Más de un centenar de momias aborígenes de Gran Canaria permanecen apiladas en naves tras 17 años

Más de un centenar de momias de aborígenes canarios continúen apiladas en naves industriales del sur de Gran Canaria tras 17 años "sin que ninguna autoridad ni institución haga nada al respecto", según denunció el portavoz de Alternativa Popular Canaria (APC), Juan Luis Déniz.
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Los restos de más de 137 aborígenes canarios y de sus tumbas pertenecen a la necrópolis de Maspalomas, descubierta en el año 1988 cuando la pala de una excavadora extrajo un cráneo y restos óseos durante los trabajos de construcción de la autopista Tarajalillo-Pasito Blanco. El cementerio, de 1.800 metros cuadrados, es el más grande exhumado con técnicas arqueológicas modernas en la historia de Canarias y sus restos datan de los siglos X, XII y XIII.

Se trata de restos de bebés, niños, hombres y mujeres cuyo mantenimiento, así como las posibilidades científicas que ofrecen, se encuentran en peligro de deterioro mientras no sean trasladados a un lugar con temperatura y humedad acondicionada para su conservación, tal y como se ha denunciado en diversas ocasiones. El cementerio fue excavado y las momias extraídas y almacenadas en dos naves, una para los aborígenes y otra para las piedras, con la condición de reconstruir la necrópolis en un museo-sitio. Sin embargo, Alternativa Popular Canaria denuncia que, hasta la fecha, no se ha cumplido nada de lo prometido.

Los restos envueltos en mortajas o semienterrados en bloques de tierra que se extrajeron con novedosas técnicas siguen almacenados y numerados como cualquier otro tipo de mercancía en un ambiente sobrecogedor. Algunas de las medidas que se han tomado en estos años, en los que las tumbas han corrido peligro de caer unas encima de otras porque las estanterías comenzaron a ceder por el peso, fue sustituir los cristales, que permanecieron rotos durante años, por bloques para impedir que perros y gatos paseen sobre los esqueletos y momias.

El arqueólogo físico Xavier Velasco, que elaboró un informe sobre el estado de los restos encargado por el Cabildo en el año 2000, confirmó tras su estudio que tienen un valor científico "incalculable" porque son individuos de ambos sexos y de diversas edades enterrados en estructuras funerarias desconocidas. En aquel momento recomendó una intervención "inmediata" y en algunos casos "urgente" porque los restos se deterioran cada día que pasa.

La investigación de estos huesos supondría un salto cualitativo en el conocimiento de prácticas funerarias de los antiguos pobladores, arrojaría luz sobre sus costumbres y se podrían conocer enfermedades, dietas, e incluso estudiar su ADN, aseguró. Los restos de más de 137 aborígenes canarios y de sus tumbas pertenecen a la necrópolis de Maspalomas, descubierta en el año 1988.

El cementerio, de 1.800 metros cuadrados, es el más grande exhumado con técnicas arqueológicas modernas en la historia de Canarias.

Se dá la circunstancia de que tanto los "nacionalistas" que han gobernado o gobiernan actualmente en las corporaciones de San Bartolomé de Tirajana, Cabildo de Gran Canaria o Gobierno de Canarias, con competencias transferidas en materia arqueológica, educativa y cultural han hecho caso omiso de flagrante caso de abandono de nuestro pasado. Los nacionalistas, quienes se consideran más canarios que nadie, tienen en total olvido y desconsideración los restos de nuestros antepasados.