Una detallada encuesta revela un gran descontento de la población con el Gobierno de Canarias

Anda el personal empresarial y político bastante revoltoso tras los últimos acontecimientos: la toma de posiciones que empiezan a ejercer algunos periódicos y la constatación de que los dos años que se avecinan antes de las elecciones de 2007 van a ser muy entretenidos.

Mientras se asientan las aguas, circulan de despacho en despacho numerosas encuestas que están sirviendo para ir detectando tendencias y ver si los cerebros de cada partido están o no están atinados. A nosotros nos ha caído, como llovida del cielo, una costosísima encuesta hecha en Gran Canaria antes de la caída del PP que refleja bien a las claras un profundo descontento de la población con el Gobierno. Y eso que todavía no había empezado Adán Martín con sus "exquisitos equilibrios".

Uno de los datos más relevantes de la encuesta -con 2.000 entrevistas telefónicas y un nivel de confianza del 95,5%- que un empresario generoso nos hizo llegar con mucho cariño, es que el 73,9% de los consultados piensa que Tenerife tiene en estos momentos más importancia política y económica que Gran Canaria.

Curiosamente son los votantes del PP en Gran Canaria los que mayoritariamente defienden esa afirmación, cuando en el momento de hacerse la encuesta había en el Gobierno tres consejeros del partido de Soria. Les siguen a los votantes del PP los de CC, que también sostienen ese desquilibrio. Los votantes socialistas ocupan el tercer lugar en esa creencia. El 80% de los encuestados considera que ese desequilibrio es "un problema muy importante", del que se culpa mayoritariamente a Coalición Canaria, seguida del PP y, en menor medida, del PSC.

Cuando se pregunta a los que consideran que hay desequilibrio en favor de Tenerife, la mitad no responsabiliza a ningún político en concreto, pero la otra mitad divide sus preferencias entre Adán Martín, Soria, Román Rodríguez, José Carlos Mauricio, Carmelo Ramírez, Paulino Rivero y Pepa Luzardo, por este orden.

Teniendo en cuenta que esta consulta se hizo antes de la estampida de los consejeros del PP, es muy probable que el reparto de responsabilidades haya variado, como puede haber variado el dato de que el 40% de los grancanarios consultados no comparta la afirmación según la cual Soria ha traicionado a Gran Canaria "al someterse a Tenerife después de las elecciones". Un 28% sí lo compartía entonces, pero, insistimos, la cosa puede haber cambiado mucho en uno u otro sentido.

Con esos datos de desequilibrio sobre la mesa, cabe preguntarse cómo valoraban en enero-febrero los grancanarios el Gobierno de Canarias, en el que todavía -insistimos- estaba el PP, el partido más votado en la isla. Pues bien, el suspenso era rotundo. La valoración negativa superó a la positiva, y la mitad de la población se situaba en esa especie de limbo entre el bien y el mal que denota más pasotismo que fe en el Ejecutivo.

El 30% de los encuestados consideraba que el Gobierno lo estaba haciendo mal o muy mal, mientras que sólo el 15% opinaba que lo hacía bien o muy bien. Más curiosidades de la encuesta: el 27% de los votantes del PP suspendía entonces al Gobierno, frente al 33% de los votantes socialistas y el 19% de los de CC, que seguían entonces sin perder la fe.