Carretas como Dios manda en las Fiestas del Pino
Cabildo Insular de Gran Canaria, Ayuntamiento de Teror y un comité de expertos han elaborado una lista de 11 'mandamientos' a seguir por las carretas, romeros, grupos folclóricos y demás participantes en la ofrenda a la Patrona de Canarias.
Una carreta que quiera participar en la Romería del Pino como Dios manda no sobrepasará los 350 kilos de carga, ni medirá más de 3,5 metros de alto ni más de dos de ancho entre los ejes de las ruedas y tendrá la guía fijada a una altura media para evitar el sufrimiento de los animales. Eso en cuanto a las características físicas del vehículo, porque la lista de los 11 mandamientos repartidos por la Consejería de Cultura del Cabildo y el Ayuntamiento de Teror a los encargados de organizar los tinglados de cada municipio incluye también las normas a seguir para descargar las ofrendas y las instrucciones para supervisar a los romeros, grupos folclóricos y al resto de ingredientes de lo que ocurra la tarde del 7 de septiembre delante de la basílica de la Patrona de Canarias.
El Nuevo Testamento de la fiesta religiosa mayor de Canarias, elaborado tras dos reuniones con un comité de expertos compuesto por personalidades del mundo de la cultura y el folclore, pide, en primer lugar, que con cada representación municipal sólo acuda un grupo folclórico y que su actuación ante la Virgen se limite al tiempo que tarde la descarga de la ofrenda y nunca más de cinco minutos. Para que quede claro que no se trata de un concierto, la norma explica que «su participación es un complemento a la ofrenda, y nunca una actuación musical en toda regla», por lo que una vez finalizada la descarga la organización avisará al responsable de la parranda para que se mande a mudar y deje paso a la siguiente. A esos jefes musicales se les ruega «encarecidamente» que controlen que todas las personas de su grupo acudan ataviadas convenientemente, «evitándose el calzado deportivo, así como los pantalones vaqueros y prendas llamativas que desvirtúen tanto al municipio como a la romería-ofrenda».
Como es habitual, la descarga de productos contará con la participación de un grupo de voluntarios de la organización, se hará en la parte delantera de la Basílica y en ella «es imprescindible la colaboración de todos» para que en esa operación no se pierdan unos valiosos minutos que «serán restados a otros municipios, perjudicándoles notablemente», advierte el listado de normas.Para que la desestiba sea rápida, el quinto mandamiento ruega que cestas, cajas, racimos de frutas y productos varios no estén excesivamente sujetos a la plataforma «con tachas, alambres y otros elementos que impidan su normal retirada». Si la ofrenda no tiene un peso excesivo se propone hacerla por la parte trasera de la basílica de Teror.
Las únicas normas escritas que vienen subrayadas son las que determinan que todos los romeros que acudan con sus carretas municipales deberán estar en Teror a las 15.00 horas como límite, es decir, una hora antes de que la comitiva se ponga en marcha desde el Castañero Gordo en dirección a la basílica, y que el Cabildo facilitará a cada ayuntamiento de la Isla una guagua de 60 plazas para desplazar a Teror a las personas que dichas corporaciones estimen oportunas. No hay distinciones, la capacidad es la misma para Artenara que para Las Palmas de Gran Canaria.
El público da igual
El hecho de que el público que asiste en directo a la romería-ofrenda poco importa en este espectáculo queda reflejado en que el único mandamiento de los 11 que le afecta es el que establece que la organización instalará un equipo de sonido en la plaza del Pino para que le informe puntualmente del contenido y desarrollo de la romería.
Ni siquiera se le insta a venir vestido con ropa tradicional canaria, seguramente porque apenas sale en la señal única de Televisión Española, que empezará a emitir a partir de las 16.30 horas. Eso sí, políticos, personalidades, periodistas, locutores de radio, cámaras de televisión y demás figurines de la plaza sí que están obligados a ello para que no se desluzca el acto.
Una carreta que quiera participar en la Romería del Pino como Dios manda no sobrepasará los 350 kilos de carga, ni medirá más de 3,5 metros de alto ni más de dos de ancho entre los ejes de las ruedas y tendrá la guía fijada a una altura media para evitar el sufrimiento de los animales. Eso en cuanto a las características físicas del vehículo, porque la lista de los 11 mandamientos repartidos por la Consejería de Cultura del Cabildo y el Ayuntamiento de Teror a los encargados de organizar los tinglados de cada municipio incluye también las normas a seguir para descargar las ofrendas y las instrucciones para supervisar a los romeros, grupos folclóricos y al resto de ingredientes de lo que ocurra la tarde del 7 de septiembre delante de la basílica de la Patrona de Canarias.
El Nuevo Testamento de la fiesta religiosa mayor de Canarias, elaborado tras dos reuniones con un comité de expertos compuesto por personalidades del mundo de la cultura y el folclore, pide, en primer lugar, que con cada representación municipal sólo acuda un grupo folclórico y que su actuación ante la Virgen se limite al tiempo que tarde la descarga de la ofrenda y nunca más de cinco minutos. Para que quede claro que no se trata de un concierto, la norma explica que «su participación es un complemento a la ofrenda, y nunca una actuación musical en toda regla», por lo que una vez finalizada la descarga la organización avisará al responsable de la parranda para que se mande a mudar y deje paso a la siguiente. A esos jefes musicales se les ruega «encarecidamente» que controlen que todas las personas de su grupo acudan ataviadas convenientemente, «evitándose el calzado deportivo, así como los pantalones vaqueros y prendas llamativas que desvirtúen tanto al municipio como a la romería-ofrenda».
Como es habitual, la descarga de productos contará con la participación de un grupo de voluntarios de la organización, se hará en la parte delantera de la Basílica y en ella «es imprescindible la colaboración de todos» para que en esa operación no se pierdan unos valiosos minutos que «serán restados a otros municipios, perjudicándoles notablemente», advierte el listado de normas.Para que la desestiba sea rápida, el quinto mandamiento ruega que cestas, cajas, racimos de frutas y productos varios no estén excesivamente sujetos a la plataforma «con tachas, alambres y otros elementos que impidan su normal retirada». Si la ofrenda no tiene un peso excesivo se propone hacerla por la parte trasera de la basílica de Teror.
Las únicas normas escritas que vienen subrayadas son las que determinan que todos los romeros que acudan con sus carretas municipales deberán estar en Teror a las 15.00 horas como límite, es decir, una hora antes de que la comitiva se ponga en marcha desde el Castañero Gordo en dirección a la basílica, y que el Cabildo facilitará a cada ayuntamiento de la Isla una guagua de 60 plazas para desplazar a Teror a las personas que dichas corporaciones estimen oportunas. No hay distinciones, la capacidad es la misma para Artenara que para Las Palmas de Gran Canaria.
El público da igual
El hecho de que el público que asiste en directo a la romería-ofrenda poco importa en este espectáculo queda reflejado en que el único mandamiento de los 11 que le afecta es el que establece que la organización instalará un equipo de sonido en la plaza del Pino para que le informe puntualmente del contenido y desarrollo de la romería.
Ni siquiera se le insta a venir vestido con ropa tradicional canaria, seguramente porque apenas sale en la señal única de Televisión Española, que empezará a emitir a partir de las 16.30 horas. Eso sí, políticos, personalidades, periodistas, locutores de radio, cámaras de televisión y demás figurines de la plaza sí que están obligados a ello para que no se desluzca el acto.
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