Toxicólogos de la ULPGC advierten sobre sustancias cancerígenas en la fritura de las papas que comemos

Los diferentes estudios que desarrolla el grupo de investigación en Medio Ambiente y Salud de la Unidad de Toxicología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, indican que cada vez es mayor la presencia de compuestos contaminantes en los alimentos que pueden favorecer la aparición de cáncer, citando como ejemplo la aparición de una sustancia tóxica en el proceso de fritura de papas.
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Así lo pusieron de manifiesto ayer los profesores Luis Domínguez Boada y Manuel Zumbado en la segunda jornada del ciclo Canarias contra el Cáncer celebrado en el Club Prensa Canaria bajo la organización del Instituto Canario de Investigación del Cáncer.

Los investigadores destacaron que la presencia de plaguicidas en los alimentos que consumimos y de otros compuestos tóxicos en el agua son una de los mayores problemas de salud relacionados con el Medio Ambiente que incrementan el riesgo de padecer cáncer.

"Hay sustancias, como la acrilamida que aparece, en pequeñas concentraciones, en el proceso de fritura de las papas. Se trata de una sustancia carcinógena, que se acumula si se consume en exceso, y hay que tener en cuenta que en las dietas actuales, sobre todo en niños y jóvenes, la fritura está muy presente", afirmó el profesor Zumbado.

Aseguraron que en la actualidad se consumen múltiples productos que pueden tener esos residuos. "Una acción simultánea de muchos compuestos puede aumentar las probabilidades de riesgo de aparición de esos tumores. Hoy en día se tiene que intentar reducir al máximo todos estos productos en la dieta diaria", apuntaron.

También citaron el consumo de alimentos con colorantes actualmente prohibidos en la Unión Europea por su toxicidad. "Con el tema de la globalización, últimamente han habido alertas por productos provenientes de terceros países, la mayoría de Asia, que se comercializan como ´exóticos´ y que han venido contaminados con colorantes artificiales que están prohibidos en Europa porque son probables carcinógenos", alertó Manuel Zumbado destacando como ejemplo el caso del pimentón importado, o la paprica, un producto muy usado en la cocina asiática. "En Hungría se detectó una partida de paprica contaminada con un colorante prohibido en Europa".

En este sentido, los expertos de la ULPGC aconsejaron a los presentes en la jornada celebrada en el Club Prensa, tener cuidado a la hora de comprar en pequeñas tiendas asiáticas que no tienen control.

También aconsejaron extremar las precauciones con respecto al consumo de productos de herbolario, "porque este mercado no está regulado, y hay productos que no se sabe de dónde vienen", y como ejemplo citó un caso detectado en Bélgica sobre el uso de una planta china que en 1994 provocó más de un centenar de casos de nefropatías. "La planta en sí se usa en la medicina tradicional china, pero muchas veces estas plantas pueden estar contaminadas, o la recolección la llevan a cabo personal inexperto que pueden confundirla con plantas muy similares que son tóxicas".

En este sentido aconsejaron consumir productos conocidos. "Las multinacionales tendrán su inconveniente, pero a nivel de control y calidad dan muchas más garantías. Comprar en una tienda asiática una bolsita de té sin nombre es un riesgo porque no se sabe qué estás tomando, a lo mejor está contaminado por hongos, o está acompañado de una planta tóxica".