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La Voz de Gran Canaria

Los críticos en Gran Canaria ponen ahora condiciones a su expulsión pactada de Coalición Canaria

Los críticos en Gran Canaria ponen ahora condiciones a su expulsión pactada de Coalición Canaria El sector crítico en Gran Canaria de Coalición Canaria dejó claro este martes que "no hay ruptura pactada" de la coalición nacionalista, pero afirman que "por responsabilidad tenemos la voluntad de mantener los grupos institucionales en el Congreso, el Senado, el Parlamento de Canarias, el Cabildo y los ayuntamientos".
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El aún presidente de CC en Gran Canaria, Carmelo Ramírez, explicó este martes que los comités locales de la isla ratificaron la noche del lunes la decisión de abandonar Coalición el próximo 26 de febrero, en un acto que se convertirá en la presentación de un nuevo partido político y que servirá para consensuar, entre otras cosas, su nombre definitivo y el documento marco que regirá su ideario político.

El acuerdo alcanzado por los nacionalistas ratifica que ya no hay vuelta atrás en la ruptura, y específicamente rechaza el término de "ruptura pactada", ya que "la decisión de abandonar CC no está condicionada ni a nada ni por nadie", expuso Ramírez. "Es nuestra decisión y se formalizará el día 26", añadió el líder nacionalista, quien explicó que el nuevo partido político se basará en un ideario nacionalista y progresista, con un funcionamiento democrático y "defensor de Gran Canaria y del equilibrio entre todas las Islas".

Ramírez reiteró que la decisión de dejar CC parte "de la falta de equilibrio interno", dada la "excesiva hegemonía de ATI" y de no respetar los equilibrios insulares, además de mantenerse en un pacto de centro-derecha y de la "mezcla de política y negocios" que caracteriza al actual Gobierno.

Ramírez explicó que se mantendrán los grupos institucionales, si es posible, allá donde convivan personas de los dos sectores. En el caso de los ayuntamientos donde todos los concejales nacionalistas sean del sector crítico, el grupo cambiará de nombre y se adaptará a las siglas del nuevo partido (caso de los grupos de CC en municipios del sureste y sur de Gran Canaria).

El líder nacionalista expuso que la decisión se toma "por fidelidad al electorado, por respeto al programa electoral con el que nos presentamos a las elecciones y por la defensa de los intereses generales de Canarias". En este sentido, dejó clara la voluntad de los críticos "de mantener el grupo canario en el Congreso", ya que supone mantener la voz de Canarias en Madrid sin depender de los grandes partidos estatales.

Los críticos, pese a que insisten en que la ruptura "no se negocia", dejaron también claras las condiciones que pondrán al presidente de CC, Paulino Rivero, para mantener esos grupos institucionales. Así, los miembros del nuevo partido que se queden en grupos de CC "estarán vinculados al programa electoral con que CC se presentó a las elecciones, y no al partido". En todo lo que no esté contemplado en el programa, los críticos "tendremos libertad de voto".

Las condiciones también pasan por "una completa desvinculación de CC", es decir, que los críticos insisten en que "tendremos autonomía para hablar en nombre de la nueva organización". Una de las principales condiciones es que a partir de ahora, en los grupos que se mantengan, "se compartirá el protagonismo político", lo que supone la exigencia "de respetar el protagonismo político" del nuevo partido.

A efectos prácticos, supone que se repartan entre ambos sectores tanto la elaboración de nuevas iniciativas como las intervenciones públicas. Significa, pues, que se le reclamará a Paulino Rivero que se reparta en el Congreso de los Diputados las intervenciones con Román Rodríguez.

Por último, en lo que es la condición más material, los críticos exigen una "distribución equitativa de los recursos materiales de que dispongan los grupos", algo que supone no sólo el reparto económico de las asignaciones que reciben los grupos, sino también la "distribución equitativa" tanto de las instalaciones que comparten como del material del que disponen.

Municipios en pugna

La presencia entre el sector oficial de Coalición Canaria y el sector crítico de la formación se desarrollará en todos los niveles institucionales: en el Congreso, de los tres diputados existentes, dos son de CC (Rivero y Mardones) y el crítico es Román Rodríguez. En el Senado, está con los críticos José Mendoza, mientras que el resto es de los oficiales.

Tras estos dos grupos, y ya en Gran Canaria, el enfrentamiento se traslada al Cabildo, donde de los siete consejeros, seis se van de CC con Carmelo Ramírez al frente y sólo una consejera se queda en Coalición Canaria (Rosario Chesa). En el ayuntamiento de Telde, explican de diez concejales, nueve abandonan CC y uno se queda en Coalición Canaria.

En Firgas, de los dos concejales nacionalistas, uno se va de CC y otro se queda. Donde hay también dudas es en Arucas, donde no se sabe si la mayoría de concejales podría seguir las intenciones de su cabeza de lista y ex alcalde, Froilán Rodríguez, situado más cerca de CC que del nuevo partido. En Las Palmas de Gran Canaria, como ya es conocido, convive la concejal mauricista Alicia Rodríguez, concejales que se van de CC y el grupo Compromiso de Nardi Barrios.

En el resto de municipios, la mayor parte de los grupos municipales de CC cambiará de nombre para adaptarse al nuevo partido. Es el caso de Santa Lucía, San Bartolomé, Mogán, San Mateo, Valsequillo y Santa Brígida. Ramírez aseguró que el 80% de cargos públicos y de la militancia abandona el partido para emprender el nuevo proyecto, cuya puesta de largo será el día 26 en un acto que podría reunir a más de 500 personas.

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