La comarca del norte de Gran Canaria se marchita
Vikingflor, Costaflor, Monteflor y SAT Drago Limitada, empresas dedicadas a la producción de flores, están en un proceso de liquidación del negocio cuya principal consecuencia será que 100 familias del norte grancanario dejen de percibir ingresos. La situación preocupa a una comarca con una de las tasas más alta de paro y un bajo nivel de desarrollo.
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El pasado 13 de julio la mayoría del capital social de las empresas Vikingflor, Costaflor, Monteflor y SAT Drago Limitada, dedicadas al negocio del cultivo y exportación de flores y esquejes y con sede en los municipios de Gáldar y Guía, además de contar con una delegación en Telde, acordaba proceder a liquidar las sociedades, nombrando para ello a un responsable de llevar a efecto tal determinación.
La primera y más importante de las consecuencias que va a tener la toma de esa decisión es el hecho de que el total de los 100 trabajadores que han venido prestando sus servicios en las referidas sociedades van a perder sus empleos, pasando a engrosar las ya importantes cifras de paro que se registran en la comarca norte, que supone una de las más elevadas de las registradas en Gran Canaria, siendo especialmente preocupante en el caso de Gáldar, municipio en el que el desempleo afecta al 13% de la población.
El sector de las flores ocupa en la actualidad en todo el Archipiélago a unas 5.000 personas, entre empleos directos e indirectos. En el caso de Gran Canaria hay que señalar que casi el 40% de los 1.400 puestos de trabajo que genera la actividad corresponden al municipio galdense, con un total de 900.
La actividad se planteó en su día como una alternativa al cultivo tradicional de plátano y tomate. De hecho, algunos de los empleados que ven ahora peligrar su única fuente de ingresos llevan hasta tres décadas dedicados al sector.
A pesar de que los afectados aseguran que no se les ha explicado las razones reales que han llevado a los empresarios a optar por finiquitar el negocio, muchos apuntan a que detrás de tal postura se encuentra la posibilidad de dar un uso nuevo a esos terrenos que resulte más rentable. Así, explican que han sido los propios socios mayoritarios los que han provocado la actual situación al imponer «una política de asfixia de la actividad» con decisiones como la de no permitir la contratación de personal para efectuar la recogida de las flores, entre otras. La situación es para ellos «desesperante» y saben que no hay vuelta atrás.
Juicios y mediación municipal
Los trabajadores, que han tenido problemas para cobrar desde principios de año, irán a finales de septiembre o principios de octubre al Juzgado de lo Social para determinar su vida laboral. Los grupos con representación en la Corporación galdense se ofrecen a mediar con los empresarios.
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El pasado 13 de julio la mayoría del capital social de las empresas Vikingflor, Costaflor, Monteflor y SAT Drago Limitada, dedicadas al negocio del cultivo y exportación de flores y esquejes y con sede en los municipios de Gáldar y Guía, además de contar con una delegación en Telde, acordaba proceder a liquidar las sociedades, nombrando para ello a un responsable de llevar a efecto tal determinación.
La primera y más importante de las consecuencias que va a tener la toma de esa decisión es el hecho de que el total de los 100 trabajadores que han venido prestando sus servicios en las referidas sociedades van a perder sus empleos, pasando a engrosar las ya importantes cifras de paro que se registran en la comarca norte, que supone una de las más elevadas de las registradas en Gran Canaria, siendo especialmente preocupante en el caso de Gáldar, municipio en el que el desempleo afecta al 13% de la población.
El sector de las flores ocupa en la actualidad en todo el Archipiélago a unas 5.000 personas, entre empleos directos e indirectos. En el caso de Gran Canaria hay que señalar que casi el 40% de los 1.400 puestos de trabajo que genera la actividad corresponden al municipio galdense, con un total de 900.
La actividad se planteó en su día como una alternativa al cultivo tradicional de plátano y tomate. De hecho, algunos de los empleados que ven ahora peligrar su única fuente de ingresos llevan hasta tres décadas dedicados al sector.
A pesar de que los afectados aseguran que no se les ha explicado las razones reales que han llevado a los empresarios a optar por finiquitar el negocio, muchos apuntan a que detrás de tal postura se encuentra la posibilidad de dar un uso nuevo a esos terrenos que resulte más rentable. Así, explican que han sido los propios socios mayoritarios los que han provocado la actual situación al imponer «una política de asfixia de la actividad» con decisiones como la de no permitir la contratación de personal para efectuar la recogida de las flores, entre otras. La situación es para ellos «desesperante» y saben que no hay vuelta atrás.
Juicios y mediación municipal
Los trabajadores, que han tenido problemas para cobrar desde principios de año, irán a finales de septiembre o principios de octubre al Juzgado de lo Social para determinar su vida laboral. Los grupos con representación en la Corporación galdense se ofrecen a mediar con los empresarios.
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