sobre las demandas reales, lo que «hace que las actuaciones se basen en conjeturas».
En este sentido, el economista mostró sus dudas de que se haya medido con la dimensión correcta los gastos de mantenimiento que conllevarán la puesta en marcha del tranvía en Tenerife, en comparación con los beneficios que pueda generar este sistema de transporte.
En una alusión clara, al proyecto del Eje Transinsular, De Rus dijo que la creación de grandes infraestructuras «no puede basarse en la ocurrencia de un político, sino en la búsqueda rigurosa de la solución de problemas, siempre de la mano de la iniciativa privada». «No basta con hacer una obra, hay que desarrollar una política en la que se permita operar a las compañías y fomentar la libre competencia».
Para Ginés de Rus, esa política no es, en la práctica, la que aplica el Gobierno Autónomo. Como ejemplo, recordó que, tras comenzar a operar en la línea Gran Canaria Tenerife desde el puerto de Agaete la compañía Fred Olsen, «Trasmediterránea pidió competir en Agaete y no se le autorizó con la excusa de que no había suficiente espacio para que operaran ambas, cuando el Gobierno debería haber hecho lo indecible para conseguir el hueco suficiente».
En este sentido, el profesor de la ULPGC destacó que el monopolio de empresas que controla el transporte de mercancías entre las Islas, está repercutiendo en el encarecimiento de la cesta de la compra, y que por tanto, los precios altos no son sólo achacable a la tan cacareada doble insularidad.
El catedrático Ginés de Rus, aseguró ayer que concebir el Eje Transinsular de Infraestructuras que plantea el Gobierno de Canarias como solución a los problemas del transporte es «excesivo». Minutos antes, el presidente del Ejecutivo, Adán Martín, insistía en que el proyecto vertebrará a las Islas en un espacio único.
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